miércoles, 31 de octubre de 2012

Piratería vs. Nac&Pop

El Partido Pirata de Argentina ya lo dijo todo, pero conviene subrayar lo que de mezquino hay en una política cultural: los así llamados "contenidos digitales abiertos" no pueden bajarse y, ahora, tampoco pueden verse online, ni en otros países ni en el propio país que, con el dinero de sus contribuyentes, ha financiado esas producciones erráticas: convengamos en que 23 pares está muy bien, pero también señalemos que Babylon (de Gastón Portal) es una abominación, ya desde el título.
Si yo quiero saber en qué ha gastado el Estado (por la vía del Consejo Interuniversitario Nacional y el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios) mis impuestos, no puedo hacerlo sin someterme, además, a las odiosas tandas publicitarias de los canales de aire.
La pretendida "cultura nac&pop" queda así, desnudada de sus ropajes ideológicos y se revela como lo que es: un mecanismo (estatal) para promover el consumo. 
"¡El consumo, el consumo!", esa obsesión tan boudoudista que no deja de aparecer en cada cadena nacional.
Y, todavía más, la cultura se revela como el mecanismo para sostener al sector más odioso de nuestros tiempos: las agencias de publicidad, que no son sino shifters para la transferencia de recursos del sector público al privado.  
El Estado pretende que yo, porque tengo interés en ver 23 pares, financie (porque al sintonizarlo "aumento el rating" de canal 9) los delirios de los gerentes de esa canaleta.
Pero ellos no han asumido riesgo alguno: 23 pares y las demás producciones fueron financiadas, insisto, con dineros públicos.
Como siempre, los que pierden son "los sectores populares". Yo puedo ver 23 pares en casa de la realizadora, pero de todos modos me subleva la mezquindad de esta gentuza, y el retroceso cultural y político que enarbolan como bandera*.  


*Actualización tardía: O sencillamente la inepcia. Desde la página principal, pruebo a seguir el vínculo:

CDA ya se encuentra disponible en las siguientes plataformas Web (www.cda.gob.ar)
Smart TV y Blu Ray LG a través de su plataforma NetCast
Tablets y teléfonos móviles con IOS (iPhone, iPad, iPod) y con Android.


Mi Montserrat está "fuera del Territorio Argentino" (ante esas mayúsculas amedrentadoras, mejor callarse).


lunes, 29 de octubre de 2012

Trash televisivo

Ya está en línea el capítulo más trash (porque lo trash televisivo es, no tanto su destino cuanto su contenido y su fascinación) de 23 pares (una pena que, financiado el proyecto como está con dineros públicos, la página no permita la descarga directa).

Halloween-ween

El próximo miércoles 31 de octubre, de 17:30 a 21:30 hs

Diálogo musical entre DJ Linkillo Y Dr. Trincado en Compilado, celebrando Halloween:

Compilado |Es el programa freestyle de mirrorball.fm, donde selectores provenientes de diferentes aéreas del arte, comparten sus preferencias musicales, siempre bien recibidos por nuestro anfitrión Dj Dr Trincado 


Dr Trincado | Dj Anfitrión
Dr Trincado es la voz más precisa del house en Argentina, inspirador de nuevas generaciones y con una historia que ha servido para posicionar a lugares como Cocoliche (Bs As) como el centro del underground y la calidad musical.
Comenzó a pinchar por la mitad de los anios 80's, por lo que transitó el paso de la música remixada a los primeros del house americano, ya en los 90's fue residente de lugares antológicos como Age of Comunnication, Morocco y Ave Porco, lugares que sentaron las bases de la escena electronica en Argentina, paralelamente formaría la Dj Unión junto a Carla Tintore y Diego Roca, primera asociación de djs en pro de la diversión y el movimiento.
En los 2000, cuando la escena se comenzó a poner obvia, buscó su forma de expresión en la pintura y en las letras, en el 2006 trabajó en el biodrama Disc Jockey de la directora de vanguardia Vivi Tellas.
Ha pinchado en los países limítrofes y en New York, Los Angeles, Barcelona y París.
Fue colaborador de las bandas Babasónicos, Coco, Los Natas, Victoria Mil, Travesti, y es consultado para generar nuevas  mezclas, marcos musicales o lo que se necesite para enriquecer  contenidos musicales.
Como músico actualmente se encuentra trabajando con Fok Electrochongo y Transilvania en lo que será un nuevo disco homenaje a la mujer.
En 2010 armo la radio online www.mirrorball.fm, nació y vive en Buenos Aires.

domingo, 28 de octubre de 2012

Chacra letrada



































sábado, 27 de octubre de 2012

Trabajar con amigos

--> Por Daniel Link para Perfil

Circunstancias laborales me han llevado, en las últimas semanas, a reflexionar sobre las ventajas de “trabajar con amigos”.
Siendo, como es, la más imaginaria de las relaciones, la amistad supone la reversibilidad de los roles, que funcionan en un plano de absoluta igualdad o equivalencia. El trabajo, por el contrario, supone relaciones jerárquicas e irreversibles (por la estructura misma de la relación laboral y no por la mera voluntad de sus participantes).
Habría allí, por lo tanto, una colusión imposible de resolver entre lógicas distintas.
¿Por qué, sin embargo, preferimos trabajar con amigos? Alguien podría responder: “¡Quién querría trabajar con enemigos!”, porque no se puede sostener un deseo semejante.
Pero además de “amigos” y “enemigos”, deberíamos ser capaces de pensar también en términos de “no amigos” y “no enemigos”, que constituyen la mayoría del universo social (y, por lo tanto, laboral). De hecho, conviene despojar al mundo de la mayor cantidad de hostilidad posible (los políticos y los medios deberían intentarlo).
Un caso simétrico e inverso al que me preocupa: “¡Quién querría trabajar con parientes!” (porque las relaciones de parentesco están regladas, también ellas, jerárquicamente, y su carácter dista mucho del vínculo imaginario propio de la amistad –supone una historia de traumas y fantasmas compartidos, de prohibiciones universales y mandatos culturales).
Si preferimos trabajar con “amigos” es, por un lado, porque es más descansado trabajar con quienes uno sostiene un vínculo de confianza irrevocable que trabajar con “no amigos”, respecto de los cuales esa confianza es básicamente una incertidumbre. Pero, además, porque esperamos que la lógica de la amistad, en algún sentido, nos redima de la lógica laboral. Es decir, preferimos actuar laboralmente como si la redención fuera posible, como si la miseria del mundo no pudiera alcanzarnos o como si, al alcanzarnos, nos encontrara invulnerables a sus efectos devastadores.
Trabajar con amigos, por último, supone también poner a prueba el estatuto mismo de la comunidad, su resistencia a la violencia del mundo.
 

viernes, 26 de octubre de 2012

De terror

666 Park Avenue tiene como protagonista al último resto de Lost: Locke (Terry O'Quinn). El actor, ahora lo sabemos, tiene la cara exacta para representar al siniestro Gavin Doran, dueño del edificio neoyorquino sito en 999 Park Avenue, y con grandes proyectos inmobiliarios. 
En ese edificio plagado de misterios y secretos (una niña vidente, un depósito clausurado en el sótano, indicios de símbolos masónicos o, incluso, de brujería) sucederá de todo, ante las atónitas conciencias de los nuevos responsables de su mantenimiento, una encantadora arquitecta y su marido, de una ética inquebrantable que colusionará más temprano que tarde con sus ambiciones políticas.
La serie va planteando casos en lo que parece ser un esquema de sucesivos pactos demoníacos: los inquilinos de cada unidad habitacional quieren algo y se convertirán, de la mano de Doran (que tiene, aparentemente, vínculos con lo peor del más allá) en víctimas de sus propios deseos.
La serie es una sombra de algo ya muy visto (el pacto fáustico, el edificio endemoniado, la fatalidad de elegir la vía rápida para triunfar en la vida) pero se deja ver sin sobresaltos, lo que tal vez sea su mayor defecto.
American Horror Story: Asylum, por el contrario,  comenzó su segunda temporada muy arriba, presentando unos personajes extremadamente desquiciados y unas situaciones de infinita repulsión. Si bien hay flashforwards al presente, la serie se desarrolla en 1964, cuando un antiguo hospital para tuberculosos ha sido transformado en sanatorio para dementes a cargo de la iglesia. O sea: esta vez el terror no será de fantasmas, sino de las figuras asociadas con el catolicismo (que tanto fascinan a los norteamericanos, desde Kennedy, y que tan mal las entienden).
Sombría, con una habilidad para explotar lo desagradable que hace mucho tiempo no veíamos en la televisión, AHS tiene, además, un elenco de primer orden: Jessica Lange hace una monja con pasado prostibulario; Zachary Quinto interpreta a un psiquiatra moderno, Chloë Sevigny es una ninfómana desatada, el fantasma rubio de la primera temporada es ahora Kit Walker, acusado de desollar mujeres (pero él se defiende diciendo que fueron los extraterrestres)....
Si 666 Park Avenue es un thriller módico con toques sobrenaturales, AHS es una (nueva) exploración de las relaciones entre el terror y la sexualidad (¿no son, acaso, lo mismo?). Sarah Paulson desempeña a una lesbiana curiosa. Quiero decir: una periodista lesbiana cuya curiosidad (sumada a la debilidad de su pareja) la condenan a vivir en ese infierno regido por la siniestra Hermana Jude (Lange) y el médico que realiza experimentos, todavía no revelados, con los pacientes. La inclusión de Joseph Fiennes como el Monseñor de quien Jessica Lange está prendada no es un acierto: sabido es que el actor es Jettatore y hace naufragar a todos los proyectos de los que participa (Camelot, Flashforward). Pero bueno, son esos momentos en los que la producción se deja arrastrar por el mismo tema que trabaja. 
Hay un demonio suelto en el asilo, que salió del cuerpo de un adolescente que se masturbaba compulsivamente y ahora ocupa otro. No diré más, por el momento, pero corresponde susurrar: Dios dirá...
 

jueves, 25 de octubre de 2012

Accidente de trabajo legislativo

La ley corta

por Mario Weinfeld para Página/12

Un doble disuasivo para acudir ante la Justicia añade la ley, cuestionable a los ojos del cronista. El primero es la supresión de la llamada “doble vía”, esto es, la posibilidad de hacerse de la indemnización administrativa e ir a los Tribunales por un mayor valor. El segundo es establecer la competencia civil para el laburante que opte por jugarse a todo o nada. La existencia de los Tribunales de Trabajo es un punto cardinal del justicialismo: fueron creados por Juan Domingo Perón antes de ser tres veces presidente, cuando conducía la Secretaría de Trabajo y Previsión. Esos tribunales, sin ser un dechado de perfección, se caracterizan por un sesgo y una concepción “pro operario”, ajenos a otras competencias. No se trata de inequidad, sino de un recurso democrático para compensar la desigualdad de poder inherente a la relación laboral. En los juzgados civiles, por concepción e ideología de la mayoría de sus jueces, los trabajadores jugarán de visitante. Tamaño añadido a la restricción de la doble vía llueve sobre mojado: resiente las perspectivas de un pleito justo para quien se arriesgue a plantearlo.

El texto completo, acá.

martes, 23 de octubre de 2012

sábado, 20 de octubre de 2012

Votos para todos y todas

por Daniel Link para Perfil

Los argumentos del senador Daniel Filmus en favor del proyecto de ley para la ampliación de la ciudadanía (a partir de los 16 años) oscilaron, de acuerdo con sus declaraciones, entre el humor sombrío, la precisión histórica y el disparate perceptivo. A propósito de lo primero, evocó una fecha cuya celebración el poder regente había relegado en el personaje más antipático de sus filas, el Sr. Boudou: "es interesante que la votación se realice el 17 de octubre ya que coincide con una fecha muy significativa: ese día hubo una ampliación de la participación popular en la defensa de los intereses y la soberanía del pueblo", dijo.
En relación con lo segundo, señaló con solvencia que "hace poco más de 100 años se aprobó el derecho de voto a partir de los 18 años, cuando la mayoría de edad era a los 22 años", y correlacionó ese dato con porcentajes de escolarización (pudo haberse referido también a la expectativa de vida, pero no lo hizo).
Por último sostuvo que "si hay un sector que, en general, se rebela contra el orden establecido es la juventud, que siempre se caracterizó por demandar tener más derechos", como si el proyecto hubiera sido la solución estatal a una masiva rebelión adolescente y no una ocurrencia cuyos insípidos resultados nos arrojarán a los adultos (entre 18 y 70 años) a la rebelión cívica.
Partidario como soy de toda ampliación de derechos, sé que todo derecho es universal, o es un mero privilegio. La nueva concepción electoral nos pondrá a los adultos (entre 18 y 70 años) en situación de vulnerabilidd y discriminación: como a los adolescentes, que no nos penalicen por no votar, si no tenemos ganas de hacerlo o las opciones políticas no nos satisfacen.

viernes, 19 de octubre de 2012

Telegay

El factor anormal

La rentrée televisiva después del verano septentrional trae varias novedades donde la “familiaridad gay” constituye su temática excluyente.

--> por Daniel Link para Soy

La temporada televisiva del norte volvió con todo y muchos, sino todos, los lanzamientos de septiembre y octubre pronto ocuparán la grilla del cable.
En el universo televisivo norteamericano, como se sabe, lo "gay" es totalmente autónomo de cualquier otra cultura y los pormenores de las vidas de las locas no se cruzan con ninguna otra aventura que las de su propia identidad. Cuando Lost introdujo lacónicamente, entre tantas otras experiencias, la de que uno de los secuaces de Ben cultivara el sexo entre varones, cruzó una línea que nadie más se atrevió a franquear. Lo gay televisivo sólo se cruza con el romanticismo y los debates cívicos, nunca con la aventura, la criminología o la especulación científica.
Este año, dos comedias vuelven sobre el asunto "gay" en la misma clave que Will and Grace hace algunos años: lo “gay” sin sexo y sin afuera, como un mero repertorio de estereotipos culturales. Afortunadamente, los personajes son, esta vez, menos desagradables.
En Partners dos amigos de infancia (uno es puto y el otro es hétero), ambos arquitectos, son socios y amigos que comparten sus vicisitudes con sus respectivas parejas. El personaje desmpeñado por Michael Urie derrocha una energía verbal (como el Jack de Will and Grace) que en cualquier otro universo se orientaría hacia el desafuero sexual. Aquí, en cambio, Louis (en pareja con una “musculoca” descerebrada) funciona como el tercero en la pareja de su amigo y su novia. El secreto argumento de la serie es que las mujeres necesitan de los heterosexuales para satisfacer sus urgencias sexuales y reproducirse y sólo eso. Para todo lo demás, hacen falta las locas.
Un poco más políticamente incorrecta es The New Normal, donde hay... a ver, una pareja de locas ultrasofisticadas que quieren tener un hijo (también quieren casarse, pero ay, allá no se puede) y que, para conseguirlo, contratan el vientre de una chica de Ohio que tiene una hija nerd (de la misma estirpe de Little Miss Sunshine) y una abuela insoportablemente conservadora de cuya boca salen los más suculentos bocados de sentido común (sin ese personaje, la serie se desmoronaría fatalmente). En este estirpe de mujeres solas todas han sido madres quinceañeras, por lo que el personaje de la bisabuela (desempeñada por Ellen Barkin) puede todavía aspirar al orgasmo propio. En The New Normal, como su título lo indica, se defiende una idea de “nueva normalidad” e, incluso, de “nueva disfuncionalidad familiar” (las tres mujeres y las dos locas constituyen, ya desde el principio, una manada). No sé si conviene ostentar “la normalidad” como bandera (finalmente, es un sistema de opresión tanto o más eficaz que cualquier otro), pero si tuviera que elegir una aventura concentracionaria, me quedo con la segunda.
En la versión inglesa de Sherlock (actualización de los caracteres de Conan Doyle, pero no de sus casos, que tiene ya dos cortas temporadas), el investigador aparece como una loca petulante y Watson como un atolondrado hétero que no consigue sacarse de encima la sospecha de todo el mundo de que es su novio.
Los norteamericanos replicaron ahora con Elementary, pero como "la cosa" no puede ser asunto de ninguna trama, Sherlock es aquí un (carcajada) "rehabilitado" (de "las drogas") (sabido es que el personaje de Conan Doyle extraía su sabiduría, entre otras fuentes, de los paraísos artificiales a los que se entregaba) y su compañera, Jane Watson (una traumatizada ex-cirujana que ha sido contratada como su acompañante terapéutica, eficazmente desempeñada por Lucy Liu).
O sea: lo trans, en fin, sea. Así como las iglesias lo aceptan –véanse los artículos de “restauración sexual” incluidos en la página placerperfectos.com.ar: “debemos airarnos por el pecado, pero hay que hacerlo con amor” vs. “Debemos aprender a relacionarnos positivamente con las personas transgénero (travestis, transexuales, intersexuales) para presentarles a Cristo. Ellas, al igual que el resto de la humanidad, son objeto del amor de Dios y necesitan ser evangelizadas”–, también la televisión.
Pero "lo otro", lo que está al alcance del apetito de cualquier estudiante secundario, mejor tacharlo. Cualquiera hará un mejor Sherlock que Robert Downey Jr, y es el caso de Jonny Lee Miller, el recordado bonitillo de Trainspotting, pero sigue siendo mejor Benedict Cumberbatch en Sherlock.
Por cierto, nuestra televisión (digo: la argentina) acaba de lanzar 23 pares, la serie dirigida por Albertina Carri y guionada por Marta Dillon (con la colaboración de Alejandro Ocón y Pina di Toto), donde el lesbianismo es una marea inquietante desde el comienzo pero que no constituye el centro de las aventuras en las que los personajes principales se embarcan. En la perspectiva de 23 pares, una bióloga molecular y una forense de la policía pueden entablar una relación erótica, pero cuando tienen que descubrir que un cadáver ha sido reemplazado por otro para engañar a la justicia en una demanda sucesoria, la tensión sexual pasa a segundo plano.
En todo caso, la “nueva normalidad” de las sexualidades disidentes no pasaría (ya) por la mera visibilidad (carecterológicamente subrayada) sino por la aceptación de que cualquiera (no importa su sexualidad o su género) puede desempeñar cualquier papel social y ésa es una de las muchas virtudes de 23 pares, más emparentada con la televisión inglesa que con la norteamericana que, producto de una cultura que alguna vez sostuvo los estandartes de la “acción afirmativa”, parece haber olvidado por completo el sentido de la inscripción de la sexualidad respecto de los universales sociales: el trabajo, el espacio y el tiempo.

jueves, 18 de octubre de 2012

¡Gracias, amigos!

A los que me escribieron después de leer el libro:






































¡Gracias por todo!


miércoles, 17 de octubre de 2012

Justicia para todos y todas

por Irina Hauser y Nicolás Lantos para Página/12

[Los Jueces de la Suprema Corte]  no ocultan su descontento con la actuación del gobierno nacional respecto de algunos aspectos de la política judicial. Según hicieron trascender, la Corte le envió tres oficios a la presidenta Cristina Kirchner manifestando esta situación: están alarmados porque hay un record de vacantes cercana al 30 por ciento en el Poder Judicial. En la última notificación llegan a hablar incluso de “denegación por justicia”.

martes, 16 de octubre de 2012

Tanti ricordi!

Google homenajea a Little Nemo in Slumberland.

lunes, 15 de octubre de 2012

TV Guía

Ya está online el tercer capítulo de 23 pares, con una soberbia performance de Romina Paula, y la introducción de la cada vez mejor Sofía Gala. 

Clásicos de clásicos

9 SESIONES: LOS JUEVES DE OCTUBRE, NOVIEMBRE Y DICIEMBRE A LAS 19HS
Una propuesta de Marcelo Expósito para el Centro de Investigaciones Artísticas

CIA tiene el placer de presentarles durante el último trimestre del año el programa de la FILMOTECA CIA 2012 SEGUNDA TEMPORADA.



La Filmoteca del CIA es una actividad intermedia entre seminario de estudio, proyecciones públicas y lugar de encuentro semanal que recupera la sociabilidad de la conversación y el pensamiento en torno a las imágenes.


Los esperamos los días jueves de octubre, noviembre y diciembre, 19hs en el Auditorio CIA
.


PROGRAMACIÓN POR SESIONES:

PROGRAMA 1: JUEVES 18 DE OCTUBRE
Dziga Vertov: "Entusiasmo"
(1930, 65 min)

Como introducción, se aconseja leer el ensayo de Devin Fore: "Arbeit sans phrase"


PROGRAMA 2: JUEVES 25 DE OCTUBRE
Jean-Luc Godard: "De l'origine du XXIe siècle"
(2000, 16 min)
 "Scénario du film Passion"
(1982, 54 min)

Como introducción, se aconseja leer la reseña de Miguel Gil


PROGRAMA 3: JUEVES 8 DE NOVIEMBRE
Dziga Vertov: "Una sexta parte del mundo" (1926, 73 min)
Con acompañamiento musical en directo de Orquesta Roja
Como introducción, se aconseja leer el ensayo de Hito Steyerl: "El lenguaje de las cosas"


PROGRAMA 4: JUEVES 15 DE NOVIEMBRE
Néstor Frenkel: "Buscando a Reynols" (2004, 73 min), con presencia del director
Como introducción, se aconseja leer la crítica de la película


PROGRAMA 5: JUEVES 22 DE NOVIEMBRE
Dan Graham: "Rock My Religion" (1982-1984, 55 min)
Como introducción, se aconseja leer la reseña de Celeste Araujo


PROGRAMA 6: JUEVES 29 DE NOVIEMBRE
Jean-Luc Godard: "Número deux" (1975, 83 min)
Como introducción, se aconseja leer el ensayo de Kaja Silverman: "El sueño del siglo XIX"


PROGRAMA 7: JUEVES 6 DE DICIEMBRE
Monográfico de Hito Steyerl. Posibles títulos:
"The Empty Center", "November", "Lovely Andrea"
Sesión presentada y dinamizada por el Colectivo Manada
Como introducción, se aconseja leer el artículo de José Manuel Sande


PROGRAMA 8: JUEVES 13 DE DICIEMBRE

Monográfico de Ursula Biemann. Posibles títulos:
"Performing the Border", "Sahara Chronicles", "Europlex".
Sesión presentada y dinamizada por el Colectivo Manada
Como introducción, se aconseja visitar el web de la artista


PROGRAMA 9: JUEVES 20 DE DICIEMBRE

Carolee Schneemann: "Fuses" (1965)
Hermine Freed: "Two Faces" (1972)
Lynda Benglis: "Now" (1973)
Ulrike Rosenbach: "Tanz für eine Frau" (1974)
Martha Rosler: "Semiotics of the Kitchen" (1975)
Dara Birnbaum: "Rough Edits Series" (1977-1980)
Sadie Benning: "It Wasn't Love" (1992)
Estíbaliz Sádaba: "Kill Yr Idols" (1996)
María Ruido: "La voz humana" (1997)

Leer más sobre la FILMOTECA CIA

 - Entrada con bono contribución



CIA Centro de Investigaciones Artísticas
Auditorio CIA:
Tucumán 3754 - CABA
011-4861-7838
cursos@ciacentro.org
 
WEB CIA
 

La rentrée

La temporada televisiva volvió con todo y más, pero hasta el 17, cuando vuelva American Horror Story, será difícil expedirse sobre sus bondades.
Por lo pronto, Dexter avanza hacia su final. Como se recordar, Debra descubrió el secreto de su hermanito y, como no es tarada, ahora se las ve en figurillas para saber cómo actuar, mientras Dexter trata de ahogar su impulso criminal. Nada de lo que a él le suceda nos interesa, porque hace rato que su hermana lo ha desplazado del centro de la escena.
Fringe, qué decir de Fringe... Volvió, como volvió Lost en su última temporada, después de que todo hubiera terminado. O sea: todos esos eventos y las rajaduras espaciotemporales que contaminaban universos eran responsabilidad del Sr. Spock/ William Bell, quien pretendía, por esa vía, destruir dos universos para instalar en el espacio vacante un universo alternativo, poblado de especies rarísimas, producto de todas las manipulaciones de lo viviente. 
A Olivia le habían pegado un tiro en la cabeza pero como ella, víctima del cortexiphan, nos es indispensable, la bala salió de ese cerebro empujada por un lápiz, ella sanó como si fuera Wolverine y volvió a la vida (sin la cual, la nuestra carecería de sentido). En todo caso, aquello había sido el final del relato. Ma però....
Esta temporada encuentra a la disfuncional familia Bishop en un futuro no muy remoto (¿21 o 23 años?), donde la cuestión de los universos paralelos y las líneas temporales (que tantos dolores de cabeza como soluciones fáciles dan a los guionistas) han desaparecido por completo. Los dos Bishop, Olivia y Astrid fueron "desambarizados" (el método de autopreservación que había elegido Walter) por una nueva agente de Fringe que no es sino... la hija de Olivia y Peter,  lo que es evidente desde el principio porque la chica es casi exoftálmica como el padre y va a la misma peluquería que la madre (de quien ha heredado su pelo y la aficción a cepillárselo incansablemente pero no su complejidad: son tiempos de guerra.
Guerra contra "los invasores" que son aquellos pelados con sombrero que funcionaban como agentes de control temporal y que, ahora, de pronto, son malísimos y quieren aniquilar la especie humana. Las instrucciones para derrotarlos fueron grabadas por Walter en unos videocasettes (sí, vcr) que el grupo debe recuperar, ocasión que servirá para encontrarse con simpáticas nuevas formas de vida.
No sé, es como si se tratara de otra serie con los mismos actores o, si se prefiere, como A través del espejo y lo que Alicia encontró allí después de Alicia en el país de las maravillas
Once Upon a Time, que no me gustó en su primera temporada, parece haber abandonado sus anteriores (y fallidos) experimentos argumentales para proponer ahora otra cosa. De todos modos, la reducción del universo Grimm al universo Disneylandia me sigue pareciendo insultante, aunque celebro la desaparición de Blanca Nieves y su hija (insoportables ambas), que fueron enviadas a través de un rabbit hole (el sombrero del sombrerero loco) un "universo paralelo", el "bosque encantado". En fin, como Olivia y sus amigos también andan por los bosques, por ahí se cruzan, lo que me daría un poco más de alegría que su encuentro con Mulán.
Doctor Who también volvió. Y por suerte abandonaron la línea argumental melodramática (familiera). De todos modos, extrañamos las viejas temporadas, las especies raras, ahora hay mucha guerra todo el tiempo.
La segunda temporada de Boss ya empezó y, creo, también terminó (es muy corta). Cada vez más "romana", la política de Boss reclama urgentemente esa radical transformación que alguna vez se asoció con la irrupción de las palabras sagradas y que, hoy, no se sabe bien quién habrá de pronunciar.

domingo, 14 de octubre de 2012

Als Gregor Samsa eines Morgens aus unruhigen Träumen erwachte...

Recibo visitas con mi caparazón de polipropileno.  Algunas son sencillamente visitas de condolencia; otras, reuniones de trabajo.
Más temprano que tarde me van a pedir que me saque la ropa, no por algún tipo de pulsión erótica, sino para ver el espécimen en el que me he convertido.
Una visita social pregunta, sobre mi caparacho: "¿es termomoldeado?" No lo sé, pero la visita, cuyo hijo fabrica lámparas, asegura que sí, porque supone que a idénticos materiales les corresponden los mismos procesos (me detengo en este pormenor para que se pueda imaginar la apariencia de mi exoesqueleto, que es como la de esas placas que, en las oficinas, difuminan la luz de tubo).
Todos coinciden en que con los complementos apropiados (medibacha blanca, casco, botas) daría startrooper,pero yo sé que esa referencia pop está fuera de mi alcance:  el casco debe de ser carísimo o inconseguible en estos tiempos de importaciones de "línea blanca" cerrada a cal y canto, y mi peto carece de todo pormenor (y además me siento más cercano a la hosdtilidad verbal de Humpty-Dumpty que a cualquier otra forma de beligerancia).
Otros (especialmente las chicas, cuya bondad nunca será suficientemente subrayada) me sindican a la especie "superhéroe". El novio de una de esas chicas (el que vendría a ser algo así como "mi yerno"), detuvo tal proceso de mitologización y me trajo de regalo una calcomanía para pegar en mi pecho acorazado: SP. "Super-pelela", sería según él, mi identidad secreta (porque, claro, el material y la curvatura frontal de la armadura la acercan más a las bacinillas hospitalarias que a cualquier otra cosa. En ese caso, entonces, mis armas serían un papagallo (urinal) y una chata y SP, el superhéroe en el que todos los demás se cagan.
Por fortuna existen amigos que nos visitan en los peores momentos (éste) y uno de ellos descubrió que mi caparacho se parece al de Sonny, el humanizado robot de Yo robot en la versión cinematográfica.



























Acepto de buen grado la equivalencia, que me pone a igual distancia de la guerra imperial, el Olimpo pop y la recolección de inmundicias. Así se me verá, pues, en las pocas apariciones públicas que me quedan en este año infausto (par y bisiesto).



"Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando."




sábado, 13 de octubre de 2012

Políticas del lenguaje

-->Por Daniel Link para Perfil

El sitio lanacion.com rescató de ese vasto museo cuya existencia no nos cansaremos de celebrar, youtube, el mensaje destinado a captar el voto latino en la campaña presidencial de 1960, a cargo de Jackie Kennedy, dicho en castellano. Contrastado con el mensaje que el propio Barack Obama pronunció en castellano con el mismo propósito, días atrás, lo que se verifica es toda una política del lenguaje, de la relación entre estilos de lenguaje, territorio y nacionalidad, lo que se llama glotopolítica.
Jackie Kennedy aparece, en el spot publicitario que tiene un solo corte y cambio de plano, como una autómata que poca idea tiene de lo que está diciendo (¡y lo que está diciendo!) en una lengua tan extranjera para ella como para quienes idearon el anuncio. El mensaje dice: “Queridos amigos: les habla la esposa del senador (“sénador”) John F Kennedy, candidato a la presidencia de los Estados Unidos. En estos tiempos de tanto peligro, cuando la paz mundial se ve amenazada por el comunismo, es necesario tener en la Casa Blanca un líder capaz de guiar nuestros destinos con una mano firme.
Mi esposo siempre velará (“vila-rrá) los intereses de todos los sectores de nuestra (“nuestrro”) sociedad, que necesitan la protección de un gobierno humanitario, para el futuro de nuestros (“nestros”) niños y para lograr (“lo-logrrar”) un mundo donde exista (“eg-sista”) la paz verdadera. Voten ustedes por el Partido Demócrata el día 8 de noviembre (“novembre”). Que viva Kennedy.”
La apelación final, retrospectivamente, parece un mal augurio, pero lo que se destaca es la vindicación del anticomunismo como única vía para garantizar la paz mundial. Obviamente, el mensaje elige como destinatarios privilegiados a los exiliados de Cuba, a los cubanos de Miami.
A diferencia de su antecesor, Barack Obama no delegó en la primera dama la difícil tarea de hablar en castellano (es probable que ella no hubiera aceptado el encargo, como tampoco se dedica a la decoración de interiores, disciplina en la que descolló la Sra. Kennedy). El anuncio de Obama, mucho más corto y con varios inserts, ya no tiene un destinatario nacionalitario específico sino mucho más genérico: “En los jóvenes conocidos como los dreamers veo las mismas cualidades que Michelle y yo tratamos de inculcar en nuestras hijas (“hihas”). Respetan a sus padres, estudian para superarse (“supararse”), y quieren aportar al único país que conocen y aman. Como padre, me inspiran, y como presidente su valentía me ha hecho recordar que ningún (“níngun”) obstáculo es muy grande; ningún camino, muy largo. Soy Barack Obama y apruebo este mensaje.”
El comunismo, que ya ha desaparecido por su propia dinámica del mundo civilizado, está ausente como tema, y ha sido reemplazado por un colectivo (los dreamers) que son el objeto de una futura ley de ciudadanía.
Pero no son los contenidos (siempre sospechosos de oportunismo electoral) los que más impresionan en ambas reclames políticas: entre 1960 y 2012 la situación geopolítica del castellano ha cambiado radicalmente.
El candidato a la reelección de 2012 se muestra seguro de lo que está diciendo: entiende las palabras que pronuncia (y respecto de las cuales se declara involucrado), su hablar es mucho más fluido y los errores que comete son muy pocos (más allá del acento). Lo que se deja entrever en el habla de Obama es que el castellano bien podría ser su segunda lengua y, por lo tanto, que el castellano ocuparía el segundo lugar como lengua de los Estados Unidos.
La “latinización” de los Estados Unidos, resultado de sucesivas e incesantes oleadas migratorias, no sólo transformó el mercado laboral (los servicios públicos, en las grandes ciudades, están desde hace años en manos de latinoamericanos) sino, sobre todo, el mercado lingüístico, al punto que hoy nos resulta inconcebible un personaje latino en una película o serie de televisión que hable (a veces todavía sucede) con la inseguridad de Jackie Kennedy. La puesta en Broadway de West Side Story (que enfrenta a pandillas de diferente origen étnico) hace decir y cantar a los personajes latinos en castellano, lo que transforma la pieza en un producto que, aunque bizarro, subraya el carácter multicultural de los Estados Unidos.
Los estudiosos de las literaturas latinoamericanas saben que su objeto no se detiene ya al sur del Río Bravo. Los estudiosos de las glotopolíticas, del mismo modo, encuentran en la progresiva latinización de los Estados Unidos (en la ampliación hacia el norte del castellano de América) un objeto de análisis privilegiado.

viernes, 12 de octubre de 2012

Tiembla Tecnópolis


























Que se joda Wendy Sulca

Cristina nombró a Isabel Sarli Embajadora de la Cultura Popular

La señora Isabel Sarli es considerada una verdadera representante de la cultura nacional, tanto por sus dotes de actriz cinematográfica, como por estar considerada un icono popular de su época", asegura el decreto

¡Qué bestia!

Robo este video de uno de los más exquisitos blogs que frecuento:



donde, además, se lee:

Las figuras femeninas de la poesía de Darío -todas tan diferentes de las expresiones propias de los devenires que tienen lugar a partir de Wagner- son figuras de un devenir cuya expresión delirante, musical, la música de la  "Sonatina", por ejemplo, hace pasar a través de su escritura. 
Definitivamente, la música no había muerto "hacia 1830", pero su expresión y contenido sufrían por aquel tiempo una intensa modulación (que sería Schönberg, Berg, Webern, el grito horizontal de la tierra, pero, también, el ruidismo); podemos preguntarnos cada cuántos años se produce un devenir así, de qué depende, cuáles son las fuerzas que lo motivan... si en la novela La asesina de Lady Di no hay la expresión musical del devenir pop de estas ondas, por ejemplo.


(Gracias, Diego, por una hermosa mañana)


jueves, 11 de octubre de 2012

Otra vez el país jardín de infantes

por Gabriela Massuh para La Nación

Las organizaciones en defensa del consumidor constituían, hasta junio de este año, uno de los escasos instrumentos a los que podía recurrir un indefenso ciudadano para paliar eventuales abusos, desinformaciones o engaños que lo asedian cotidianamente a través de los artículos que compra o de los bienes y servicios que contrata. La omnipotencia de la Secretaría de Comercio Interior ha decidido interferir también en estos recursos legales que permitían, aunque más no fuera de manera individual y muchas veces en forma precaria, saber qué comemos, con qué hilos nos vestimos, cómo trasladarnos de un lugar a otro sin riesgo de muerte, cuál es el grado de toxicidad del material de los juguetes importados, cuál es el grado verdadero de grasa de los yogures dietéticos, cuántos meses de garantía tiene el arreglo de un lavarropas, y así sucesivamente. Una vez más, este gobierno nacional y popular se pone del lado de las empresas. Al impedir la acción de las instancias de control, estamos condenados a creer a pie juntillas lo que figura en la ilegible letra chica de las etiquetas de productos y servicios. Por lo demás, dirá el Gobierno, el tema del consumo es un tema de ricos porque los pobres, claro está, no contratan servicios, no se enferman y tampoco consumen.
Por algún motivo inextricable el Gobierno suele hacer alarde de su insistencia en aislarse del mundo. Con su última embestida contra los organismos de defensa del consumidor dio un paso notable en esa dirección, porque el mundo marcha en sentido diametralmente opuesto. La globalización de la producción de bienes y servicios ha desequilibrado en gran medida la distribución de fuerzas, donde el consumidor es, de manera creciente, el eslabón más débil de la cadena. Esto contribuyó a que los organismos no estatales de control de servicios y protección del consumidor ampliaran sus redes e intensificaran su accionar. No fueron los organismos estatales, sino precisamente las organizaciones que defienden al consumidor las que en Alemania descubrieron que los efectos depurativos de la sustancia "acti regularis" de un mundialmente famoso yogur no contaban con la licencia sanitaria adecuada. Los ejemplos son infinitos y, a veces, desopilantes.
Cualquier decisión, por más caprichosa que sea, necesita de un consenso tácito. En este sentido cabe preguntar dónde encuentra la Secretaría de Comercio Interior la legitimidad para tomar, así como así, una medida que no solamente es anticonstitucional, sino cuya única justificación es el capricho de un funcionario ("acá mando yo").
En la Argentina, los derechos de los consumidores no formaron parte de la agenda pública hasta comienzos de la década del 90, cuando el proceso de privatizaciones de los servicios generó la noción de una identidad colectiva definida por oposición al nuevo prestador que fueron las empresas privadas. De aquella época viene la legislación vigente hasta el momento, considerada una de las más desarrolladas del mundo de habla hispana. Consta de un desarrollado y complejo cuerpo normativo-legal que contempla las posibles situaciones imperantes en el mercado moderno, con soluciones idóneas que permitirían una adecuada protección de los sujetos sociales más vulnerables y la construcción de una sociedad con mayor equilibrio en estas relaciones. Dicho sea de paso: uno de los artífices de este cuerpo de leyes fue el entonces diputado Héctor Polino, que actualmente dirige Consumidores Libres, la organización que el secretario Moreno decidió suspender. Si hoy se puede anular de un plumazo una labor independiente que suma varios años dedicados a denunciar la arbitrariedad de los sectores privado y público, es precisamente porque el principal problema de esa labor fue el escaso eco que tuvo en la opinión pública y, por ende, en el conjunto de la ciudadanía.
La realidad es que el paquete legislativo que prevé defender al ciudadano nunca se aplicó de manera fehaciente: primero públicas, después privadas y ahora indiscernibles, las empresas de servicios nunca fueron controladas realmente. Cuando en la década del 90 se privatizaron la telefonía, los medios de comunicación, los ferrocarriles y los hidrocarburos, los entes reguladores previstos por la ley brillaron por su ausencia. No hubo más que voces aisladas o marginales en contra, por ejemplo, de que el país se dividiera arbitrariamente en dos para satisfacer a dos empresas de telefonía. O de que hubiera una sola opción para acceder a un menú de programas de cable, sin poder armar ese menú a gusto del consumidor. Es cierto que ciertas empresas hicieron negocios descomunales en los años 90, pero creer que la Secretaría de Comercio Interior le pone cotos a la arbitrariedad es una ilusión en la que solamente simula creer el Gobierno. Dentro de esa ficción, el secretario Moreno puede permitirse suspender a la asociación Consumidores Libres porque considera que su "relevamiento de precios no parece tener sustento metodológico" cuando ese funcionario desmanteló el Indec, única fuente pública confiable de producción de datos en el país, precisamente por tener sustento metodológico. Esta curiosa paradoja es digna de una perfecta ficción y, como toda ficción, puede darse el lujo de mentir sin que pase nada.
María Elena Walsh publicó en 1979 un memorable artículo que llevaba por título "Desventuras en el país jardín de infantes". Allí denunciaba la pacatería, la censura, la hipocresía de una dictadura que trataba a la sociedad como a un conjunto de párvulos idiotas que no saben diferenciar el bien del mal y, por eso, los pone todo el tiempo de plantón con el bonete de burro. Es obvio que muchísimo ha cambiado desde entonces, que ambas realidades son incomparables y que es odioso hacer este tipo de comparaciones. Pero hay un denominador común de ambos momentos, una idiosincrática manera argentina de confrontarse con los problemas barriéndolos debajo de la alfombra: prohibirlos, cubrirlos de una cháchara lingüística indecidora o hacerlos desaparecer del lenguaje. Esto decía María Elena, como siempre, para alivio de todos: "Cuando ya nos creíamos libres de brujos, nuestra cultura parece regida por un conjuro mágico de no nombrar para que no exista. A ese orden pertenece la más famosa frase de los últimos tiempos: «La inflación ha muerto» (por lo tanto no existe). Como uno la ve muerta quizá, pero cada vez más rozagante, da ganas de sugerirle cariñosamente a su autor, el doctor Zimmermann, que se limite a ser bello y callar". Christian Zimmermann era en 1980 vicepresidente del Banco Central.

Asylum



Adam Levine está mejor para acabar con él que como comienzo, pero en fin, es lo que hay...

miércoles, 10 de octubre de 2012

Glotopolíticas

Ayer:



Hoy:



(vía lanación.com)

martes, 9 de octubre de 2012

Una aclaración acerca de Las noches rusas

Por Roberto Echavarren en Facebook

No es mi costumbre responder reseñas, pero la que salió en
Ñ Clarín el 07/09/12 con el título "Una inmersión en el alma rusa" acerca de mi libro Las noches rusas me pareció t...
an desenfocada que no puedo menos de escribir una breve respuesta. Las noches rusas es un libro erudito que ha recibido críticas concienzudas, ponderadas y positivas: en Argentina fue nota de tapa en Radar y Guillermo Sacomano le dedicó tres páginas enteras del suplemento,
mientras Elvio Gandolfo se expidió en Perfil con una nota de página entera, sin contar con la de Alberto Manguel en El País de Madrid, y las notas aparecidas en Uruguay en El País Cultural, Caras y caretas y Ladiaria.
En cambio me pareció completamente desubicado el tono desdeñoso del reseñista de Ñ. Mi impresión es que no se tomó el trabajo de leer el libro de ochocientas páginas. Meramente instaló su prejuicio y su ignorancia tratando de parecer inteligente con un pase de birlibirloque lamentable. De hecho la única frase que cita está sacada de las páginas iniciales del libro. Sin duda se trata de una persona que carece completamente de conocimientos adecuados al tema, pero que ha tomado además una actitud arrogante y frívola ante Las noches rusas. De modo que escribo esta respuesta, que es respetuosa, meramente aclaratoria.
Según el reseñista de Las noches rusas en Ñ, el propósito de mi libro es encontrar el “alma rusa”. Ese no fue mi propósito; no creo en el alma rusa, ni en el alma argentina, ni en el alma uruguaya, ni en cualquier otra esencia o identidad de una vida y una cultura. El propósito manifiesto del libro, como establezco en el prólogo, es investigar el terror en Rusia bajo el régimen soviético.
El reseñista pretende que mi tratamiento de la historia rusa es “chato” porque no hago coincidir la acción política de Lenin con “la experiencia colectiva rusa”. Pero esa “experiencia colectiva” iba por caminos diferentes. Hay dos revoluciones rusas victoriosas. En primer lugar la revolución de 1905, que logró del zar la concesión de un parlamento electivo, legitimó a los partidos políticos, trajo un considerable relajamiento de la censura acerca de la actividad política y las costumbres, permitió el crecimiento de la prensa, la libertad progresiva de opinión y de crítica. Desde 1906 Rusia inició el camino de una monarquía parlamentaria.
En febrero de 1917, ocurrió la segunda revolución rusa. Debido al déficit de transportes que dificultaba el surtido de alimentos para Petrogrado, problemas relacionados con la Primera Guerra Mundial entonces en curso, una protesta iniciada en los barrios obreros de la capital industrial y la resistencia de los batallones de nuevos conscriptos a disparar contra los manifestantes, llevó a los generales del Alto Mando cercanos al frente de guerra a presionar al zar para que abdicase. La abdicación dejó un vacío de poder, que llenó su legítimo sucesor, el parlamento, resultado de las elecciones. Legitimado por elecciones, el parlamento llenó el hueco de poder. Este parlamento votó a un comité ejecutivo, formando el Gobierno Provisorio, integrado por algunos de sus miembros, a fin de convocar a elecciones de una Asamblea Constituyente que decidiese la constitución del gobierno de Rusia de acuerdo a la voluntad popular.
Este proceso fue interrumpido por el golpe de estado de Lenin en octubre de 1917. Es considerado por los historiadores el primer golpe de estado moderno, y un modelo para los que vinieron después. Con un reducido grupo paramilitar, la Guardia Roja, tomó control de los medios de comunicación, los teléfonos, telégrafos, y los centros neurálgicos de la administración, sitiando a los ministros del Gobierno Provisorio en el local donde sesionaban, el Palacio de Invierno. La poca simpatía de los militares derechistas, comprometidos en los escenarios de la guerra, por la vocación democrática del Gobierno Provisorio, hizo el resto. Al no apoyar al Gobierno de modo efectivo, los militares facilitaron el control de Lenin en la capital y luego, no sin resistencias, en Moscú. Al dar su golpe, Lenin quiso adelantarse a las elecciones de la Asamblea Constituyente, fijadas por el Gobierno Provisorio para noviembre de 1917. No obstante, la amplia presión popular y de los partidos políticos en favor de las elecciones obligó a Lenin a tolerarlas. Todavía no se había afianzado en el poder. Las elecciones tuvieron lugar en noviembre, como estaba programado, y es de notar el altísimo grado de participación, así como el hecho de que votaron también las mujeres, práctica no admitida aún en el resto de los países europeos. El resultado de estas elecciones universales fue desfavorable a Lenin. Su partido bolchevique logró un tercer puesto debajo de los partidos mayoritarios, el menchevique y el social revolucionario. Viendo que la Asamblea Constituyente, reunida el 5 de enero de 1918, no se doblegaría, Lenin la disolvió por la fuerza de la CHEKA después de un solo día de deliberaciones. La policía política, o CHEKA, creada por los bolcheviques un par de meses antes como instrumento de control, mató en el proceso a algunos de los recién electos diputados. Puede decirse que el golpe de Lenin fue doble, o en dos etapas: en octubre de 1917, al provocar el colapso del Gobierno Provisorio, y en enero de 1918, al disolver por la fuerza la Asamblea Constituyente.
A partir de la disolución violenta de la Asamblea Constituyente, la libertad de prensa y de expresión en Rusia acabaron. Lenin gobernó por el terror, y fue además un gran teórico del terror, como puede verse en los documentos que expongo en mi investigación. Pronto se deshizo de los otros partidos políticos, eliminando o desterrando a sus dirigentes, persiguiendo a sus partidarios, condenándolos en juicios espectáculo, actividad teatral en la que después descolló Stalin. Inventó e implementó los campos de concentración, o GULAG, después imitados por Hitler, mató un millón de personas en ejecuciones sumarias de la CHEKA, organizó junto a Trotski el Ejército Rojo, que le sirvió, entre otras cosas, para aplastar y gasear a las masivas rebeliones campesinas ante la confiscación forzosa del grano, y para masacrar a los marinos de la flota del Báltico en el holocausto de Kronstadt. La práctica bolchevique de confiscación forzosa del grano produjo una gran escasez, ya que los campesinos se resistían a cultivar. El hambre mató a cinco millones de personas entre 1920 y 1922.
Investigar el terror bajo el régimen de Hitler es considerado legítimo. ¿Encarnaba él “la experiencia colectiva alemana”? Al menos ganó una elección. Mientras Lenin jamás fue elegido por el pueblo. Pero algunos, incluido el reseñista, consideran que investigar el terror en relación a la Unión Soviética es ilegítimo. Desde el anarquista ruso Maximov (La guillotina en acción) pasando por Robert Conquest, por Richard Pipes, culminando en nuestros días con Orlando Figes, la bibliografía de los historiadores acerca del terror en Rusia bajo el régimen soviético inaugurado por Lenin es riquísima. A eso debemos agregar los monumentales testimonios literarios de Shalamov, Solzhenitzin, Nadezda Mandelstam, Eugenia Guinzburg, sólo para nombrar algunos de los más notorios, entre un mar de testimonios. Lo singular de mi cometido, en Las noches rusas, ha sido ocuparme de historia oral, recabando las voces de personas ancianas antes de que se perdieran, y también examinar las expresiones artísticas rusas como tareas de resistencia.
En Las noches rusas, en tanto literato e historiador, me ocupo de examinar la poesía, la música, el teatro rusos, como tareas de resistencia. Además recojo historias de vida de personas ancianas que vivieron bajo el sitio de Leningrado o actuaron en el frente ruso durante la Segunda Guerra Mundial. Y en tercer lugar, en tanto historiador, me enfrento a los problemas políticos, económicos, y jurídicos del gobierno y la sociedad rusos. Cada registro (historia cultural, historia individual, historia del proceso político, económico y jurídico) arroja luz sobre los otros, para dar una impresión de historia viva, o historia en proceso, combinando la concretud individual con la visión panorámica. Sugiero, a quien se adentre en la lectura, que (aparte de los capítulos sobre cuestiones literarias y artísticas, y aparte de los testimonios o historias de vida) se detenga en el detallado capítulo acerca de Lenin, o en el capítulo acerca del mir – la comuna campesina creada por Alejandro II – o el Ejército Ruso de Liberación, o la colectivización forzosa de la agricultura, o la ley de 1934 que penalizó la homosexualidad. Lo curioso es que antes del período soviético Rusia era un país bastante tolerante con respecto a las sexualidades disidentes, mucho más tolerante que Inglaterra por ejemplo, y en general que el resto de Europa. Estos tópicos que he nombrado y otros exhiben los aportes de la investigación de archivos, de nuevos aportes bibliográficos, y suponen sin duda una puesta al día del relato del historiador. Los tópicos se pueden rastrear y cotejar a placer en el “Índice onomástico de personajes históricos” porque, fuera del estupor de la primera lectura, Las noches rusas, materia y memoria, es un libro de referencia.
Del modo en que tratemos la memoria de los demás depende el modo en que seremos tratados nosotros mismos. Los testimonios son duros: desde el relato de sobrevivientes del sitio nazi a Leningrado (Petersburgo) hasta el modus operandi de Stalin durante la guerra, hasta el periplo de los niños vascos refugiados que nunca pudieron volver a su tierra, uno tras otro, los relatos reviven tormentas y pesadillas, incomodan, pero asoman imprescindibles para atisbar una mirada diferente a circunstancias políticas y cotidianas que durante mucho tiempo fueron ocultadas por la desinformación y la propaganda. Con respecto a la Unión Soviética, cuando ya no se la puede defender, la mala fe y la irresponsabilidad buscan recubrirla de un manto de amnesia. Veinte años después del derrumbe de la Unión Soviética, una superstición residual, un dogma o sofisma irreductible, sigue las pautas de la desinformación y la propaganda que duraron setenta años. Pero hay allí mucho para descubrir y ponderar. Sólo que algunos no consideran de buen tono investigar el terror. Algunos todavía coquetean encima de millones y millones de asesinatos, negándolos o borrándolos. Esas personas, o bien carecen de sensibilidad para los derechos humanos, o tienen una sensibilidad curiosamente fracturada: los derechos pueden reclamarse para cierto país o enclave, pero no para otro país o enclave. Esta mentalidad hipócrita me da asco. Me parece que no se puede recubrir con un manto de amnesia cada período histórico que se ha sobrepasado. No entender el pasado quiere decir no entender de dónde venimos y flotar en un presente trivial y seguir creyendo en mentiras que se han probado falsas. Dar cuenta de algo quiere decir entenderlo, por un lado, y al entenderlo tomar en cuenta los sufrimientos, las injusticias, las humillaciones. Es una responsabilidad de la memoria.
Michel Foucault, entre otros, considera que no se puede inscribir el totalitarismo de Lenin como una etapa hacia la realización paulatina del estado de derecho. “El Estado providencia, el Estado de bienestar, no tiene la misma forma, ni a mi entender la misma cepa, el mismo origen que el Estado totalitario, sea nazi, fascista o estalinista. Querría indicarles que ese Estado que podemos calificar de totalitario, lejos de caracterizarse por la intensificación y la extensión endógena de los mecanismos estatales, ese Estado totalitario no es en absoluto la exaltación del Estado, sino que constituye por el contrario una limitación, una disminución, una subordinación de su autonomía, su especificidad y su funcionamiento característico. ¿Con respecto a qué? Con respecto a algo distinto que es el Partido. En otras palabras, la idea sería que el principio de los regímenes totalitarios no debe buscarse por el lado del desarrollo intrínseco del Estado y de sus mecanismos. Para decirlo de otro modo, el Estado totalitario no es el Estado administrativo del siglo dieciocho, el Polizeistaat del siglo diecinueve llevado al límite; ni el Estado burocratizado del siglo diecinueve llevado al límite. El Estado totalitario es algo diferente. Es menester buscar su principio no en la gubernamentalidad estatizante o estatizada, cuyo nacimiento presenciamos en los siglos diecisiete y dieciocho, sino justamente por el lado de una gubernamentalidad no estatal: en lo que podríamos llamar una gubernamentalidad de Partido. El Partido, esa organización muy extraordinaria, muy curiosa, muy novedosa, la muy novedosa gubernamentalidad de Partido, aparecida en Europa a fines del siglo diecinueve, es probablemente lo que está en el origen de algo como los regímenes totalitarios: el nazismo, el fascismo, el estalinismo.” (Nacimiento de la biopolítica, Buenos Aires, FCE, 2007, pp. 223-224) El “Partido” no es en verdad ni siquiera un partido político en el sentido jurídico del término, dentro de un Estado de derecho, un partido que compita en las elecciones con otros partidos y lleve a sus candidatos a un parlamento de representantes. El Partido nazi o el Partido comunista no es un partido, sino un “gang monopolístico” (Foucault dixit, y esto lo vio Bertold Brecht en La irresistible ascensión de Arturo Ui) que suprime la competencia y desguaza los dispositivos jurídicos del Estado de derecho, dejando sólo un aparato de dominación.

(gracias, D. B.)

El pliegue

Edgardo Cozarinsky está ahora en Europa y anuncia, desde allí, con indisimuladad felicidad, que ha comenzado a escribir una nueva novela.
Yo apenas si termino de leer Dinero para fantasmas, recién distribuida por Tusquets [Buenos Aires, 2012, isbn 978.987.670.116.7, 136 págs.] y no sé si envidiarlo más por este texto último o por la energía para encarar el próximo, entre los cuales, seguramente, habrá algún ejercicio audiovisual.
Decido admirarlo por todo lo anterior y envidiarlo sólo por su relación con cierta Baronessa, porque considero que Europa me debe, todavía, ese contacto con la aristocracia, que a los dos nos da tanta curiosidad como risa.
Pero hablemos de Dinero para fantasmas, que incluye, cervantinamente, una nouvelle y que, cozarinskianamente, reflexiona sobre el pasaje del relato escrito al relato audiovisual (Dinero para difuntos), algo que casi nunca el propio Cozarinsky ha encarado, salvo de manera fragmentaria.
La trama de Dinero para fantasmas comienza con una pareja de jóvenes estudiantes de cinematografía. Azares dejan en manos del muchacho "los cuaderons de Oribe", un gran realizador y escritor que decide borrarse del mundo porque ha encontrado dentro de si un vacío intolerable y ya ha desistido de llenarlo con historias ajenas (una de esas historias es la que domina el diario). 
La lectura de esos cuadernos transforma a "Los debutantes" en "Los herederos" (así se llaman la primera y la tercera parte de esta novela que si prescinde de la intensidad habitual de los libros de Cozarinsky, apuesta, en cambio, a una complejidad sintáctica extremadamente novedosa (extremadamente "juvenil") que hasta ahora no había ensayado.
En el nivel de la frase, que en Cozarinsky siempre fue y sigue siendo perfecta, una sucesión de transformaciones la alargan mediante la inclusión de subordinadas y parentéticas. En el nivel del relato, la sintaxis establece una sucesión de saltos que mudan el acento de un nivel de narración a otro, y que, por eso mismo, interrogan la posibilidad de transferencia de un registro a otro (y, en última instancia, la posiblidad de transferencia de la historia a la conciencia del lector).
A partir de una parte de "Los cuadernos de Oribe", Martín ("lamentó no tener consigo la cámara fotográfica que le hubiese prermitido, con la excusa de registrar la botella de La Bella Friulana, captar en el espejo la imagen, esta vez en foco, del viejo") realiza un corto titulado Dinero para difuntos, con cierto suceso en el mundillo de los realizadores nóveles y los festivales de provincia.
Lo que importa no es tanto ese éxito sino lo que queda entre una forma de relato y otra, la confrontación de maneras de contar y puntos de vista (los cuadernos están escritos en primera persona, las demás partes, "el marco", en tercera).
Una de las obsesiones de Cozarinsky, podría decirse, es la puesta en contacto de mundos inverosímiles (los unos respecto de los otros). En "Los cuadernos de Oribe" ese contacto (que es, naturalmente, un seísmo, una vibración de rara intensidad) se establece entre una joven hermosa de una villa que alguna vez trabajó en una película de Oribe en un papel menor y la mafia rusa, en su sede berlinesa.
La solución de esa tenue anécdota vendrá recién en la última parte, cuando los jóvenes realizadores adivinen, en dos personajes perdidos en medio de la nada (otra forma de nada diferente de la que ha dominado la conciencia de Oribe) el cumplimiento de un destino.
"Los cuentos", recuerda Cozarinsky en la contratapa, "no se inventan, se heredan". Naturalmente, una herencia puede dilapidarse o, como en este caso, convertirse en un raro ejemplo de perfección novelesca. O no tan raro: es a lo que Cozarinsky nos tiene acostumbrados.


lunes, 8 de octubre de 2012

Mientras tanto, en otro lugar...





























Roland Barthes se olvidó un libro sobre la mesa.
(Foto: Elena Donato)


Las divertidas aventuras del inspector Foucault



(envío del Partido Pirata: ¡gracias!)


domingo, 7 de octubre de 2012

El hombre que camina

























































sábado, 6 de octubre de 2012

Casuística de lo viviviente

--> Por Daniel Link para Perfil

No veo televisión argentina porque me subleva el estilo enfáticamente “nacional” de sus formatos. En el caso de las ficciones, los “actores” siempre están tratando de sobreactuar una masculinidad que nadie les reclama, los personajes pronuncian palabras mal aprendidas de guiones mal escritos y todos gritan bajo una luz enceguecedora y plana. Mal escritas, mal interpretadas, mal dirigidas, las ficciones televisivas argentinas deprimen. Una vez vi La dueña y el efecto fue devastador porque parecía que cada personaje seguía una línea de guión que los demás guionistas no conocían y el resultado, un involuntario cadáver exquisito, sólo podría encontrar algún tipo de cohesión en la mente idiota de un espectador imaginado.
Un poco por eso, vi con aprensión la primera emisión de 23 pares, la serie de trece episodios ideados por Albertina Carri (dirección) y Marta Dillon (guión), al frente de un sólido equipo de profesionales, que se emite por canal 9 todos los viernes a las 23.30.
Por cierto, 23 pares es antitelevisiva en el sentido antes expuesto: los diálogos son perfectos, pronunciados con los tonos justos que conviene a cada situación, los personajes discuten sin gritar y, sobre todo, respondiendo a lo que se les dice. Las protagonistas, María Onetto y Erica Rivas, sostienen con solvencia sus personajes y contribuyen con sutileza actoral al despliegue de relaciones complejas. Gustavo, un tercer hermano, permite a Fabián Vena desprenderse de todos los clichés que su carrera le había irremediablemente adosado.
La iluminación investiga todas las potencialidades del claroscuro y del contraluz, creando climas apropiados a cada escena, y cada escena, por su parte, hace un uso magistral de la elipsis para dar a entender lo que no necesita ser dicho porque se está viendo.
Cada episodio presentará un caso que involucra la participación del laboratorio de análisis genéticos que las dos hermanas regentean.
23 pares no es sólo televisión de excelencia, sino una crítica devastadora a lo que acostumbra a emitir la televisión argentina. Dos razones para no perderse ninguna de sus emisiones.

viernes, 5 de octubre de 2012

Mens sana in corpore sano



(¡Gracias, Carlitos!)

jueves, 4 de octubre de 2012

Lo importante es saber quién manda, eso es todo

Hace un par de días vinieron a hacerme el molde de yeso para el corset de polipropileno que me acompañará (que me vestirá) durante las próximas semanas (o meses). Pedí encarecidamente que la parte exterior de mi armadura tuviera six-packs bien marcados y unos pectorales sobre los cuales poder dibujar luego unas areolas suculentas y que dieran envidia al mismísimo Batman (el de Szuchmacher).
Hoy, cuando vinieron a probarme el dispositivo inmovilizador de mi columna (se supone que no debo agacharme, ni rotar el torso, en fin: las cosas que uno más gusta hacer cuando anda por el mundo), para mi sorpresa, la parte exterior de mi coraza me volvía más parecido a Humpty Dumpty que al vengador enmascarado de Ciudad Gótica. "No se puede todo", dijo el técnico, despreciando mis reclamos.
Mis amigos diseñadores y artistas plásticos ya fueron avisados, a ver si, un día de éstos, pueden intervenir el horrendo dispositivo como para que tenga algún sentido la fiesta de disfraces con la que se pretende celebrar mi regreso al mundo.


La semilla de la vida

10 motivos para luchar contra el proyecto de ley que pretende privatizar las semillas en la Argentina
Sectores del Agronegocio, de las transnacionales, asi como el Ministro de agricultura y otros funcionarios, vienen trabajando sobre un nuevo proyecto de Ley de semillas. Segun los borradores que se conocen y por las declaraciones publicas, el mismo busca subordinar la politica nacional de semillas a las exigencias de la UPOV y las transnacionales.
Las consecuencias las sufriran los campesinos y agricutores familiares, pero tambien el pueblo argentino, ya que golperá sobre el mercado interno de alimentos.
Podemos afrimar que:
  1. La ley propuesta no protege los conocimientos ni la biodiversidad; sólo fomenta la privatización y protege la propiedad sobre lo que es un patrimonio colectivo de los pueblos, especialmente de las comunidades campesinas y los pueblos indígenas. De esta forma expande un principio inaceptable, el de que es posible y aceptable privatizar los conocimientos y diversas formas de vida La ley es parte de un conjunto de normas e iniciativas políticas que fomentan la privatización de los conocimientos y de las formas de vida, como las leyes de patentes, la privatización de los sistema de investigación, la privatización de la educación, etc. Este tipo de normas concentra un poder creciente en manos de unas pocas empresas transnacionales, expropia y privatiza el patrimonio biológico nacional, arruina los sistemas nacionales de investigación, dificulta el intercambio de información -fundamento del avance científico-, agrede e impide el normal desarrollo de las formas campesinas e indígenas de relacionarse y hacer agricultura, y violenta principios éticos fundamentales, como es el libre acceso al conocimiento. Al permitir la privatización de las semillas, esta ley y su antecesora además ponen el lucro por sobre el derecho fundamental a la alimentación.
  1. Abre las puertas para que se profundice la expropiación y privatización de la biodiversidad agrícola y silvestre de Argentina. El proyecto de ley hace posible la mayor privatización de los recursos genéticos y de la biodiversidad nativa de Argentina al expandir los llamados derechos de obtentor sobre las especies vegetales. Al aplicarse la ley a todas las especies vegetales, el proyecto permite que toda especie nativa pueda transformarse en propiedad de empresas nacionales o extranjeras. Lo único que se requerirá es hacer un trabajo simple de selección para lograr una población o grupo de plantas relativamente homogéneas. Adicionalmente, el proyecto de ley facilita que cualquier empresa se apropie de las variedades campesinas e indígenas, al considerar como “nuevo” cualquier variedad que no haya sido comercializada ampliamente o inscrita en registros de propiedad intelectual.
  1. Ilegaliza o restringe gravemente prácticas que han estado en vigencia desde los inicios de la agricultura, como es el seleccionar, mejorar, obtener, guardar, multiplicar e intercambiar semilla libremente a partir de la cosecha anterior. Esta práctica es un derecho fundamental de los agricultores y agricultoras del mundo -incluso reconocida por el Tratado de Recursos Fitogenéticos de la FAO- que además fue central en crear la diversidad y riqueza genética utilizadas por las mismas empresas semilleras que buscan hoy prohibir aquella práctica. El proyecto de ley impedirá que las comunidades campesinas e indígenas experimenten, mejoren e intercambien libremente las semillas, proceso a través del cual generaron toda la diversidad que hoy sustenta a la agricultura. Peor aún, la combinación de esta ley con la ley de patentes hará posible que los agricultores cuyas variedades hayan sido contaminadas por cultivos transgénicos sean penalizados y sus variedades sean confiscadas. Se crea así una clásica situación del ladrón detrás del juez.
De esta manera, el proyecto de ley entra en conflicto con el Tratado de Recursos Genéticos de la FAO, del que Argentina es signatario.
  1. Fortalece las condiciones para que se profundice la introducción de nuevos cultivos transgénicos y su expansión, al otorgar propiedad sobre variedades sin exigir prueba efectiva de mejoramiento y en base a la simple expresión de un carácter. La definición de los requisitos para otorgar propiedad no exige que una variedad sea efectivamente mejor que las ya existentes, ni siquiera exige que sea útil o inocua. Al definir que basta la diferenciación de un carácter, facilita significativamente la práctica común de las empresas biotecnológicas de utilizar variedades antiguas para adicionar transgenes o genes cosméticos (sin valor productivo, pero capaces de provocar una diferencia visible) y luego registrarlas como “nuevas”. La no exigencia de mejorías comprobables o de inocuidad facilita además la introducción de cultivos tóxicos.
  1. Crea condiciones para expandir la presencia de empresas semilleras transnacionales en el país, en desmedro del desarrollo nacional de variedades vegetales. La experiencia mundial ha demostrado que las leyes de propiedad industrial sobre las plantas han provocado un proceso de concentración extrema de la producción de semillas a nivel mundial, restringiendo así el acceso a nuevas variedades. Al no permitir el libre uso de las variedades existentes para crear nuevas variedades -base de los grandes avances en mejoramiento genético- la nueva ley hace muy difícil el ingreso de nuevos actores a los procesos de mejoramiento genético, reduciendo así la oferta tecnológica.
  1. Al otorgar poderes monopólicos sobre las semillas, dificultar los procesos de mejoramiento genético independiente, impedir que los agricultores produzcan sus propias semillas y facilitar los procesos de concentración de las empresas semilleras, provocará inevitablemente el alza de los precios de las semillas, encareciendo la producción agrícola en general y la de alimentos en particular. El proyecto de ley crea las condiciones para un control monopólico del primer eslabón (las semillas) de la cadena de producción de los alimentos, quedando gran parte de la población expuesta a esta vulnerabilidad. Esta situación a la fecha no ha sido posible debido a que la producción de semillas se encuentra en manos de muchos y muchas agricultoras.
  1. Otorga a las empresas semilleras el “poder de policía”, ya que deja en sus manos el asegurar que las disposiciones de la ley se observen adecuadamente. Es conocido que empresas como Monsanto y Syngenta han creado verdaderos cuerpos policiales para controlar que los agricultores y campesinos no utilicen lo que ellos consideran su propiedad. Se violan así incluso normas fundamentales del país, como el que los cuerpos policiales están bajo el control y mando del Estado y los poderes fiscalizadores dependen o son supervisados por éste. Es inadmisible la privatización del poder de policía.
  1. Permite el decomiso y embargo de los cultivos y cosechas de quienes sean acusados de no cumplir con la ley. Esto se puede traducir en la destrucción de cultivos y plantaciones frutales, en el decomiso de productos ya a la venta, e incluso en el embargo de exportaciones argentinas. La ley facilita demandas sin fundamento y limita el derecho a defensa de los demandados.
  1. El proceso de negociación de la ley está viciado de secretismo y sectarismo al ser llevado adelante a puertas cerradas y únicamente con la participación de sectores corporativos, sin darse a conocer al público el borrador que se está discutiendo ni posibilitar la participación de toda la sociedad en el debate. Una nueva Ley de Semillas de estas características afectará al conjunto de la sociedad. Impedir su debate público es un atentado a los derechos humanos de todo el pueblo argentino. Negar la información sobre el Proyecto, como ha hecho el CONASE a las organizaciones que lo han solicitado (no respondiendo el pedido) demuestra que no existe intención alguna de abrir las puertas al debate.
  1. El anuncio de la modificación de la Ley hecho simultáneamente con la aprobación de la soja rr2 de Monsanto confirma quien es el principal beneficiario de este Proyecto. La anunciada “Alianza Estratégica” con Monsanto tiene a la modificación de la Ley de Semillas como uno de sus pilares. De hecho, la mayor corporación biotecnológica del mundo ha expresado este reclamo desde comienzos del Siglo 20 exigiendo que Argentina le garantice la “seguridad jurídica” para introducir nuevos transgénicos.
Hacemos un llamado a Rechazar un proyecto de ley que atenta gravemente contra el conjunto de los habitantes de nuestro país. La agricultura tiene un carácter eminentemente social, puesto que tiene la función de sustentar y alimentar a toda la población. Poner en riesgo la seguridad y soberanía alimentaria de Argentina a través de la concesión de nuevos privilegios para las empresas transnacionales que están en el negocio agrícola es avanzar por el camino de la pérdida de soberanía para nuestro pueblo.
  • NO A LA PRIVATIZACIÓN DE LAS SEMILLAS Y LA VIDA
  • FUERA MONSANTO Y LAS CORPORACIONES DEL AGRONEGOCIO DE AMÉRICA LATINA
  • POR UNA AGRICULTURA PARA ALIMENTAR Y EN MANOS DE LOS PUEBLOS
Organizaciones firmantes:
Movimiento Nacional Campesino Indígena
CLOC - Vía Campesina Argentina
GRAIN
Amigos de la Tierra
Acción por la Biodiversidad
Enviá tu adhesión a: carlos@grain.org  o secretaria.mnci@gmail.com