sábado, 30 de enero de 2016

El juego del verano


Por Daniel Link para Perfil



Leo en una columna de Nicolás Lucca el tono exacto que querría imprimirle a la mía: “La era kirchnerista fue un eterno loop de delirios fundacionalistas, transmisión de miedos, imposición de ideas caducas y transferencia de culpas”. Yo agregaría: un amasijo de ignorancia y de resentimiento. Ejemplo de lo primero, mi amiga K con título de Doctora que, ante el triunfo de Macri dice: “bueno, ahora viene la plata dulce”. No, nena, no, la plata dulce es lo que se acabó (esperemos que para siempre): el consumo en el exterior subsidiado por el Estado. Ejemplo de lo segundo, los que ante un Macri que farfulla en un inglés de pacotilla, en lugar de admirar su soltura de cuerpo y su falta de inhibiciones intelectuales se rasgan las vestiduras porque hablar en inglés en un foro internacional equivale a entregar el país a la voracidad de los fondos buitres.

Naturalmente, también leo las columnas de Mario Wainfeld y Horacio Verbitsky (por ejemplo), a quienes en modo alguno se puede confundir con la infección de Brancatellis (ésa es la mezcla exacta de ignorancia y resentimiento de la que deberíamos ser capaces de prescindir). Weinfeld y Verbitsky no necesitaron del kirchnerismo para pensar lo que piensan, decir lo que dicen y criticar al actual gobierno por sus actos de gobierno. Es decir, no necesitaron ni necesitan que les pasen letra.

Soy incapaz de simpatizar con el gobierno nacional por muchas razones, todas ellas de izquierda, pero cada vez que prendo la televisión y escucho matonear otra vez a Daiana Conti me dan ganas de salir a abrazar a Aranguren (no lo permita Dios).

Habrá que esperar a que el “kirchnerismo residual” (me encanta la definición: ¿es de Pagni?) dé sus últimos estertores para poder salir a discutir en serio políticas de Estado.

Mientras tanto, imaginamos un país gobernado por Máximo Kirchner, y vamos distribuyendo los ministerios. Hagan la prueba, es el juego del verano.


jueves, 28 de enero de 2016

¡Sigue la censura!

Tras 25 años, Catalina Dlugi se aleja de El Trece

Así lo anunció la columnista de espectáculos en su cuenta de Twitter


¡Porca miseria!




miércoles, 27 de enero de 2016

Otra denuncia estremecedora

Dicen que la satisfacción sexual se acaba luego de un año de relación

Lo revela un estudio, aunque no lo relaciona, como sugirieron trabajos previos, con la convivencia, el matrimonio o la llegada de los hijos.


martes, 26 de enero de 2016

Jate jodé!

Otra detención por una protesta, ahora en Río Negro

El secretario general de ATE Río Negro, Rodolfo Aguiar, fue arrestado luego de encabezar un bloqueo al ingreso de la Universidad del Comahue para reclamar la reincorporación de 12 trabajadores tercerizados que fueron despedidos en diciembre. Aguiar y otros dos militantes de la CTA están detenidos e incomunicados en la Comisaría 31 de General Roca.
Según informó el diario Río Negro, la detención se dio luego de que el representante de la empresa Litoral Cleaning se presentara en el corte en el ingreso de la Universidad del Comahue con un escribano para dejar asentado que los nuevos empleados no pueden ingresar por la protesta de la CTA. Eso derivó en un tumulto y en la intervención de la policía.
El secretario adjunto de ATE Río Negro, Aldo Capretti, precisó que la detención de Aguiar se concretó luego, ya en la comisaría 31, a donde el dirigente había concurrido para "radicar una denuncia por los empleados despedidos". "Lo esposaron y la detención se produce en la comisaria", remarcó en diálogo con Radio Del Plata e informó que el gremialista se encuentra incomunicado. "Lo que quieren es ejemplificar para que la gente no salga a protestar", opinó Capretti.
"El máximo representante de ATE fue detenido y esposado de manera violenta por efectivos policiales de la Comisaria 31, sita en Paraná y Panamá", informaron desde el gremio de estatales rionegrinos y agregaron que "dos trabajadores, militantes ambos de la CTA, también fueron privados de su libertad y reprimidos, por el solo hecho de querer conocer los motivos de la detención de Aguiar". "Todos ellos se encuentran incomunicados y esposados en una oficina", añade el comunicado, que habla de "un operativo pocas veces visto" en torno a la comisaría, con "más de 70 efectivos policiales portando armas largas".
“Desde la CTA Autónoma exigimos la liberación de Rodolfo Aguiar y el cese de la criminalización de la protesta social. Asimismo nos solidarizamos con los trabajadores en lucha por su inmediata reincorporación”, afirmó por su parte la Central de los Trabajadores Argentinos a través de un comunicado.


Otra denuncia estremecedora

Facundo Pieres: "El polo necesita muy urgentemente cambios drásticos"

lunes, 25 de enero de 2016

Seguridaje

Emergencia en seguridad, "otra oportunidad perdida"


El Acuerdo de Seguridad Democrática y el Grupo convergencia advirtieron que la emergencia en seguridad decretada por el Gobierno nacional "pone en marcha medidas que profundizan las peores tendencias en materia de políticas de seguridad", y que "para dar respuesta a demandas sociales legítimas, otra vez se realizan anuncios efectistas pero ineficaces, con el agravante de que en esta oportunidad la escalada punitiva llega a habilitar una pena de muerte encubierta". Entre los firmantes se encuentran el exministro de Seguridad bonaerense, León Carlos Arslanian; el presidente del Cels, Horacio Verbitsky; Beatriz Sarlo, Nilda Garré, Adolfo Pérez Esquivel, y el diputado del Frente Renovador, Felipe Solá.

"El decreto -continúa la declarción- expresa un enfoque que considera que el narcotráfico es 'la principal amenaza a la seguridad de los argentinos' y lo transforma en la explicación de los problemas relacionados con el delito y la violencia. Así se intenta justificar que para detener el ingreso de drogas declaradas ilegales al territorio nacional es necesario un estado de emergencia que habilita medidas excepcionales. Sin tener ningún diagnóstico, la emergencia hace foco en la frontera norte como causa principal de los problemas del narcotráfico y decide concentrar allí los recursos con un enfoque de corte militarista. Ya se ha demostrado que este camino no tiene capacidad para desarmar el complejo mercado de las drogas ilegales, ni su tejido con las instituciones estatales involucradas en las redes de ilegalidad. En cambio, sobran pruebas de su capacidad para incrementar los niveles de violencia y las violaciones a los derechos humanos.
"El decreto caracteriza al narcotráfico como una violación a la soberanía nacional e inscribe a las políticas para enfrentarlo en el modelo de las 'nuevas amenazas' que EEUU prescribe para América Latina pero que no aplica en su propio territorio. Asimilar el narcotráfico a una agresión militar extranjera lo coloca por encima de otros delitos tanto o más violentos como la comercialización ilegal de armas de fuego. Como consecuencia de este paradigma, se le atribuyen a las Fuerzas Armadas nuevas facultades para intervenir en cuestiones de seguridad pública y no de defensa nacional. Esta decisión produce un quiebre en la distinción entre seguridad interior y defensa nacional que ya se había debilitado en el gobierno anterior.
"Las FF.AA. no se limitarían ahora a controlar el espacio aéreo sino que también tendrán la potestad de derribar aviones que no se identifiquen, sin necesidad de consultar a las autoridades políticas para hacerlo. Esta medida es inconstitucional desde el momento en que constituye una pena de muerte sumaria encubierta, en contradicción con el Pacto de San José de Costa Rica, con jerarquía constitucional. Las experiencias internacionales han demostrado que la intervención militar contra el narcotráfico no produce ningún efecto beneficioso, sólo contribuye a una escalada de la violencia.
"La emergencia no reconoce las principales deficiencias del sistema de seguridad como la falta de profesionalización y de reforma de las fuerzas policiales para que dejen de ser un engranaje fundamental de los mercados ilegales ni la degradación de los sistemas penitenciarios y las deplorables condiciones de detención. En lugar de ello, se habilitan una serie de procedimientos de excepción para aumentar el número de efectivos policiales y dotarlos de mayor poder de fuego. Por ejemplo, se autoriza la convocatoria a personal retirado, medida que ya ha sido adoptada reiteradas veces y que no aporta nada positivo, pero que desprofesionaliza a las fuerzas de seguridad. Estos cuerpos policiales reforzados, que mantienen los mismos problemas de violencia y corrupción, son luego destinados a operativos de saturación en barrios pobres, sumando un problema más a las situaciones cotidianas de violencia que se viven en algunos de estos barrios. Al mismo tiempo, la declaración de emergencia habilita al poder ejecutivo a incrementar los gastos en tecnología y armamento y debilita los sistemas de control para las contrataciones estatales.
"La declaración de emergencia -dicen los firmantes- se presenta como una estrategia unilateral e ineficaz que tiene más de impacto comunicacional que de política consensuada, técnicamente eficaz, sustentable en el tiempo y evaluable por sus resultados.
"La declaración de emergencia no propone medidas capaces de afectar el funcionamiento de los mercados ilegales como por ejemplo fortalecer el control del lavado de activos provenientes del narcotráfico que atraviesan el sistema financiero. Al mismo tiempo, los nombramientos en la unidad encargada de elaborar estas políticas no parecen ir en el sentido de incrementar el control. Tampoco se han dado a conocer medidas para intervenir en la relación promiscua entre fútbol y política, fenómeno íntimamente vinculado al narcotráfico y a los crímenes mafiosos. Para promover una verdadera política de Estado para enfrentar los complejos fenómenos del delito y la violencia no es posible dejar de lado la necesidad de profesionalizar las instituciones policiales y el sistema de Inteligencia. Al mismo tiempo, debería jerarquizarse el trabajo preventivo territorial, en particular con los jóvenes y los niños.
"Las políticas de seguridad en general y de drogas en particular, deben surgir de diagnósticos rigurosos y de un enfoque de seguridad democrática. La emergencia en seguridad declarada por el Poder Ejecutivo es otra oportunidad perdida para dar un debate serio sobre las formas en que un estado democrático debe abordar los problemas del delito y la violencia. Diversos espacios políticos, sociales y académicos, entre ellos el Acuerdo de Seguridad Democrática y el grupo Convergencia, venimos planteando que la obligación del Estado de dar seguridad a los ciudadanos debe realizarse en el marco de principios democráticos, a partir de acuerdos políticos y sociales amplios que eviten medidas demagógicas e ineficaces. Estos acuerdos deben avanzar en el diseño e implementación de políticas de corto, mediano y largo plazo, orientadas a encontrar soluciones perdurables a las demandas sociales en materia de seguridad", concluye el grupo coordinador Acuerdo de Seguridad Democrática y Convergencia, integrado entre otros, por Alberto Binder, Gastón Chillier, Enrique Font, Gabriel Kessler, Gustavo Palmieri, María Victoria Pita, Marcelo Saín, Sofía Tiscornia, Paula Litvachky, Marcela Perelman, Manuel Tufró, Agustín Colombo Sierra, Nicolás Comini, Enrique del Percio, Ernesto López, Juan López Chorne, Pablo Martínez, José Paradiso, Raúl Sánchez Antelo, Luis Tibiletti, Juan Gabriel Tokatlian, y José María Vásquez Ocampo.

Entre los firmantes figuran, además de los nombrados Jorge Taiana, Eduardo Valdes, Hermes Binner, Rafael Gentili, Leonardo Grosso, Dante Caputo, Rut Diamint, Carlos Acuña, Victoria Donda, Gabriel Puricelli, Juan Manuel Abal Medina, Nito Artaza, Paula Alicia Ciciliani, Juan Pablo Cafiero, Roberto Gargarella, Germán Montenegro, Alicia Pierini, Manuel Garrido, Eduardo Rinesi, Ana Jaramillo, Hernán Patiño Mayer, Humberto Tumini, Juan Sasturain, Carlos Gabetta, Mempo Giardinelli, Maristella Svampa, Paula Canelo, Khatchik Derghougassian, Pablo Bergel, Marcelo Leiras, María Esperanza Casullo, Gabriel Anitua, Hugo Spinelli, Andrea Catenazzi, Silvia Guemureman, Virginia Manzano, Sebastián Pereyra, Máximo Sozzo, Esteban Rodríguez Alzueta, Alberto Schprejer, Mario Pecheny, José Garriga Zucal, Natalia Bermúdez, Alejandra Otamendi, Martín Becerra, Juan Tapia, Pablo Alabarces, Alberto Bovino, Ileana Arduino, Jorge Ceballos, Roberto Cipriano, Victor Mendibil, Gabriel Ganon, Alejandro Grimson, Lila Caimari, Diego Tatián, Susana Morales, Magdalena Brocca, Natalia Federman, Alfredo Lazzeretti, Graciela Cousinet, Federico Masso, Isaac Rudnik, Edy Binstock, Ángela Oyhandy, Juan Carlos Manoukian, Gabriel Bombini, Eduardo Tavani, Pablo Semán, Cecilia Ales, Daniel Lvovich, María Marta Bunge, Norberto Alayón, Daniel Badenes, Diego Sztulwark, Eva Muzzopappa, Mariano Ciafardini, Silvina Segundo, Roberto Pittaluga, José Massoni, Emilio Crenzel, Carla Villalta, María José Sarrabayrouse Oliveira, Brenda Canelo, Paula Abal Medina, Patricio Brodsky, Raquel Witis, Jorge Witis, Catalina Smulovitz, Leandro Halperin, Ana Natalucci, Valeria Barbuto, Leonor Arfuch, Julián Axat, Alejandra Oberti, Julio Maier, María Inés Peralta, Mariano Faraci, Alejandro Cattaruzza, Santiago Garaño, Mabel Grimberg, Luis Belloli, Horacio Alcuaz, Gabriela Seghezzo, Araceli Díaz, Mario Alberto Juliano, Mariana Silvina, Mariana Casullo Amado, Jorge Cernadas, Marcela Bonifacio, Dante Peralta, Laura Duarte, Carolina Mera, Horacio Javier Etchichury, Stella Onetto, Juan Carlos Radovich, Héctor Tri Heredia, Adrián Berardi, Jorge Bernetti, Nora Delia Rabotnikof, Dante Ganem, Alejandro Blanco Araujo, Mariano Perelman, Telma Luzzani, Adriana Rodríguez Pérsico, Ana Castellani, Jorge Rachid, Jorge Elbaum, Mónica Macha, Juan Piovani, Diego Galeano, Jaime Garreta, Eugenia Cozzi, Verónica Gago, Neka Jara, María Medrano, Alberto Spagnolo, Mario Santucho, Alejandra Rodríguez, Diego Skliar, Julio Burdman, Sandra Raggio, Rodrigo Pomares, Stella Martini, Paola Bergallo, Gabriel Bombini, Oscar Rovito, Carola Cóncaro, Vicente Palermo, Martín Plot, Marisa González de Oleaga, Verónica Heredia, Lucía Diforte, Aníbal Viguera, José Machain, Pablo Vommaro, Julián Bertranou, Diego Kantor, Guillemo Piccolini, Liliana Inés Cabrera, Melina Vazquez, Gabriel Alberto Lanaro Ojeda, Pedro Pablo Curotto, Iván Schuliaquer, Amelia Rosa Baez, Daniela Slipak, Beatriz S. Diez, Philip Kitzberger, Pedro Núñez, Sergio Eissa, Jorge Pinedo, Raquel Castronovo, Cecilia Senen González, Déborah Daich, Claudio Cholakian, Raúl Gustavo Ferreyra, Miguel Talento, María del Carmen Bianchi, Ana Clement, Concepción Palumbo, María Cristina Alvite, Raúl Salinas, Pao Legay, Graciela Guilis, Guillermo Izaguirre, Verónica Devalle, Mónica Tarducci, Leandro Andrini, Pablo Valle, Joan Patrice Mc Sherry, Beatriz Garrido, Mercedes Roffe, Francisco Figueroa, Roberto Manuel Carlés, Silvia Renee Horne, Aída Loya, Adrián Martín, Patricia Sadovsky, Horacio Gárgano, Solange Novelle, Julia Risler, Gastón Bosio, Andrea Saidman, Alfredo Pérez Galimberti, Alejandro Hener, Alicia Azubel, Jorge Kors, Fernando Javier Davis, Norma Lanciotti, Enrique Tenenbaum, Sergio Costigliolo, Noé Jitrik, María Rosa Díaz, Josefina Ludmer, Roberto César Iglesias, Cecilia Trosman, Luciano Anzelini, María Rosa Glasserman, Julián López, Pablo Turnes, Stella Maris de Filpo, María Susana Garceron, María Lucrecia Rovaletti, Daniela Inés Monje, Diana Laurencich, Pablo Lupich, Nadia Koziner, Gustavo Arballo, Daniel Cholakian, Beatriz Sara Sedler, Juan Pegoraro, Mabel Manzanal, Oscar M. Blando, Marta Fernández Patallo, Sandra Mutal, Matilde M. Bruera, Laura Golbert, Nélida Alicia Barber, Stella Martini, Andrea Laura Costa, María Rosa Neufeld, Jens Ariel Thisted, Hugo Rapaport, Manuel Balán, Susana Cohen, Carina V. Kaplan, Silvia Wikinski, Mariana Wikinski, Matías Cerezo, Irene Konterllnk, Daniel Slucki, Fernando Kron, Nora Schappapietra, María Iribarren, Ana Pérez Luzuriaga, Alicia Pahn, Juan Sebastián Galarreta, Richard Trincheri, Azucena Racosta, Hugo Urquijo, Alfredo Tagle, Gustavo Germano, Lydia Statile, Emilce Moler, Raúl Courel, Julio Darío Burdman, Florencia Brescia, Celina Van Dembroucke, Alberto Kornblit, Daniel Navarro, Cecilia Checha Merchan, Fernando Gauna Alsina, Ana María Svampa, Jimena Néspolo, Rubén Schrott, Elizabeth Jelin, Miguel Angel Rossi, Laura Fernández, Darío Rubinstein, Patricia Saltanovich, Gabriel Pérsico, Francisco Gorostiaga, Norberto José Ferreyra, Susana Margulies, Luciano Nosetto, Ursula Kirsch, Lyllan Silvana Luque, María Cristina Cravino, Daniel Erbetta, Hugo Piotti, Irene Di Matteo, Soledad Gesteira, Luciana Torres, María Florencia Gentile, Juan Carlos Perone, Débora Gorban, Mariana Galvani.

Adhieren la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), ANDHES, Asociación Pensamiento Penal (APP), Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Colectivo Habitar Argentina, Colectivo de Investigación y Acción Jurídica (CIAJ), Comisión Provincial por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires (CPM), Instituto Latinoamericano de Seguridad y Democracia (ILSED), Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP), Intercambios Asociación Civil, Programa Universidad y Cárcel (Universidad Nacional de Córdoba), Xumek, Organización Barrial Tupac Amaru, Instituto de Investigación y Experimentación Política (IIEP), Yo No Fui Asociación Política y Social, Comisión Memoria, Verdad y Justicia de Zona Norte, Colectiva de Antropólogas Feministas, Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina, Grupo Argentino de la Asociación Internacional de Derecho Penal, El Piojo Comunicación Infantil, Asociación de Reducción de Daños de la Argentina, Cladem Argentina - Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres, Casa de la Memoria y Resistencia Jorge Nono Lizaso, Asociación Civil Radio La Cantora, Corriente Política y Social La Colectiva, Atrapamuros - Colectivo de Educación Popular en Cárceles, El Agora, Asociación Civil Madre Tierra, y siguen las firmas.


Y que corten mil calles más

Por Nicolás Lucca para Relato del presente

Empezaron con multitudinarias plazas del amor donde se juntaban a putear a los que generaban guita. Siguieron con ferias en las que los niños podían jugar al tiro al blanco mediante escupitajos a periodistas. Luego de no llenar Parque Lezama, empezaron a copar los patios internos de la Casa Rosada. Del “si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”, pasaron al “ya van a ver, vamo’ a volver”, como si la democracia se tratara de una Fiesta de Quince en la que hay que confirmar cubierto. Luego llegó el “resistiendo con aguante”, algo que sólo puede salir de un cerebro con una vacante en el casillero de sinónimos, como puteando con insultos, o siendo virgen con castidad.
La resistencia con aguante generó una plaza colmada para una charla magistral de Axel Kicillof y un montón de carenciados afectivos que dijeron “dónde viste un ministro de Economía tan querido”. En lo particular, con que supiera de economía, me conformaba. Para que lo quieran ya tiene a la familia. Resistir con aguante también dio como fruto un “Manual de Micromilitancia Activa” en el cual se recomiendan acciones que ellos consideran de “guerrilla comunicacional”, como utilizar a tus propios hijos para montar conversaciones ficticias frente a los precios en el supermercado que disparen el temor de la vieja de al lado, que lo único que quiere es llevarse tres tomates para acompañar el churrasco.
Luego vino una marcha para repudiar la censura a Víctor Hugo Morales, que fue despedido de Continental por inviable. Movilización, equipos de sonido que nadie se preguntó quién pagó, y el Cuervo Larroque parado al lado del relator de fútbol para bancarlo. Sí, el mismo que hizo rajar de la TV Pública a Juan Micelli luego de que éste le preguntara si era necesario que La Cámpora monopolice la solidaridad ajena tras la inundación de La Plata en 2013.
También despidieron a Eduardo Feinmann de Radio 10, pero nadie organizó una marcha, no sabemos bien si por falta de tiempo, o porque les dijeron “el Feinmann malo” y no sabían bien de cuál de los dos se trataba. Lo cierto es que, mientras al Edu lo mandaban a la casa, en el Congreso se daba una situación de esas que sólo pueden pasar cuando un Kirchner está en el medio: pelearse por un despacho para Máximo. Si bien en un principio me solidaricé porque entiendo la emoción que debe sentir el primogénito de Néstor y Cristina al pegar su primer laburo pisando los cuarenta, no pude dejar de pensar que siempre pueden caer abajo. De llenar plazas a “Mamá dice que esa oficina es mía”, sin escalas.
Por si fuera poco, el kirchnerismo residual se encuentra ante el enorme drama de tener que movilizarse y bancar la organización sin caja y con la conducción del PJ reclamada por Scioli, que dedica sus días a mencionar a Rial por Twitter. Al perder la provincia de Buenos Aires, no les quedó ni un refugio para meter contratados que pueda satisfacer la demanda de trabajadores que quieren ser ociosos y cobrar por ello. Sorprendentemente, ni siquiera son solidarios: con toda la que se llevaron, tienen para mantener a todo el lumpenaje, pero a esta altura ya sabemos que no son de poner cosas de su bolsillo.
Quizá uno de las mayores contradicciones de esa asociación ilícita que hemos dado en llamar “kirchnerismo” es que se hayan presentado como los paladines del crecimiento del Estado omnipresente y, a su vez, fomentaran el crecimiento de organizaciones paraestatales. Como el Joven Manos de Tijera, todo lo que ha tocado El Modelo lo hizo pomada. Obviamente, las luchas sociales no podían ser la excepción y allí terminaron Luis D’Elía premiado con una repartición nacional en vez de ir en cana por prender fuego otra repartición nacional, Milagro Sala montando una megaempresa cuya materia prima es la necesidad de los más pobres, y Hebe de Bonafini patinándose miles de millones de pesos de la mano de Sergio Schoklender, hecho con el cual consiguieron lo que ni los milicos pudieron: desprestigiar a las organizaciones de derechos humanos.
El caso de Milagro Sala hoy está en boga simplemente porque cayó en cana y porque muchos compraron el verso de que nada cuenta cuando esa persona está de nuestro lado. O sea: si creyeron que lo de Once fue obra de extraterrestres interesados en la vida inteligente de nuestras tierras y no de la joda loca de los subsidios que se chorearon, o que la derrota de Aníbal Fernández y Daniel Scioli se debió a una campaña periodística y no a que presentaron de candidatos a Aníbal Fernández y a Daniel Scioli, está claro que no importa que la líder carismática jujeña y representante del movimiento Nacional y Popular en el Parlasur se patine unos morlacos cual bacana en el Conrad Punta del Este Resort & Casino.
El problema es que quisieron ponernos como ejemplos y modelos a seguir a las organizaciones que supuestamente combaten el poder hegemónico concentrado. Y muchos compraron sin darse cuenta que ser Gobierno es ser el Poder. Estuvieron más de doce años y medio y la culpa es “del verdadero Poder”, y lo dicen sin ponerse colorados ni tirar un freno de mano para pensar por un nanosegundo en la contradicción de quién carajo es el que tomaba las decisiones en el país mientras ellos cantaban apretujados en los actos de Cristina. Y ese modelo de resistencia al Poder desde el Poder sólo pudo ser aceptado a través del delirio o la comodidad de sentirse parte de algo por una vez en la vida. No tiene nada de meritorio la beneficencia y cooperativismo con la guita ajena, ni se diferencia mucho de lo que hacen las grandes corporaciones cuando nos extorsionan diciendo que, si compramos su producto, una familia que nunca vimos puede dejar de vivir en la calle, en vez de hacer la donación directamente, en silencio y sin darnos culpa. Tampoco encuentro dónde está el motivo del aplauso al combate al capitalismo financiado por los impuestos de los que motorizamos el país a fuerza de capitalismo básico: producción.
Cuando dicen que Milagro Sala es una presa política no mienten: para la concepción que tienen de la política, el apriete, el clientelismo extorsivo, la amenaza, el exterminio de la competencia y el choreo estratificado es natural. Y si para ellos de eso se trata la política, ir preso por chorear, apretar y extorsionar, es ser un preso político. Si les mostraron que Boudou tiene hasta un domicilio en un médano y hablaron de operación de desprestigio, o defendieron todos y cada uno de los millones injustificables de Cristina, es porque creen que así está bien comportarse, que es lo normal. A lo largo de mi vida me cansé de escuchar “lleva años viviendo de la política, está forrado en guita”, como si estuvieran hablando de la carrera laboral que se mandó el pibe que empezó de cadete y llegó a CEO de la empresa. Está increíblemente naturalizado. Y si el kirchnerismo se caracterizó por aprovecharse al extremo de todos nuestros defectos cívicos, estaba cantado que la malversación de caudales públicos no podía ser la excepción a la regla, ni que tampoco iba a zafar de esta ley física la defensa ciega hasta el ridículo de cualquier animalada.
Es por todo esto que creo que si quieren cortar calles, que corten todas las que quieran. Si desean realizar una marcha para repudiar la censura al programa inviable de Víctor Hugo, que hagan una por día. Si les pinta hacer una movida para exigir que se reforme la Constitución para que Cristina sea declarada Emperatriz de la galaxia, que lo armen en formato anual. Si se les antoja organizar una petición para que el Papa decrete que todos los días son San Néstor Kirchner, que lo hagan pero con mesas en cada esquina e interrumpiendo a cada transeunte. Si quieren armar un debate público en Parque Saavedra para debatir el rol durante la dictadura de la faja que le pusieron al despacho que Máximo quería para él, que hagan cien. Si se les canta seguir con la micromilitancia activa de guerrilla comunicacional, que no se limiten al supermercado, el bondi o el subte: vayan casa por casa y toquen cada timbre, preferentemente a la hora de la cena. Y si quieren reclamar por la delincuente común Milagro Sala y decir que en realidad es una presa política, por mí que prendan fuego todo.
Porque cada vez que se mandan una de esas, nos recuerdan de la que zafamos y de lo que nos costó zafar. Y todas y cada una de sus acciones de micromilitancia activa son recordatorios pegados en nuestras cabezas que nos dice que aguantemos, que nada puede ser peor. Todavía no se dieron cuenta de que, si hay ajuste y recesión inflacionaria y así y todo las cosas están tranquilas, es porque veníamos de ajuste y recesión inflacionaria, pero con ellos rompiéndonos las tarlipes las 24 horas, los siete días de la semana, todos los meses del año. Básicamente: que tiraron tanto, pero tanto de la soga, que hasta no llegar a fin de mes nos resulta relajante, porque ahora podemos elegir si queremos escuchar que nos griten que la culpa es de la década de los noventa y de la Alianza, o sea, nuestra por no haber notado antes que estaba por llegar el kirchnerismo salvador para redimirnos de nuestro pecado liberal y devolvernos a la senda del Señor Estado, ese que es tan, pero tan grande que no podía agacharse a levantar a los más necesitados.
Así que sí: sigan. Y que no aflojen, eh, que acá tenemos la memoria bien frágil y, en una de esas, nos olvidamos que alguna vez tuvimos un Gobierno que nos endeudó desendeudándonos, que nos empobreció redistribuyendo y que nos limitó nuestras libertades empoderándonos de derechos.

Domenica. Sí, no es un día habitual para que aparezca un texto mío, pero para no romper con la tradición calabresa que dice que en el día del natalicio hay que hacer todo lo que uno quiere repetir durante el año, aquí estoy, publicando un nuevo texto en mi cumpleaños número 34. Yo hago mi parte cabulera, ustedes hacen el resto. Gracias.

Un gato sobre el tejado de zinc caliente

Retomo una historia penosa:

Tita y Cartulina detestan a Sabático y volcaban en él su violencia y su amargura en nosotros. Como una leve crisis familiar nos obligó a mudarnos al campo, allí comprobamos la felicidad absoluta de Sabático, paseando con su novio, Lío o revolcándose inmoderadamente con él:



Nuestras gatas siguieron sin aprobar al jovenzuelo, pero allí en el campo hay más lugar y los resentimientos se disuelven. Hay, además, mucho por conquistar:




Nos pareció cruel seguir imponiéndole a nuestros tres gatos una convivencia que ellos no deseaban y a Lío la angustia de ver partir a su mejor amigo. Decidimos que ambos se quedaran juntos en el campo. Cedimos el usufructo de Sabático, pero no su propiedad. Igual sufro y lo extraño. Corazón partio. Sylvia Molloy me acompaña en el sentimiento.





El cuento del presente

Ya salió Tránsitos. Antología Itaú de Cuento Digital 2015, de la cual soy un poco responsable porque fui jurado en una de las categorías. Lamentablemente, la Fundación Itaú estableció criterios de selección tan raros que el cuento ganador no había sido seleccionado en primer lugar por ninguno de los jurados.
En todo caso, entre las menciones hay varios cuentos que yo hubiera puesto en primer término:

"Redactora freelance" es muy simple, pero también muy eficaz para reproducir una conciencia en movimiento.

"Hashtag10en8" me reveló posibilidades narrativas de un universo que detesto (Facebook y demás "redes sociales") donde, a mi pesar, hay gente buena.

"Facundo" es un relato tradicional que poco le debe a las nuevas tecnologías, pero es extraordinario.

"Proyecto anillo" se construye a partir de un formato que detesto, la planilla excell (en cambio, adoro las tablas en formato word). Pero también demuestra que aún en los formatos más execrables puede latir una chispa de vida.

"Códigos", el primer premio, cumplía con todos los requisitos de la convocatoria, pero exigía demasiado del lector para una historia más bien pobre.

Agradezco a  Claudia Kozak haberme convocado para ser parte de este jurado y a los autores, la delicadeza con la que observan el mundo.
 



sábado, 23 de enero de 2016

Mientras tanto, en otro lugar...

Il saggio dunque si articola in quattro macrosezioni (Método, Imágenes, Nombres, Escrituras), ognuna delle quali pone problematiche e tentativi di analisi inerenti l’ambito suggerito, pur se la ripartizione è fluida e gli oggetti d’indagine talvolta migrano da una sezione all’altra (alcuni esempi sono rappresentati dalle analisi intorno alle pratiche performative e al discorso identitario). È interessante notare come vi èsolo uno spazio in senso stretto dedicato alla letteratura (Escrituras), a indicare anche il ridimensionamento dell’esperienza letteraria nell’economia della cultura contemporanea, a vantaggio di forme meno “colte”. In Método l’autore emblematizza la “sutura” tra passato e presente nelle figure di Filologia e Postfilologia: come la prima èlegata all’ermeneutica del testo, al mondo inteso lukacsianamente come Totalita, cosìla seconda persegue la ricerca della chispa de vida, ossia ciòche continua a vivere tra le righe del testo (sia esso romanzo, film, immagine, corpo) muovendosi tra nuove tecnologie e rovine del vecchio mondo. La Postfilologia quindi nasce dal superamento della scienza positivista, dall’evoluzione stessa della Filologia che tenta il medesimo sforzo di comprensione ma con strumenti diversi, adatti alla grammatica dilatata e frammentata che è quella della cultura post umanistica. Centrale, in questo senso, risulta l’attenzione posta sul corpo come testo, laboratorio identitario e territorio di frontiera tra natura e artificio. Èil caso di Thomas Gareth, il cui corpo ricoperto di tatuaggi diventa lo spunto per riflettere sulla feticizzazione dell’umano, inteso nei termini di frammentazione dell’unita, e sulla sua storicizzazione, divenendo testo e impronta del proprio tempo. 

(...)

L’analisi di Link sembra in parte ripercorrere, nelle intenzioni, lo stile del Passagenwerk benjaminiano, come si deduce dall’andamento erratico, dal procedere per intuizioni che nascono dalla materia magmatica e multiforme del presente che sollecita e, talvolta, disorienta la nostra sensibilità di osservatori fruitori del XXI secolo. Va segnalata soprattutto la capacità di costruire il discorso tenendo insieme oggetti distanti per provenienza e destinazione, sempre seguendo la logica del “borde”, del confine: e infatti l’eterogeneità degli oggetti viene organizzata sotto il comune denominatore di ampie categorie tematiche o dall’accomunamento del prefisso “post”. Tuttavia in quella che è una risorsa del testo si intravede anche un suo limite, ossia nella mancanza di un centro che orienti la lettura. Il rischio è che l’analisi dei numerosi oggetti culturali, seppur condotta con scrupolosità scientifica e investigativa, sfugga ad una sintesi finale che renda leggibile lo sforzo dell’autore.

Lucia Faienza para Between. El texto completo, acá.


La era del boicot

por Daniel Link para Perfil

Salimos de la era del complot y entramos en la era del boicot. Boicoteo el turismo a Jujuy por el encarcelamiento de Milagro Sala (no tenía pensado viajar a Jujuy, pero ahora lo hago activamente, como boicoteador). En cambio, no boicotearía ningún viaje a Córdoba porque, aunque los cordobeses hayan votado inmoderadamente en favor del actual gobierno, allí están mis raíces y debo confesar que el voto ferné (70-30) me resultó, en su momento, simpático. Boicoteo la entrega de los Oscar y por las mismas razones que el Sr. y la Sra. Smith han expuesto: basta de nominaciones al Oscar para rubias taradas que, más tarde o más temprano, enloquecen de terror y de bótox. Queremos actores y actrices coloreados en las ternas. Por eso, no voy a ver la entrega de este año (además, es probable que gane una estatuilla ese actor, cabeza de chupetín, Leonardo DiCaprio, cuya carrera vengo boicoteando hace mil años). Boicot a Jujuy, a DiCaprio y al racismo hollywoodense.
Decidí no boicotear la primera entrega de La leona, y anoche me instalé frente a la pantalla de Telefe. Es una ficción que atrasa cuarenta años: está “inspirada” en Norma Rae, salvo que esta protagonista (Nancy Dupláa), a quien sus compañeros de trabajo llaman “la leona” aparentemente por su decisión para defender sus derechos laborales, está mucho más “cirugeada” que su antecesora y los diálogos dejan, como siempre, bastante que desear. Ella, en un momento, dice: “Nos deben el aguinaldo y las vacaciones. No pueden, además, quitarnos la fiesta de carnaval”.
El padre del dueño de la empresa para la cual la leona trabaja solía abrir el patio de la empresa para que los niños de la vecindad “se caguen a bombazos” (sic de Dupláa). Ahora, el empresario crudelísimo (interpretado por Miguel Angel Solá, quien le aporta al personaje un grado de antipatía mucho mayor que el necesario) ha decidido interrumpir esa entrañable tradición (que no suponíamos viva). 
Los tiempos cambian. Y para demostrarlo, ha contratado a un nuevo CEO de Recursos Humanos, interpretado por un maquilladísimo Pablo Echarri, con quien se reúne para reírse con risa de Sr. Burns de los empleados. Mha, ha, ha, ha, ha. Por fortuna el hijo del dueño acaba de volver de Chile y tiene buen corazón (se lo ha entregado, en la infancia, a la leona). Cambié de canal,  la tira es espantosa: mal guionada, con diálogos de una pobreza tan alarmante como las ideas de los hijos del dentista de San Andrés de Giles. Véase la cita previa: podrá un empleador atrasarse en el pago del aguinaldo, pero no en el de las vacaciones, que se calculan proporcionalmente y no se pagan todas al mismo tiempo, sino cuando el empleado se las toma.
No boicoteo La leona, aunque dejo de ver ese teleteatro porque es irremontable. Pero prometo seguir boicoteando. Ya daré mi lista completa.

sábado, 16 de enero de 2016

Música clásica


Por Daniel Link para Perfil

No suelo seguir la entrega de los Premios Golden Globe porque las series que yo miro rara vez aparecen en las nominaciones y las que se premian suelen ser ficciones que yo jamás vería (Homeland, Mad Men, House of Cards: pesadillas que prefiero evitar).
Este año, sin embargo, hubo dos sutiles presencias que cambiaron mi habitual humor sarcástico en relación con esos premios que, como el presentador Ricky Gervais subrayó, siempre imaginé comprados (por la cadena Fox, si eso fuera cierto, que los recibe como si fueran una lluvia de casualidades).
Estaban nominadas Flesh and Bones (una miniserie deliciosa sobre el mundo de la danza) y Mozart in the jungle (una serie deliciosa sobre el mundo de la música clásica). La primera no ganó nada, la segunda (claro, la emite Fox) ganó dos premios, incluido el premio a mejor actor para Gael García Bernal, quien desempeña a un geniecillo mexicano de la dirección orquestal que desbarata un poco el armónico mundo de los patrocinadores y los directores de teatro, de los ricachones neoyorquinos y los sindicatos de músicos.
La segunda temporada de Mozart in the jungle (que ya va por el décimo capítulo) es mucho mejor que la primera: Mozart ya no aparece tanto como interlocutor imaginario del Maestro Rodrigo y una “gira latinoamericana” de la orquesta neoyorquina permitió, incluso, capítulos enteramente hablados en castellano. Como en la temporada anterior, no hay conflictos estrafalarios ni trascendentales combates entre el Bien el Mal. Se trata solamente de llevar adelante una orquesta, con todas las pequeñas miserias que eso implica, mientras suenan los más selectos fragmentos de música clásica (incluso: más clásica que la que estaríamos dispuestos a escuchar).
Flesh and Bones es más sombría y focaliza su atención en la meteórica carrera de una ballerina (es como si se tratara de un Cisne negro mejor hecho). No revelo el secreto del drama de la protagonista, pero en los últimos capítulos se sabe que incluye una cuota de incesto.
Las dos series están extraordinariamente bien narradas y todas sus partes se acomodan a un ritmo fluido. Sus pormenores no necesitan de excesivo dramatismo: un violinista con la casa hipotecada que finge que le robaron su instrumento para poder cobrar el seguro, o una bailarina cuya salud se quebranta por culpa de las dietas excesivas. Relatos puros y encantadores de mundos precarios y en vías de extinción.

viernes, 15 de enero de 2016

Un amor en Chihuahua


Por Daniel Link para Soy

Todos los 29 de diciembre, un día después del día de los Santos Inocentes y dos días antes del fatal final de año, mi marido cumple años. Desde niño arrastra el “síndrome de Capricornio (primer decanato)”: los amigos (si no se han ido de vacaciones) no se acuerdan de saludarlo y nadie tiene plata para regalos.
Este año se me ocurrió regalarle un engaño: le dije que tenía una invitación para pronunciar una charla en el Museo Provincial de Gualeguaychú. Por fortuna no preguntó detalles y apenas terminamos de almorzar el día 29 salimos con rumbo entrerriano. Llovía a cántaros. Cuando llegamos a nuestro destino me dio indicaciones para llegar al hotel en el que le había dicho que iban a alojarme. Simulé que como era temprano mejor era mirar un poco los alrededores, pero la costa estaba totalmente inundada (los recreos habían desaparecido bajo el agua) y no pude sostener la ficción por más tiempo. Le revelé el regalo verdadero: cuatro noches en la playa naturista de Chihuahua (Uruguay), en un complejo hotelero nudista.
Yo había imaginado algo así como un loco paréntesis ibicenco en nuestras rutinas laborales, pero fue más bien un viaje en el tiempo. En una de las casas (vacías) de los alrededores un cartel rezaba: “aquí lo único que corre es el viento”. La lentitud uruguaya se nos impuso y entramos en una zona pantanosa donde todo nos costaba el doble (no hablo de precios: en ese caso, hay que multiplicar por ocho).
Tardamos dos noches en darnos cuenta de que nuestro hotel no era en verdad un hospedaje destinado a cultores del amor que no osa decir su nombre, sino un resort de swingers. Para entonces ya estábamos tan acomodados que nos dio pereza mudarnos y, de todos modos, habíamos apostado toda nuestra libido matrimonial a la playa nudista a la que no pudimos bajar sino hasta la segunda mañana porque antes el tiempo no había acompañado. Mayúscula fue nuestra sorpresa cuando encontramos (en un paisaje ciertamente hermoso) a tres chicas asexuadas, completamente vestidas, jugando al scrabble. Desnudos no se veían en ninguna dirección y yo no iba a ser quien diera la nota. El repertorio de heladeritas playeras, termos, mates y bebidas compradas en el supermercado (incluidas las nuestras) alejaban a Ibiza todavía un poco más de nuestro horizonte.
Por la tarde, después del frugal almuerzo de fiambres que podíamos permitirnos, la cosa mejoró un poco. Había dos señores, que pronto fueron cuatro, como Dios los trajo al mundo.
Me dejé llevar por el naturismo y me despojé de toda prenda, salvo el pudor. Hice mal, porque pronto mi marido estaba saludando a funcionarios de derechos humanos, de economía, de cultura y yo, cada vez, tenía que volver a vestirme para decir “Qué barbaridad, este Macri”. Aprovechando un consejo que nos dieron los funcionarios, nos corrimos más hacia la laguna, y volví a desnudarme. Pero entonces se acercó un diseñador amigo mío a decirme “Feliz año”. Vuelta a la sunga.
Y más tarde llegó el whatsapp de una autoridad de este suplemento que anunciaba su inminente llegada a la playa con toda su comitiva (nunca menos de seis personas). Me puse la bermuda.
Me di cuenta de que en esas condiciones es imposible practicar el nudismo. En el hotel, molestábamos a los matrimonios heterosexuales que pretendían armar sus intercambios. En la playa, éramos nosotros los molestos por las oleadas de sociabilidad que nos alcanzaban. En los médanos, entre los pajonales, desnudarse era una invitación a algo para lo cual no teníamos (ni tenemos) sentido de la audacia suficiente.
Nos volvimos al hotel y nos encerramos a mirar, desnudos, la última temporada de Luther. Cuando no había ninguna señora en las inmediaciones de la alberca (iba a escribir “piscina”, pero me pareció forzado), salíamos a darnos un chapuzón.
Y así se nos fueron los días y las noches que separaban a un año de otro. Nada cuadraba con las más esclerosadas fantasías que se nos habían impuesto, pero nos dimos cuenta de que la habíamos pasado bien: con la excusa del nudismo huimos de la sociabilidad y con la excusa de la especificidad sexual huimos de la histeria. 

miércoles, 13 de enero de 2016

Libro de Manuel

Así es el desopilante manual kirchnerista de consejos para la "micromilitancia"

Un grupo de "resistencia" difundió en las redes un folleto con propuestas para luchar contra el Gobierno; desde "comprar Página12" hasta "actings en supermercados".


Tiempos argentinos

El paro de Tiempo Argentino se suma al iniciado en Radio América

Los trabajadores del diario realizaban un paro de 24 horas para exigir el pago de deudas salariales y en rechazo de "estrategias de vaciamiento" que atribuyen a los dueños del Grupo 23, propietario de ese y otros medios periodísticos en conflicto.


martes, 12 de enero de 2016

¡Jate jodé!


En diciembre de 2015, el periodista Víctor Hugo Morales se había referido en su página persona, sobre su continuidad en Radio Continental este año. 
“Queridos seguidores: seguramente les importará saber un poco más de las negociaciones con la radio, las cuales prácticamente han terminado. Falta aún resolver lo del fútbol, con lo que tengo menos prevenciones porque no me molesta que llegue Mariano Closs y, en tal caso, relatar menos”, manifestó Morales.
“En este tema lo que importa es el mantenimiento del trabajo para mis compañeros, al menos en el año de contrato que a mí me queda. Alguna vez haré un poco de historia de cómo se ha llegado a una situación de este tipo, pero lo que importa ahora es “La Mañana”. Y no necesito decirles por qué…”, agregó.

“La síntesis de lo que estuvo sucediendo es que, en efecto, el embargo de Héctor Magnetto/ Cablevisión molesta. Antes de las elecciones, cuando nos anunciaron rojo en el banco, con mi mujer entramos a ver los números. Sucede que lo que se lleva Magnetto sale del bruto, pero también del bruto se cobra la AFIP”, precisó el relator.
“Y yo ando cerca del 40 por ciento. Eso deja el salario en una tercera parte. Cuando vi eso, me fui a la dirección de la radio y les dije que si me pagaban el año me iba. Me calzaron de volea. “En cuanto podamos te hacemos los números”, me dijeron”, manifestó.
“Ocurre que ellos piensan que, si bien a audiencia de “La Mañana” es muy buena, a los otros conductores los joroba mi presencia porque no los escuchan por culpa mÍa. Puede ser, la verdad, no lo sé. Es raro, pero puede ser. Un tipo que dice ‘mientras esté ese tipo, yo no pongo esa radio’”, indicó Morales.
“Pero luego paso lo que sabemos del triunfo neoliberal y empezaron las dudas. Mis dudas.Cuando pusieron la oferta sobre la mesa, el dinero ya no importaba. Me di cuenta que era darle la espalda a gente que, como ustedes, me han bancado mucho y quizás les viene bien tener un programa donde al menos se le dé pelea a ese neoliberalismo rampante”, sentenció.
“Así que la mejor oferta de mi vida…para que me fuera (¡Qué loco es todo! ¿No?) la terminé rechazando. La radio está trabada para echarme porque en ese caso se disparan para mal otros acuerdos que hice antes. Para quedarme el año pasado firmé en el Ministerio que no les haría juicio cuando terminase el contrato de dos años (del cual queda el 2016). Si me echan, eso se cae”, sostuvo el periodista.
“Me gustaría que me envíen preguntas de lo que quieran, de a poco mi intención es responderles. De todas formas les cuento que estaremos mucho más activos en redes sociales. Quizás ya lo notaron. Pero ustedes se han vuelto especiales. Así que la atención es “personalizada”. No me molestara que me pregunten incluso a partir de cosas que les dicen de mí”, señaló.
“No hay preguntas embromadas. Lo complicado es que haya o no respuesta que sea creíble y no desprecie la inteligencia de ustedes. Los valoro mucho. Y aquí estoy”, concluyó.


¡¡¡¡7 palos en el bolsillo y violín en bolsa, buchón!!!! 

¿De quién esa boquita?



Retrotecno

Extraño el ámbar:




lunes, 11 de enero de 2016

Ayotzinapa, la herida

Pato al horno

Querida Pato: te agradecemos los servicios prestados. Podés volver a lo tuyo (sea esto lo que fuere). Desde el comienzo quedó claro que eras un fusible.


La Argentina

Sabático en el campo

Después de una adaptación relativamente exitosa al amargado humor de nuestras viejas gatas, Sabático pasó una temporada en el campo, donde se integró bastante al resto del gaterío familiar y donde jugó hasta el agotamiento.




 
Fotos: Guillermo Bertossi

Vueltos a casa, sin embargo, la precaria armonía doméstica había retrocedido hasta la nada misma. 

sábado, 9 de enero de 2016

Léxico oficialista

por Daniel Link para Perfil

Hasta hace poco, estábamos acostumbrados a sostener que “Mengano no resiste un archivo”, afirmación que ocultaba una propiedad esencial del archivo, que no es tanto el depósito que cataloga las huellas de lo ya dicho para consignarlas a la memoria futura ni la babélica biblioteca que recoge el polvo de los enunciados para permitir su resurrección bajo la mirada del historiador, sino el fragmento de memoria que queda olvidado en cada momento en el acto de decir yo. El archivo nos obliga no tanto a evaluar la consistencia de los dichos actuales en relación con los dichos pasados (consignados, catalogados, normalizados) sino a indagar las circunstancias singulares que cada vez, permiten explicar la toma de la palabra.
Hoy, en cambio, nos hemos vuelto más kafkianos y tendemos a sostener que “Mengano no resiste una auditoría” (es decir: los desatinos de Mengano en la repartición de la que estuvo a cargo quedará expuesta gracias a la pericia de los inflexibles auditores).
No importa que antes no coincidiéramos con el carácter extorsivo que el archivo, como palabra corriente, tuvo entre nosotros. Con archivistas y bibliotecarios se podían imaginar ficciones amables. Con auditores, por el contrario, no. Salen ficciones secas a la Kafka, que los ordenó en legiones burocráticas innumerables para ocultar la pena del mundo. Para el archivista, una singularidad es un tesoro porque tal vez se conecte con la palabra divina. Para el auditor, una singularidad es un error que debe ser corregido.



martes, 5 de enero de 2016

Tragedia y Estado

por Daniel Link para Perfil


2016 recién comienza y una amiga expresa su preocupación y su angustia en un grupo de whatsapp del que participamos: “No sé si podré aguantar hasta 2017”. Comparto su preocupación: ¿qué será de la Resistencia? Ya ha demostrado que es capaz de asestar duros golpes al corazón mismo del Estado, pero tampoco sabemos muy bien qué pasará con el Estado, cuál será su forma definitiva, si es que alguna alcanza a tener una: ¿un Estado liberal o un Estado fascistoide (con el que parece, nos sentimos más a gusto, para patalear a nuestras anchas y rasgarnos las vestiduras: “¡Qué barbaridad!”?
Contra todo lo previsible, el Parlamento voló por los aires sin previo aviso, y aunque pensábamos que tendríamos al menos unos meses de paz para dedicar a los asuntos familiares, todo parece indicar lo contrario. Las fuerzas del Mal y del Bien no conocen ni años bisiestos, ni recesos. Todo ha quedado librado a un juego de barones cada vez más crueles y cada vez más enloquecidos a los que sólo parecen importarles (vieja historia) los territorios y las alianzas con traficantes de toda laya.
Todo esto le digo a mi amiga, como para que comprenda que comparto su preocupación pero ella estalla en carcajadas (es un decir: escribe emoticones).
Me dice: “No, a mí no me importa tanto como a vos que la Primera Orden haya destruido la República y que la Resistencia haya destruido el grueso de la Orden, dejando a la Galaxia sin Estado, librada a sus propias fuerzas centrífugas”. “La anomia”, escribo yo. “No: yo no aguanto hasta 2017 sin saber de quién es hija Rey”.
El grupo sale de su sopor acalorado y se barajan diferentes teorías familiares. Todo parece indicar que Rey es hija de Luke Skywalker (lo que a mí me parece un tanto disparatado). Decido suspender mi veredicto hasta que vea El despertar de la fuerza por segunda vez, porque hay partes a las que no presté la debida atención. De todos modos, desbrozo un análisis parcial: quien abandonó a Rey a su suerte y le dijo que esperara su regreso no puede ser el Bien, porque no es loable dejar una niña en un planeta hostil, para que se muriera de hambre. Si ése fue Luke, su relación con la fuerza buena debió haber estado comprometida.
Mi marido sostiene, en cambio, que Rey es hija de Han Solo y de Leia (es decir, hermana de Ben) y que si no la han buscado antes no es porque no tuvieran razones sino por (cambio de nivel de análisis) la típica manía de J.J.Abrams en relación con lo evidente: no hace falta decirlo. El abrazo entre Leia y Rey, bastante débil para tratarse del reencuentro entre una mala madre y una hija abandonada, lo explica por la frialdad emotiva de la generala Organa o (cambio de nivel de análisis) por el talante empastillado de la actriz.
Yo trato, sin abandonar el punto, de volver a mis preocupaciones iniciales: que Rey sea hermana o prima de Ben no es poca cosa, porque, como se trata de una matriz trágica, de ella se derivará la suerte del Estado.
El encuentro del Padre y del Hijo en un camino angosto sella la suerte de Tebas y funda una moral, una vez que el Hijo mata al Padre. El encuentro del Padre y del Hijo en una plataforma angosta sella la suerte de la Resistencia y de la Primera Orden, esas fuerzas en conflicto, una vez que el Hijo mata al Padre. Sólo que esta vez hay una Antígona que mira. Se me mezclan las tragedias. En este caso (que supone que Rey y Ben son hermanos de sangre), Antígona y Orestes no son aliados contra la madre y la madre nada tiene que ver con la muerte del padre.
En fin, ya veo que me voy a pasar el verano y parte de 2016 releyendo los ciclos de la tragedia clásica. Pasolini alguna vez soñó con una Orestíada Africana y ahora tenemos que lidiar con una Orestíada galáctica.
En un caso y en otro, si los motivos trágicos importan es porque lo que estamos discutiendo es la forma del Estado Universal Homogéneo. Francia ya dio sus pasos en una dirección: el Estado de excepción extendido en el tiempo no hace más que subrayar el carácter totalitario de la forma estatal que se nos viene encima.
Más domésticamente, el Mal está por todas partes: en la Resistencia, en la Nueva Orden, en el Senado y en los organismos de Seguridad (particularmente).
Habrá que esperar hasta 2017, a ver qué onda.