miércoles, 9 de agosto de 2006

Diario de un televidente

Anoche, mientras S. y yo resolvíamos una crisis institucional motivada por una lamparita quemada, una canilla que gotea hace un mes, una montaña de platos por lavar y el espacio inmoderado que ocupan nuestras gatas en la cama en estas noches de frío, mediante el sencillo trámite de eludirla haciendo zapping en los canales de cable, descubrimos una de esas series nuevas que pueden ponerse bajo el rótulo "El efecto CSI" (así se llamaba una comunicación académica que un profesor norteamericano leyó ante una audienca atónita la última vez que estuve en Río de Janeiro). Se trata de Killer Instinct, la dan por Fox y sólo es recomendable para adictos al género que necesiten llenar el vacío que dejan los finales de temporada.
Algo, sin embargo, nos detuvo: el protagonista, el detective Jack Hale, ¿quién es?, ¿de dónde lo conocemos? Recién después de la tercera pasada (compartía nuestra atención con un capítulo viejo de South Park en el que se hacía una encendida condena de la remasterización de películas a la que se han entregado inmoderadamente Steven Spielberg y George Lucas), S. encontró la respuesta en el pozo sin fondo de su memoria chatarrera: ¡es el protagonista de Anaconda II!
No estaba, anoche, con el ánimo dispuesto para revisar el aserto (sabía, por otra parte, que no se equivocaba), pero con el primer café de esta mañana verifiqué que, en efecto, se trata de un Johnny Messner todavía más mejorado que el de aquella atroz excursión tropical: ahora, ni siquiera es bizco y fuma... "cigarrillos armados".
¡Qué felicidad reencontrar a un viejo conocido después de un año y medio! ¡Y qué bueno haber acertado, entonces, en rescatar su galanura del anonimato infame de las películas de alquiler! Lo tengo dicho: mejor director de casting que yo, difícil...

5 comentarios:

Lautaro dijo...

Linkillo gozador,
¡Pero que pésimas películas ves con tu novio! :P
Igual me despertaste la curiosidad, como el morbo por ver cuerpos "muertos" y la resolución de sus casos en CSI, y le pediré prestado el tv cable a mi pololo para ver qué tal el hombre ése :D
De paso aprovecho de tener una noche de lujuria con él (mi novio, no el de Anaconda II, claro).
Bear hug,
Eleu

F. dijo...

Me interesaría saber (si amerita un post) qué dijo ese académico, cómo lo dijo, y... en fin, qué onda Río de Janeiro para que escuchen -atónitos- reflexiones acerca de algo llamado "el efecto CSI".
Es decir, acá hablamos todos de CSI, y está bueno hablar de CSI (incluso mejor que de Lost), me costaría imaginar una audiencia atónita en ese respecto.
Aunque, por otro lado, no sé lo que dijo, quizás nos asombraría... Por eso, fuiste testigo, comentá un poco.

Linkillo: cosas mías dijo...

Eleu: afortunadamente uno ha visto ya demasiadas películas como para que su sensibilidad cinematográfica se modifique por una porquería más. La culpa es mía por negarme sistemática, éticamente, a alquilar videos.

Linkillo: cosas mías dijo...

Ferko: atónitos estábamos porque el supracitado académico no modulaba y nos costaba horrores seguir su alocución, en el marco de un encuentro organizado por Flora Süsekind sobre "políticas de archivo". De todos modos, lo que se presentó como "El efecto CSI" fue una comparación del genero criminalístico en el mencionado show televisivo y en los documentales policiales que suelen reconstruir escenas de crímenes (a partir del testimonio de los policías, los familiares de las víctimas, los testigos, etc..). Nada que, en efecto, como sospechabas, amerite un post. Saludos

F. dijo...

Aaaaah