martes, 7 de noviembre de 2006

Poderoso caballero (5)

No podemos comunicar la fecha cierta de nuestro regreso a Buenos Aires, porque tememos que la patota catamarqueña-marplatense que nos tiene amenazados (y, por eso mismo, alejados de la patria) se presente en el aeropuerto Karim Pistarini para poner en riesgo nuestra integridad física (después de los sucesos de San Vicente, todo es posible), pero lo cierto es que volveremos brevemente a Buenos Aires a buscar nuestras más preciadas posesiones (nuestras gatas) y, de paso, evitar que "la Migra" me declare ilegal y me expulse del viejo continente. S. no tiene ese problema por su ciudadanía española, de modo que mi reclamo ya histórico tendrá que hacerse realidad en breve: accederé por la vía matrimonial al pasaporte europeo, lo que nos permitirá, sin riesgos y amparados por el, para con sus ciudadanos, generoso estado comunitario, desarrollar el microemprendimiento en el que estamos embarcados gracias a la experiencia piloto que realizamos para Silvia F.
Los contactos con el poscomunismo de nuestra amiga no se detienen, naturalmente, en las frontereas de Berlín y es así que, gracias a ella, hemos establecido ya un cronograma de trabajo para transformar pocilgas en lugares habitables (trabajo mucho más divertido y, sobre todo, más rentable que la venta al por menor de vituallas, sobre todo porque podemos sisar con los materiales).
Nuestro próximo contrato nos llevará al piso parisino de un conocidísimo realizador de películas de culto, donde hay que encarar urgentes trabajos de plomería (para los cuales no tenemos talento, de modo que deberemos tercerizarlos), carpintería, electricidad, pintura, limpieza, desinsectización y decoración en general, actividades todas en las que descollamos, gracias a la experiencia adquirida en su momento en el Chez Freire.

Seremos trabajadores-golondrina y nuestros rumbos próximos (perdon, gatitas nuestras) estarán determinados, luego de que consigamos resolver nuestro estado civil, por las obras que nos encarguen. En la medida de lo posible, trataremos de actuar sin el monótono y agobiante auxilio de Ikea.

1 comentario:

vana dijo...

blog interesante, estoy en taller de lectura de por vida. Lo frecuentaré. Vana Buenos Aires