viernes, 20 de marzo de 2009

En la hoguera

Entrevista de Patricio Lennard a Raúl Escari para Soy

En tu caso, se trata de la autobiografía de una “loca”, palabra que preferís para describirte. Pero, ¿adónde han ido a parar las locas? ¿Qué ha sido de ellas?

–Cuando escribió la bibliográfica de El baile de las locas de Copi en 1977, Guy Hocquenghem consideraba que las locas eran obras de arte en vías de desaparición. Ya entonces él las veía como algo anticuado. Y ese peligro de extinción fue el mismo que después pareció correr la homosexualidad con la epidemia del sida. En aquel entonces se morían todos a la vez: se moría uno y, no bien terminaba de morirse, ya estabas al lado de otro que había sacado turno. Yo me lo pasé seis meses así, de hospital en hospital, viendo cómo se morían amigos míos. Copi, Guy Hocquenghem, Michel Creesole... ¡Se morían todos! Te puedo hacer un memorial, porque Francia era donde más se morían. Pero ese peligro de extinción después se comprobó que no era cierto, incluso en lo referido a las locas. Acá tenemos a la gran Marcova y todos lo sabemos. ¡Como para decir que las locas han desaparecido! Tenemos a la gran Marcova y con eso basta. Hasta donde sé, ella da unos cursos para “ser loca” y cobra alrededor de cincuenta dólares –como si fuera un psicoanalista lacaniano, que puede cobrar mucho dinero–, y te lo enseña divinamente. Pero las locas interesan cada vez menos, para qué engañarnos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo del curso de loca, genial. Antes eran las tarjetas españolas y el crochet...