tag:blogger.com,1999:blog-5628362.post5431937571080654605..comments2024-03-17T10:32:35.494-03:00Comments on Linkillo (cosas mías): El triunfo de CalibánLinkillo: cosas míashttp://www.blogger.com/profile/02545146508401070723noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-5628362.post-25142275285771717512012-04-26T00:33:16.788-03:002012-04-26T00:33:16.788-03:00Los prólogos de Darío son un delirio programático;...Los prólogos de Darío son un delirio programático; hipersensibilizados. Se puede leer una política de la lengua en ellos (Cfr. "Utopía: dos umbrales"). Darío representó un vórtice de poesía y poder político, pero siempre derivando hacia una tendencia que parece un -tal vez, no sé- inevitable salto que le impidió hacer pie en cualquier formulación que no fuera éxtasis poético. (¿Esa posesión y exceso fueron la ebriedad que rescatan los académicos nicaragüenses o fue otra cosa?)<br />Su estética acrática era reglada (como las reglas que citás arriba): sus desvíos eran raramente controlados y respondían a una ley ("Yo persigo una forma"); por ejemplo, la regla que toda poesía debe seguir: la ley métrica ("No, la forma poética no está llamada a desaparecer"). <br />En las "Palabras liminares" (1901, Prosas profanas) habla de un manifiesto "ni fructuoso, ni oportuno": ¡un manifiesto que no es oportuno!, hermoso programa. En el "Prefacio" de Cantos de vida y esperanza exclama: "de todas maneras, mi protesta queda escrita sobre las alas de inmaculados cisnes". Toda una política destinada a su alegre disolución, o no: lo que queda inscripto en la música verbal, antes de entregarse al silencio y a nuestras lecturas.<br />Por supuesto, esto está en relación con las potencias de la tierra (que se nos aparece como la integración operativa de lo disponible: el petróleo).Diego C.https://www.blogger.com/profile/14033429592671579332noreply@blogger.com