Hoy vino de visita una de nuestras más queridas amistades de la vecindad (cuyo nombre no indico, ni siquiera por sus iniciales, porque nos pidió que resguardáramos su identidad) y nos contó que, según las altas fuentes que maneja (y de cuya veracidad ya nos hemos acostumbrado a no dudar, porque sabemos hasta qué punto un chisme de cama es siempre verdadero), Susana Giménez habría solicitado a sus asistentes personales que le consigan las mismas cremas que usa Nacha Guevara. Estuvimos mucho tiempo discutiendo si había que entender el enunciado como irónico o no, y no llegamos a conclusión alguna. Tanto puede ser que una anciana realmente quiera parecerse a la otra, o bien que le parezca inteligente dar a entender que ella sabe que determinados efectos dermatológicos sólo pueden ser producto de experimentaciones quirúrgicas de avanzada. Hay momentos en los cuales un enunciado se torna indecidible.
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