Con S. siempre estamos hablando de sus modelos y tratando de adscribirlos a una categoría (por juego, porque en realidad sabemos que nada es menos categorizable que los individuos). Él sostiene que hay 3 tipos de modelos (en realidad, habría que decir clientes, porque no se trata de personas que él contrata sino de personas que contratan sus servicios fotográficos): los que tratan su cuerpo como una mercancía sexual (más o menos jóvenes), los actores o modelos (que tratan su cuerpo como otra clase de mercancía, y en esta categoría hay, también mujeres) y los hombres mayores con dinero que quieren guardar un memento de sus cuerpos antes de que los estragos de la vida acaben con la belleza que (imaginariamente, como corresponde) les atribuyen.
Yo, por las cosas que me cuenta de las sesiones (que les gustan tales cosas, que se niegan a mostrar tales partes del cuerpo, etc...) y de las entrevistas preliminares, deduzco que en realidad las clases son otras tres: personas que tienen lo que se llamaría una "buena relación" con el registro de su cuerpo, personas que tienen una "mala relación" con la exhibición de su cuerpo y personas que navegan entre ambas aguas.
Es por eso que estamos trabajando en un cuadro a doble entrada, con tres variables por lado, lo que arrojaría la formidable cifra de nueve clases de modelos corporales.
En realidad, lo que habría que hacer es el relato individual de cada uno, pero quién tiene tiempo para eso. Que cada uno imagine la historia que le parezca a partir de cada foto.
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