viernes, 29 de abril de 2005

Papeles viejos


Fui protagonista de una reforma escolar módica. Cuando empecé la primaria los primeros grados se llamaban: "Primero inferior" y "Primero superior, con lo que "Segundo grado" correspondía, en verdad, al tercer año escolar. Cuando cambió el sistema de denominaciones pasé directamente de segundo a cuarto grado (porque primero superior se había convertido en segundo, y así sucesivamente). Menos prudente que mi maestra del año anterior, la señorita Ofelia expresó en el informe final de cuarto grado su deseo de que yo (que sino el más famoso, era ya el escritor más precoz de la familia) fuera "un triunfador en el día de mañana". Otra cadena perpetua.

2 comentarios:

  1. Anónimo11:04 p.m.

    Daniel, espero que haya sido un lapsus y no desconocimiento, porque SI NO, tu señorita Ofelia se pondría muy triste. Donde escribiste "sino un gran escritor" o algo por el estilo... hubieras debido poner SI NO.

    ResponderBorrar
  2. ¡Qué sino trágico! ¡Que se hunda el suelo bajo mis pies, que la tierra me trague sin hesitación!

    ResponderBorrar