El 9 de febrero último, un niño de cinco años -la identidad no será revelada por cuestiones de privacidad- paseaba cerca del museo Sívori con su mamá y su tía. Con la inocencia de la edad, se llevó a la boca un condón que levantó del pasto. (La Nación)
Pucha linkillo, pero bueno, para mi próximo cruce de cordillera ya te tendré en cuenta para las, sin duda, interesantes orientaciones de su parte.
ResponderBorrarcuando usté cruce pa'cá no dude (como yo) en escribirme para que lo oriente en este otro puerto.
bear hug,
PS qué inocente el nene!