Tomando, por ejemplo, el caso de los blogs y las nuevas formas de contar historias, y de leerlas, que surgen asociadas a estos formatos digitales, ¿cómo podrían incluirse en las clases de literatura?
-¡Líbrenos el cielo de algo semejante! Las clases de literatura tienen ya suficientes contenidos de los cuales hacerse cargo. La escuela no es una institución que deba tener una relación servil con el presente, sino todo lo contrario.
¿Quedarían fuera de un programa de literatura, entonces?
-En relación con determinadas temáticas, pueden servir como herramientas de investigación.
¿No podrían desplazar los blogs de hoy a los talleres de escritura de ayer?
-Muy probablemente. Son un gran entrenamiento de escritura, pero no todo el mundo lo toma de ese modo. Hay mucho espontaneísmo.
En Cómo se lee, usted dice que en nuestra época se modifica el estatuto del arte y que hay arte digital (se trate de música, literatura o artes visuales) al alcance de todos. ¿Esto, que podría leerse como la utopía de las vanguardias hecha realidad, no implica la muerte de la literatura?
-Sí, la muerte de la literatura tal como la conocíamos. Dicho de otro modo: el nacimiento de una nueva forma de concebir la literatura.
(la entrevista completa, en educ.ar)
Muy buena entrada y muy buen blog. Me lo he pasado muy bien. Nunca ha estado James Stewart mejor que en HIstorias de Filadelfia.
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