martes, 23 de mayo de 2006

Dicen que...

El escritor y docente Daniel Link, autor de El juego de los cautos, Escalera al cielo, Carta al padre y otros escritos íntimos y Cómo se lee, entre otros, es también titular de Literatura del Siglo XX en la Universidad de Buenos Aires e investiga desde hace años las vinculaciones entre literatura y nuevas tecnologías. En este caso propone repensar la lectura a través de la oposición Cultura/ Literatura. Una polaridad subversiva que se esconde en el entramado del viaje del lector. Una pulseada invisible que termina definiendo la noción de ideología. Una ensión con la que trabajó día a día en los años en que fue dirctor de Radarlibros, el suplemento literario de Página/12. Si después de esta charla, te quedan ganas: acá está su blog, recomendado.

A propósito de "¿Cómo leemos? Cultura vs. Literatura", charla en el marco del ciclo Café Cultura Nación organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación (Fundación Cultural Patagonia, General Roca: viernes 19 de mayo de 2006)
a las

1 comentario:

  1. Anónimo10:58 p.m.

    las vueltas de la vida, diria una tia que no tengo.
    hace ¿doce? años, estudiaba comunicacion y eras ese profesor por el que decenas de alumnas ¡morian de amor! epoca esa en la que se intercambiaban relatos increibles de chicas desesperadas que te seguian, se subian a un tren que tomabas y luego hasta la puerta de tu casa y a lugares cerca del rio en los que comias con tus hijos y te tocaban el timbre. una verdadera locura.
    eras el tipico destinatario de la frase "yo fui alumna tuya"
    y aca estaba yo, buscando alguien que hablara mal de una biografia de foucault que compre por 8 pesos en una feria de libros usados y encontre este blog tan simpatico, con ese texto sobre los alumnos que dicen "yo fui alumno tuyo".
    mi noviomarido dice que dejo de ser profesor por haberse hartado de ir al cine y que le escupieran esa frase a la salida y me acorde de aquellos años en los que dabas teoricos sobre el cuadro actancial de greimas y alien en donde el gato era el personaje que completaba el cuadro y olas de chicas desesperadas se contaban unas a otras que te habian visto salir con un pantalon con una pierna amarilla y otra negra. chau

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