viernes, 21 de julio de 2006

Diario de un televidente

Hay situaciones que comienzan por sorprendernos y terminan fastidiándonos al punto de forzarnos a querer apartarnos de la especie. De todos los comentarios que publiqué en mi blog, sin duda el más imbécil fue éste. Naturalmente, fue también el más comentado, el que una conversación más densa generó, y la piedra que más pesa de mi cuello de alfabetizador. ¿Es que la gente no entiende lo que lee? ¿Es que tan mal escribo que mis palabras se prestan a interpretaciones tan múltiples? El coso de marras (cuyo nombre callaré para no multiplicar las entradas a este sitio de vastas hordas de descerebrados) está bueno (bueno = garchable), como lo están los carpinteros que participan del show. El programa que conduce (y una cosa no tiene nada que ver con la otra) es una mierda. Eso, al menos, es lo que a mí me parece. Esa anónima gorda que precisa que "de evan farmer puedo decir que es un guapeton y muy simpatico y dulce" no hace sino coincidir con esta loca (que no soy yo), con la anónima arquitecta que me sacó de quicio acusándome de "básico", y, en primerísima instancia, con lo que yo dije en mi post original. Que alguien se arrogue el derecho de decir que "con todo conocimiento de causa (soy arquitecto) puedo decir que los resultados de las decoraciones varían entre buenas, regulares y horrorosas" y que considere que hace falta un diploma para suscribir la pelotuda sentencia "sobre gustos no hay nada escrito" me saca completamente de las casillas (sobre el gusto está todo escrito: historias, sociologías, críticas del gusto, etc.). Es como si yo le dijera a alguien que, "con todo conocimiento de causa (soy profesor de literatura), hay libros que varían entre buenos, regulares y horrorosos (la gran mayoría)". Señores y señoritas: con todo conocimiento de causa os digo que antes de escribir una línea hay que pensar un poco. Pensar, en principio, si uno entendió lo que leyó y tan paladinamente va a salir a contestar y, en segunda instancia, si vale la pena lo que piensa decir (en una escala de interés de 1 a 10 no deben pronunciarse sentencias que uno no pueda calificar por lo menos con 8). Sé que la culpa es, en última instancia, mía, por haberme detenido (¡hace un año y medio!) en esa basura de programa fake. Haberlo hecho está muy por debajo del 4, para mí: peor que hablar de las artesanías de Utilísima (¡o esos programas de arquitectas que muestran baños y cocinas!), que al menos divierten porque interpelan al ser nacional.
Yo soy básico, sí, y no necesito título universitario para ejercer mis gustos. Tampoco los necesita mi madre, naturalmente, y no se me ocurriría a mí censurar sus decisiones decorativas so pretexto de que yo estoy recibido de algo y ella no.

2 comentarios:

  1. Anónimo6:00 a.m.

    cosa de mandinga

    Estuve viendo los comments de ese post y es muy raro... en primer lugar, porque la mayoría son (citando a la Jelinek) "como latinos". En segundo lugar parece que hay una especie de comunidad. Se me hace que un fan de ese tal evan farmer vio luz y entró al blog, se encabronó y corrió la bola en el resto del club.
    Entiendo, en parte. Si yo tuviera un blog, y de repente me encontrara con que tengo esa convocatoria me enojaría, dejaría de escribirlo y hasta lo cerraría.
    Pero bueno, pensá eso: es un club de fans seguro.

    .ferkovio.

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  2. Anónimo10:24 a.m.

    con todo respeto linkillo, sin ninguna ironía y sinceramente preocupado te pregunto: ¿no será que estás equivocando el interlocutor? Es que preocuparte por lo que pueda decir a esa gente me parece similar a discutirle el precio del kilo de asado, pero al verdulero de la esquina.

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