-Cuando le comento a un amigo que estoy leyendo una novela de Aira, me pregunta ¿Y en qué página la arruina? A propósito de esto, ¿es intencional esa sensación de pérdida del control de la historia?
-No, no es intencional. He hecho unos tibios intentos de enmendarme, pero la impaciencia siempre gana la partida. No me preocupa mucho; no quiero darles el gusto a los que me critican. Además, si ellos mismos reconocen que hay algo que arruinar, están reconociendo que había algo bueno. Creo que en el fondo se debe a que nunca les di importancia a los libros como productos bien terminados, con control de calidad. Lo que me importa, como lector y también como escritor, es el autor, su totalidad, el mito personal que construye con todos sus libros, buenos y malos, y no sólo con los libros: con su vida también.
Por Alvaro Matus
El Mercurio, Chile
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