domingo, 15 de octubre de 2006

Forma y sustancia

Es innegable que uno de los más hermosos edificios de la "nueva" Berlín es el Jüdisches Museum ideado por Daniel Libeskind, en el barrio de Kreutzberg. El patio del exilio del extraño y fascinante edificio, donde pueden verse una serie de olivos incrustados en pilares de cemento, produce, por el deliberado y calculadísimo declive del terreno, una sensación física de mareo, que el Memorial del Holocausto (que parece repetir parcialmente el concepto) no consigue (Sachsenhausen, por otras razones, ).
Del edificio de Libeskind se ha hablado mucho pero no tanto de la concepción pop del museo que alberga. Ya desde el comienzo, se incita a los visitantes a declarar sus deseos para colgarlos de un árbol simbólico. Yo, obediente como soy de las pedagogías, indiqué lo que me parecía más apropiado al lugar y al momento.


Foto: Sebastián Freire


Un poco más adelante, en un juego parecido, que interrogaba sobre el sentido de la igualdad, se me ocurrió escribir "Frauen mit Hosen in die Synagogen!". Hice mal, porque después de haber contestado varios cuestionarios y de haber participado de varios juegos, cuando me topé con el detector electrónico de antisemitismo, mis pretendidas agudezas de agnóstico irredento y mis contradicciones hicieron engranar a la máquina:



Fotos y animación*: Sebastián Freire

*La animación es un regalo de S. para mi mamá, con quien hablé hoy para saludarla por el día de la MADRE.

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