----- Original Message -----
Lei hace unos días una carta de los representantes de Ate en la Biblioteca Nacional. Registré con sorpresa que les había molestado que yo opinara sobre el tema. Tanto como me molesta a mí que se metan conmigo. Estuve dos años en la subdirección de la Biblioteca, y no fueron los más felices de mi historia de trabajadora. Llegué habiendo estudiado seriamente el tema y en conocimiento de sus problemas, también con muchas ilusiones, y no pude sino concretar muy pocas. El tiempo se lo llevó el tratar de recuperar las finanzas de la biblioteca, devastadas por la gestión anterior; no solamemente juicios por deudas, sino convenios aberrantes que encubrían negocios privados, y junto a esto, la permanente acción de algunos representantes gremiales -que convierten esta palabra en una burla de su contenido real- que por supuesto no habían denunciado ninguna de las actividades de la gestión anterior, y sí sacado provecho de alianzas y contubernios.
Nuestra gestión no fue brillante: no podría haberlo sido con la permanente obstaculización principalmente de Ate, que no solo desconoce los marcos de contención propios de una democracia, sino que bastardea cualquier propósito de cambio. Sin embargo, todavía me enorgullezco de haber logrado que volviera, en circunstancias realmente difíciles, la muestra Borges que las autoridades anteriores mandaron a Europa en condiciones de vergonzosa irresponsabilidad, sin seguro, sin listado patrimonial y sin pasaje de regreso, y que permaneció albergada generosamente por Sergio Baur, agregado cultural de nuestra embajada en Madrid, mientras yo me rompía la cabeza para enhebrar el difícil camino de la recuperación patrimonial. Cuando la muestra salió casi clandestinamente de la biblioteca, y algunos empleados se negaron a comprometer su firma, los delegados de Ate no opinaron si se trataba de una decisión brillante u opaca. Simplemente miraron para otro lado. Así como miraron para otro lado cuando se compraron cuadros por valor de medio millón de dólares o cuando, ya terminada abruptamente nuestra gestión, el director siguiente incumplió los plazos judiciales del proceso que se había iniciado por todo lo que acabo de describir.
También me enorgullece haber conservado para nuestro patrimonio el Cuaderno de Bitácora de Rayuela de Julio Cortázar, así como sus primeras ediciones, que curiosamente faltaban precisamente en el lugar donde deben estar en virtud del depòsito legal. O haber terminado de microfilmar por ejemplo el diario Crítica y parte de la prensa obrera. De esto no se acuerdan estos vulgares negociadores de privilegios, y sí de asociar mi nombre al pésimo gobierno de Fernando de la Rúa, como si esto hubiera sido lo único que hice en mi vida. Y algo más, que si se reitera voy a encarar con acciones legales por difamación: cierta sibilina asociación con la dictadura, fácil en este momento de agitar, y a la que considero sencillamente una vileza que los pinta de cuerpo entero.
Es fácil hablar, es fácil descreditar a la gente, y la biblioteca nacional necesita de un respaldo político que la saque de un marasmo que no se puede disfrazar pomposamente de debate. Asquea ya tanta macana dicha con énfasis doctrinario y apoyada en desteñidas frases mal traducidas de los filósofos franceses del último fin de siglo. No es tan complicado: hay que dejar de lado el narcicismo y trabajar, simplemente trabajar. Y saber para qué se trabaja. Y respetar algunos parámetros: por ejemplo, disponer de la bibliografía nacional, cosa que espero que Elsa Barber, a quien respeto, pueda hacer prosperar.
Te agradecería, Daniel, que, honrando a la verdad, publiques este texto en tu blog.
Josefina Delgado
Josefina Delgado, todo bien, pero "Narcicismo" se escribe Narcisismo.
ResponderBorrarantonio, todo bien, pero sos un careta...
ResponderBorrarmalena
hay que ser hijo de puto, anónimo, jejejejeeeeeeeeeeeeeeee...
ResponderBorrarNo puedo parar de reírme. Me van a internar de la risa. Sobre todo por: "todo bien, pero...".
Es mortal!!!!!!!!!!!!!
Ella trabaja, trabaja y trabaja incansablemente.
ResponderBorrarAdemás, no nos olvidemos, protegió la obra de Cortázar.
Pero ella sigue trabajando.
Mientras nosotros, acá, en Linkillo, posteamos y leemos, ella, en su lugar de trabajo, trabaja.
Saludos.
Ay, Fede, no te lo tomes tan en serio, en un documental mexicano un albañil decía "el hombre se acostumbra a todo menos al trabajo". A mí también me gusta blogear y todo eso, y cuando hablo de trabajar con énfasis quiero decir (creo de todos modos que está claro) que cuando te paga un sueldo el estado, con la plata de los que trabajan mucho y de los que trabajan menos, en vez de darte los gustos y "narcisearte" -ovio, Antonio, que es con "s", pero ¿nunca pusiste el dedo en la tecla equivocada, sobre todo cuando escribís con bronca?- tenés que responder a un patrón que es mucho más exigente que el de una empresa cualquiera.
ResponderBorrarY bueno, yo trabajo mucho, y creo que no es tan malo.
Josefina, querida
ResponderBorrarLa tecla equivocada, los dedos que se entrelazan y qué sé yo que más.
Pero una pregunta: La C en el teclado, esta cerca de la S?.
Mientras me pregunto esto, ella, la Josefina, sigue trabajando, ovio (sin b), en su escritorio de la biblioteca.
Saludos
Todo bien, Josefina, pero Estado va con mayúscula inicial.
ResponderBorrarSon todos unos gorilas.
ResponderBorrarA(n)te todo, hay que destacar que los de ATE siempre están atentos a los negocios, pero no le hacen atentados a Telerman. Quedate o andate, esa es la consigna de ellos.
ResponderBorrarMás allá de las bromas, no me parece del todo mal que los compañeros sustraigan algunas obras para beneficio personal, siempre es mejor eso a que estén ahí en la biblioteca, muertas de risa.
Aparte yo estudié Letras y a mí en la Facu me hablaban del "robo legal" y de que la propiedad es un robo, y todo eso. Así que está bien. No la careteen muchachos, que todos afanan.
RÉPLICA Y DESPEDIDA
ResponderBorrarContestar punto por punto la sorprendente carta de Josefina Delgado con toda su sanata y tergiversaciones, es ante todo aburrido.
Dice que trabajó en recuperar las finanzas devastadas de la BN, la misma funcionaria que actuó en la gestión que bajó el presupuesto institucional a la mitad, que contrató uniformes para todo el personal (que jamás fueron entregados) a precios increíbles, o que editó un lamentable pasquín llamado “La nacional”, a un costo aproximado de u$s 10.000 por número. Esto, para no hablar del sablazo del 13% que nos metieron a los estatales y jubilados entonces.
En fin, podemos rebatir y acusar, a la vez, y con ello pudrir a los posibles lectores de esta sucesión de mensajes, cuando en verdad ya está todo dicho en nuestro comunicado primero: fueron directivos y tuvieron todo o mucho poder, y ahora salen retrospectivamente a aconsejar, a pontificar y a impugnar a otras voces. Punto.
Lo que no dejamos pasar por alto, quienes a su modo de ver nos cagamos en ciertas formas de la democracia propiciada, es esa observación que hace acerca de una supuesta asociación que le habríamos endilgado con la dictadura. Amenaza además con hacernos un juicio o algo así. Y es que el tema, en este caso, no da para el conjunto de la sanata o las réplicas calentonas de su carta. Y es que durante su gestión como subdirectora de la BN, detectamos que el jefe de seguridad y vigilancia del organismo había participado en la represión de la dictadura militar, y que se lo había viculado a la triple A. Lo denunciamos a esa dirección a la que ella, Delgado, pertenecía, para que se le rescindiera el contrato, porque nos negábamos a compartir el espacio de trabajo, donde además laboran varios familiares de víctimas de la represión -incluso integrantes de la junta interna de ATE- , con un victimario. No hubo respuesta alguna de esa dirección y entonces organizamos un escrache con H.I.J.O.S. y otras organizaciones. Ya responderá Delgado si la práctica política y social del “escrache” está dentro o fuera de su idea de la democracia bien entendida. O no. No importa. Nosotros miramos para ese lado mientras ella miraba la muestra de Borges, según dice. Permítasenos la digresión: tal vez debería haber mirado con mayor atención el reloj cuando Vaccaro y/o Casares fueron a denunciar ante ella el robo de la primera edición de Fervor y otros libros de Borges: La demora en dar curso a esa denuncia dificultó que se hallaran responsabilidades en ese atentado contra el patrimonio público.
Volviendo a lo anterior, aquel ex – represor, que ahora asociamos sibilinamente con las amenazas judiciales de la ex – funcionaria de algún ex - gobierno que no debe mencionarse, sí realizó una denuncia penal en contra nuestra, por “injurias”. Ahora hace rato que no nos citan de Comododo Py, porque el bicharraco está muy ocupado acusado de haber participado en la masacre de Fátima.
La exaltación del 19/20 y el extraordianrio enero posterior que te llevaron vaya a saber a qué otro recontratrabajo, las ollas populares previas, los cortes de calle que hicimos, en fin, todos los atentados contra tu democracia en los que participamos alegremente por simple vagancia -a tu honesto modo de ver-, nos impidieron despedirnos como correspondía, así que ahora aprovechamos este cruce internético para hacerlo: Hasta Nunca, Josefina.
Junta Interna de Delegados de ATE – Biblioteca Nacional
el "propósito de cambio" de Delich y Delgado en la Biblioteca eran despidos masivos de empleados rasos, perejiles que no eran justamente delegados sindicales-jefes de divisiones con los que se llevaron muy bien confeccionando esos listados de despidos. las "obstaculizaciones" de los de ATE eran los reclamos de reincorporación de esos despedidos. en su carta, Josefina la cantora no responde sobre la acusación de co-gestión con sindicalistas que le formulan los de Ate. sobre el fondo de rimbombante corrupción de la gestión anterior (menemista) la gestión aliancista ocultó su montaje de corrupción estatal "con anestesia". de cuarta.
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