—Jamás el blanco entenderá al negro, ni el negro entenderá al blanco, mientras lo blanco sea blanco y lo negro sea negro —dijo el capitán Woodward.
Estábamos en la taberna de Charley Roberts, en Apia, bebiendo una mezcla especial, cuya receta decía poseer directamente de Steevens, famoso por haber inventado el Abu Hamed bajo el influjo de la terrible sed que inspira el Nilo. Steevens, el de «Con Kitchener en Khartum», el que pasó a mejor vida en Ladysmith.
Sigue acá.
"La plaza estaba llena de gente negra"
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