El Servicio de Trabajo del Imperio (RAD) y la Universidad Alemana
M. Heidegger, Rektor
(20 de Junio de 1933)*
En el futuro la escuela no disfrutará de su antigua posición exclusiva en la educación. Con el RAD ("ReichsArbeitsDienst") se ha levantado una nueva y decisiva fuerza educativa ("Erziehungsmacht"). El Campo de Trabajo ("Arbeitslager") ahora toma su lugar al lado del hogar, de las ligas juveniles, del servicio militar y de la escuela.
En el Campo de Trabajo ("Arbeitslager") vemos realizarse, concretamente, el lugar de una manifestación nueva y sin mediaciones de la Comunidad del Pueblo ("Volksgemeinschaft"). Los jóvenes alemanes, en el futuro, podrán ser gobernados por el conocimiento del trabajo ("vom Wissen um die Arbeit"), saber en el cual el Pueblo concentra su fuerza, en el orden para experimentar la dureza de su existencia ("Dasein"), preservar el impulso de la propia Voluntad, y aprender nuevamente el valor de sus múltiples habilidades. El Campo de Trabajo ("Arbeitslager") es, al mismo tiempo, un campo de entrenamiento de Líderes de todos los grupos sociales y profesiones ("Schulungslager für das Führertum in allen Ständen"). Lo que cuenta en el campo es la actividad ejemplar y el trabajo en conjunto, pero no establecido por quien supervisa. En cuanto a aquellos que tienen la ocasión de hacer una "pequeña visita", ellos no se aproximan ni cercanamente a la realidad de los campos de trabajo y a su novedad.
El Campo de Trabajo ("Arbeitslager") no sólo despierta y educa en el conocimiento de la comunidad trabajadora a todos los grupos sociales ("die arbeitende Gemeinschaft aller Stände"), sino que en el futuro este conocimiento del trabajo, arraigado en las almas de los jóvenes alemanes, podrá tener también un efecto purificador sobre la escuela y podrá entonces legislar qué es lo que se puede y qué es lo que no se puede, lo que se debe y lo que no se debe.
El Campo de Trabajo ("Arbeitslager"), como institución educativa, institución autónoma, con su peculiares características y en propio derecho, se vuelve una fuente nueva de todas esas energías por las que todas las otras instituciones educativas, sobre todo y especialmente la escuela, están forzadas a decidir ("zur Entscheidung"), y en consecuencia, a transformarse.
Nuestra Universidad esta rodeada en su vecindad inmediata por los Campos de Trabajo del "RAD", que están co-dirigidos y supervisados por maestros de esta institución.
El Campo de Trabajo ("Arbeitslager") una nueva realidad ("neue Wirklichkeit") está presente. Esta realidad sirve como un símbolo del hecho de que nuestra Universidad esta abriéndose a sí misma a la nueva fuerza educativa encarnada en el servicio al trabajo, al RAD. Campo de Trabajo y Universidad están resueltos a traer juntos, en un recíproco tomar y dar, las fuerzas educacionales ("erzieherischen Mächte") de nuestro pueblo dentro de una Totalidad ("Einheit") nueva enraizada y arraigada, y a partir de la cual el pueblo se empeña, en su estado, de actuar por su destino colectivo ("Schiksal"). Triple ¡Sieg Heil!
Tomado de Mosca cojonera.
Por un momemto creí estar leyendo al Che Guevara al volver de la zafra.
ResponderBorrarHeidegger es increible porque a su indiscutible genialidad filosofica se contraponen sus responsabilidades en el nazismo (del que nunca abjuró).
ResponderBorrarRecomiendo:
- http://www.heideggeriana.com.ar/
(excelente sitio repleto de textos en castellano)
- el libro de George Steiner
- la novela de Feinmann ("La sombra de Heidegger")
Guten morgen, Dani.
ResponderBorrarPerrdon por el mio spañol. Me pregunto a mí sí este Herr ha leído mi bioggrrafia de M.H. Casi todos los datos que expone están ahí, aunque por cierto tratado con mucha menos corrección política. Es raro, porque ni se me cita. En fin, cosa de esta gente que, en su afán de corrección política,cegados tal vez por ella, seguramente no tendrán tiempo de citar como Dios manda.
Nada, sólo eso. Lean mi biografía. Es muy buena y la construcción de M.H. no sólo como Führer de la biografía sino también como una suerte de zarpado que daba clases vestido de tirolés es muy, muy lograda.
Estamos esperando la nota sobre De Man y el rexismo belga y sobre Walsh y la Alianza L. Nacionalista. QUeremos más corrección política.
¿Cuándo volvés a pasar por Belín?
Rüdiger
Qué horror!! No sabía que el señor Heidegger era nazi. Es una novedad total. Yo pensaba que era del Partido Demócrata Progresistam y ahora me entero de esto.
ResponderBorrarAcabo de leer algo que me horroriza y que me remitió tamibén al caso del señor H; San Expedito, que hoy es recordado en Balvanera, en el momento de su conversión aplastó a un cuervo negro. Matóle, convencido de que era un enviado del Maligno. Es terrible que la Iglesia Católica siga rindiendo culto a una persona así, tan irrespetuoso de la vida animal, tan poco afecto a una causa tan bella como el ecologismo. Así estamos.
La verdad que mi (inexistente) erudición filosófica deja a don Martín fuera, pero con este texto, más la confusa idea que me quedó después de haberlo estudiado en Puán, algo relacionado con que nos correspondía como hombres ser guardianes del agua Ser, en medio de un claro en un bosque (parece que a don Martín no le gustan los árboles), no me dan muchas ganas de explorar sus germánicas ideas.
ResponderBorrarSí, juzguemos el siglo XX desde nuestra estupenda socialdemocracia representativa. Critiquemos el odio a la separación entre trabajo intelectual y trabajo manual. Leamos a Habermas. Votemos cada dos años. Indignémonos con Foucault que se solidarizaba con la revolución iraní. Señalamos a Sartre y su cercanía al maoísmo. Lloremos ante Pirandello velado con la camisa negra de los fasci di combatimento o ante Unamuno y sus diatribas contra la barbarie roja y negra. Tirémosle mierda a Handke por defender a los serbios. Leamos emocionados a Susan Sontag. Lloremos de amor con el humanismo cristo-budista de Ricky Martin. Y apaguemos la luz.
ResponderBorrarA mí me alegra particularmente que con este fragmento nos devuelvas a un Heidegger despojado de tanta francofonía insoportable. Heidegger también (y sobre todo) importa por esto, no por la captura que hicieron de él los franceses, a los que Heidegger ni siquiera recibió (Lacan) en su casa del bosque, pese a insistencias varias. Este Heidegger es el más germánico, que es un modo de decir que resiste los embates de la captura francófona. Curiosamente, puanescos brutos, el señor M. Heidegger invitó personalmente a Alemania a Carlos Astrada, que pensó alguito parecido a lo de Heidegger pero con el Peronismo.
ResponderBorrarEs increíble como los bienpensantes vuelven siempre sobre los mismos nombres (Heidegger, Blanchot, De Man), siguiendo por cierto una agenda de trabajo franco-norteamericana. Quizá ignoren, por ejemplo, que uno de los filófos centrales del siglo Xx (ver, al respecto, algunos escritos de Negri), Giovanni Gentile, asesinado en Florencia por partisanos comunistas, fue quien llevó adelante la reforma de la educación más gloriosa del siglo XX. Si el Liceo Clásico es sin dudas la mejor escuela secundaria del mundo, eso se debe en gran parte al filósofo del actualismo, senador nombrado directamente por el Duce y rector de la Escuela Normal SUperior. A él se deben monumentos como la enciclopedia Treccani, las ediciones modernas de Bruno y, por cierto, una concepción de trabajo intelectual bastante cercana a la que plantea Heidegger en el texto que colgaste, Daniel. Gentile, además, es uno de los más lúcidos de Marx, a quien dedicó un libro en la primera década del siglo, citado fervorasamente por Lenin y considerado como uno de los antedentes más fuertes de la revolución teórica althusseriana.
ResponderBorrarLa alternativa ya no es entre fascismo y antifascismo, categorías demasiado vetustas como para seguir insistiendo en ellas, sino entre comunitaristas y anticomunitaristas. Heidegger y Gentile, con Gramsci y con Bataille, están en ese sentido en una misma sintonía.
Lo lamento pero la historia es sinuosa, chicos.
Perdón, no entiendo, señor badiou: explicitar la condición de nazi del señor Heidegger ¿es equivalente a "llorar de amor con el humanismo cristo-budista de Ricky Martin"?
ResponderBorrarPerdón, fui un bruto puanesco, señor anónimo; me dan grima los campos de concentración, de trabajo o de educación.
Perdón, señor die; no me dí cuenta que el fascismo era una categoría, pensé que era una realidad con la que tenía que convivir a diario. Y me resulta sospechoso el adjetivo "glorioso" aplicado al concepto "reforma educativa".
Rüdiger Zafransky, sobre las relaciones entre Walsh y la Alianza nacionalista, Walsh y el padre Castellani, o Walsh y el primer Peronismo, te recomiendo la biografía de Eduardo Jozami, que publicó Norma. Si no me equivoco (y Daniel podría corroborarlo) es el primer libro que tematiza esas relaciones.
ResponderBorrarEs más, te propongo ver, particularmente, la recepción que tuvo en los herederos de FORJA (Ferla) la aparición de Operación masacre. Es reveladora.
Saludos.
D
Qué grasa que sos Tito a. Grasa, idiota e insolente. Primero estudiá y después hablá, imbécil. O vos te creés que proferir palabras es un acto gratuito. NO entiendo para qué se habilita la moderación de comentarios si se permiten intervenciones como esas: estúpidas y descalificadoras, sin más objetivos que la idiotez. ¿Vendrías a querer decirnos que cualquier reflexión que parta o llegue al "ser" quedará revestida de una ironía semejante? Pibe, sentate a leer, por favor.
ResponderBorrarNo sabés qué bien me hacen tus insultos, anónimo. ¡Me alegra tanto ver cuán fácilmente muestran la hilacha algunos fascistas -perdón, me había olvidado de que esa era una categoría caduca-, se sacan la careta y apelan a la diatriba y a la violencia! Si me tuvieras delante, seguro me pegarías un tiro, ya que además de todos tus calificativos soy negro. Eso sí: te resultaría más difícil que ahora no dejar el conveniente cobijo del anonimato.
ResponderBorrarPerdón, Daniel, no fue mi intención depertar a la bestia en tu casa; son cosas que pasan.
Tito a., parecés Elisa Carrió hablando, jajaja. O Federico Storani.
ResponderBorrarDie, los bienpensantes, defienden a los empleados de tus defendidos. Yo que intento pensar bien, pero a veces se me zafa un engranaje, los fusilaría a TODOS Facistas y socialdemócratas) ellos en comité popular revolucionario:
ResponderBorrarEs más, mini programa de transición:
1-Quema de iglesias, con curas y fieles dentro.
2- Quema de juzgados, cuarteles, periódicos y emisoras de radio y tv con toda su lacra adentro.
3- Quema de todo aquel que posea capital y al menos un empleado (doméstico incluído)
Recién ahí, asamblea federal y anarquía.
Perro negro, ¿qué asamblea? Con ese programa, te quedás vos solo. No creo que juntes a más de cinco.
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