por Daniel Link
"Es que vos", me dijeron una vez los chicos del centro de estudiantes de Filosofía y Letras, "hacés una lectura posmoderna de Rodolfo Walsh". Que me dijeran eso a mí, que he escrito menos páginas sobre Borges que sobre Rodolfo Walsh (lo que significa que mi cabeza ha estado, durante más tiempo, habitada por éste y no por aquél) me pareció injusto. Como se trataba de una discusión de pasillo, nada serio, contesté la chicana con otra: "Uno hace lo que puede. Yo, por lo menos, hago una lectura".
Si me detengo en este pormenor autobiográfico no es por vanidad, sino porque me parece necesario aclarar el esfuerzo que significa para nosotros leer a Rodolfo Walsh (de este o aquel modo, eso no importa tanto) como un "autor canónico" de nuestras letras. Parece mentira, pero todavía seguimos preguntándonos, por ejemplo, en qué sentido Operación masacre es singular en el contexto de la literatura argentina, como si no nos bastara constatar que es precisamente el eterno retorno de esa pregunta lo que constituye la razón de existencia de un texto que se resiste a darnos una versión tranquilizadora sobre sí, sobre la literatura, sobre nosotros mismos.
El modo en que se resiste a toda clasificación (es decir, a toda normalización) es lo más característico de Operación masacre y de quienes insistimos en su participación respecto de las grandes líneas de debate que atraviesan la literatura contemporánea. Leer Operación masacre como literatura es violentar las ideas que hemos heredado de la antigua cultura burguesa (y que la prensa cotidiana reproduce todavía hoy con un cinismo apabullante) sobre el ejercicio con pretensiones artísticas de la escritura.
En nuestra perspectiva, Operación masacre representa ese momento (necesario para la existencia de algo así como "la literatura") en que lo literario se vuelve en su contra, incluyendo lo que al mismo tiempo excluye. Dicho de otro modo: Operación masacre demuestra, como pocos otros textos, que la literatura sobrevive solamente en un instante de peligro, es ese instante de peligro en el que todas las certezas se deshacen.
El texto completo, acá.
brillante, linkillo.
ResponderBorrarQue bien empezar el día leyendo eso. ¿Ves que cuando querés no sos posmo?
ResponderBorrar:)
Ya, en serio. Muy emocionante. Imagino que es lo que leíste ayer. ¿Incluís operación masacre en el corpus de siglo XX?
Por cierto, es preferible que pongas nomas un [1], [2], etc. y que el lector se ponga las pilas y suba y baje lo necesario. Porque hace rato que en la draft version las llamadas quedan medio extrañadas, con los códigos al desnudo y andando mal.
Abrazo
-J.
Choque esos cinco
ResponderBorrarA mí, exactamente lo mismo, "una lectura posmoderna de Walsh", me dijo Elsita Drucaroff sobre mi trabajo final del Seminario que daba en el Profesorado. Era, claro, el año 1992.
Soy DDV.
ja ja.
ResponderBorrarbuenísima la última frase.