De los universales abstractos a los particulares concretos[1]
La cultura que conocemos, la cultura que llamamos burguesa, se relaciona desde su comienzo mismo con la ciudad, y la forma-ciudad se ha ido modificando con el tiempo hasta convertirse en la que hoy conocemos y de la cual, en la mayoría de los casos, abominamos: las intervenciones urbanas de los últimos veinticinco años (en Buenos Aires, en Berlín, por citar sólo dos ciudades que conozco bien) parecían destinadas a destruir el entramado urbano: eliminado el umbral-ciudad ya nada podría oponerse al poder normalizador y fascistoide del Estado (de todos, de cualquier Estado) asociado con el Capital internacional.
En Buenos Aires basta con ir a caminar y observar aves en
[1] Retomo aquí algunas antiguas obsesiones expuestas en La chancha con cadenas. Buenos Aires, Ediciones del Eclipse, 1994 y en Cómo se lee y otras intervenciones críticas. Buenos Aires, Norma, 2003 [ISBN 987-54-5105-3].
[2] Uso la palabra imperio en el sentido en que puede leersela en Alain Badiou. “Quince tesissobre el arte contemporáneo” (trad. Daniel Link), www.linkillo.blogspot.com.
[3] La historia de las transformaciones urbanas en Buenos Aires es la historia de las fiestas a las que fuimos, porque la política cultural de la ciudad, en casi su totalidad, ha estado al servicio de la especulación inmobiliaria, desde la recuperación de la democracia, en 1983, pero tal vez antes.
El texto completo, acá.
lamento no haber podido escucharlo; la laectura ha sido todo un placer. quisera hacer un comentario más crítico, pero esto bastante apurada: debo ir a otro lado de la ciudad.
ResponderBorrarsaludos und Gute Reise!
Linkillo,
ResponderBorrarMe gusta lo que escribís -a tus ensayos me estoy refiriendo ahora -salvo cuando te atás a certezas inquebrantables. En esas partes me quedo dudando mientras tu prosa sigue tan segura y pareja; al ratito volvés a engancharme hasta la siguiente certeza en donde el proceso se repite.
Saludos
vieras que acá en santiago pasa lo mismo, todo lleno de guardias y de gente que cobra por hacer cualquier cosa que a simple vista podría imaginarse normal, o gratis :S
ResponderBorrarexelente tu blog, besos
Es un tema que me mortifica mucho, tambien.
ResponderBorrarNaci en una ciudad que ya no existe, decia mi viejo, que se sentia exilado de una ciudad del carajo que quiso con locura : hoy sus cenizas reposan en la enrejada placita Monserrat.
Me esfuerzo por tomar de Buenos Aires los restos de ese amor familiar, pero a veces no se que calle tomar...Es asquerosa e invivible. Y ahora, agarrate, Catalina, va estar bueno bueno bueno.
Sin embargo, los rastros de La Ciudad Ausente dejaron de ser perceptibles mucho antes de que Alfonsin entrara en escena: lo siento, Daniel, pero la alusion no me parece justa.
La primera Bienal de Arte Joven se hizo en el Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires, al fin de camino del gran Livingston y de Briante, yo no recuerdo que Puerto Madero haya sido sede tambien, no se, no me acuerdo.
En cualquier caso la pena reside en los escenarios que los porteños eligen espontaneamente para sus fiestas y recocijo (los shoppings, los supermercados, los restoranes snobs) y no donde las organizan los gobiernos y sus estupidas politicas culturales. Creo que son mas de 25 años de debacle cultural y arquitectonica, solo que son los que nosotros vimos pasar. La ruindad del paisaje es hija de milicos analfabetos y torturadores que diezmaron mucho mas que el decorado de nuestro lugar.
Si les interesa, lean esta entrevista al gran arquitecto y pensador y disculpen lo largo del comentario.
http://www.periodicovas.com/elivingston.htm
Me reí mucho con eso de "¿lo querés con o sin sangre?" que le dijiste a Eduardo Becerra al final de la charla...
ResponderBorrarFue sólo un chiste. Jamás me atrevería a violar las leyes de la hospitalidad hasta ese punto. Saludos.
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