L'incommensurable grandeur de la France
Conversábamos en la sobremesa del asado dominical sobre tango, milonga, especialmente porque el sábado anterior, ayer nomás, habíase presentado con extraordinaria concurrencia de público el libro de Cozarinsky-Freire que toma a la danza porteña como tema de reflexión y de ficción. Pesados como nos sentíamos por el sol inconmensurable y el canto de los loritos que venían a comerse los nísperos de la casa que linda con la de Ricardo Fehrmann, donde estábamos, no atinábamos a decir nada coherente.Tratando de imponer ya no recuerdo qué perspectiva crítica, Alan Pauls quiso citar un célebre local bailable y como titubeó en la localización del nombre preciso, para disimular el traspié etílico profirió la extraordinaria y cabernetiana serie:"Michelet, Bachelard, La Marshall"
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