por Jean-Claude Milner para Libération
Harry Potter y las reliquias de la muerte ha salido en Francia esta noche a la 0.01. Es el sexto y última toma de la serie de J.K. Rowling. Los lectores van finalmente a saber quién muere y quién no. Jean Claude Milner, lingüista y filósofo, ha leído la saga. Él nos explica en qué es muy política.
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Aquello que puede aparecer como elitista es de hecho una igualdad real, por oposición a una igualdad no real del mundo de los Moldus. En esto, Harry Potter es una máquina de guerra contra el mundo thatchero-blairista y la American way of life. (...) J.K. Rowling es, ella, una verdadera libertaria animada por una voluntad de preservación. Es como si ella dijera: “Aprendan griego y latín en lugar de estudiar marketing. (...) En esta historia, se tiene entonces, de un lado el mundo de los Moldus, donde la opresión es el poder sobre las cosas: del otro, el mundo de Poudlard, donde el saber puede permitir resistir a la cosificación del mundo de los Moldus, pero abre también la posibilidad de un poder sobre los sujetos. Ese poder temible, que busca Voldemort y que podemos llamar tiranía, es uno de los temas de Harry Potter, es uno de los temas recurrentes en la literatura inglesa después de Dickens y de Orwell.
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Traducción: Mario Elkin Ramírez, acá.
"... a saber quién muere y quién no" (con acento).
ResponderBorrar¿Será para tanto? ¿Será que yo leí otra cosa? Este análisis sobre el séptimo (no sexto) libro de Harry Potter me recuerda a la película "The Door in the Floor" cuando una persona se encuentra con el escritor y le dice que hizo un ensayo sobre su cuento (de una carilla). "¿Cuantas páginas tiene el ensayo?" pregunta él, y no puede ocultar su asombro cuando ella le responde: "veinticinco".
ResponderBorrarDefinitivamente esta gente está sobredimensionando
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