sábado, 27 de junio de 2009

Condiciones de habitabilidad

Me pregunta Alejandro Zambra cuáles son las imágenes que guardo de Santiago, de mis diferentes visitas. Le contesto que tres son para mí las características más amadas de la ciudad, y dos de ellas seguramente están ligadas de un modo más o menos inmediato a mi propia infancia. Lo primero son las montañas, esos Andes que se ven desde prácticamente todas las esquinas de la ciudad:









Incluso en Plaza Italia:


Como los Alpes en el Lago di Como, los Andes se mezclan eclécticamente con las palmeras que adoran los decoradores de Malls en el mundo entero:



Lo segundo son las gaviotas del Mapocho: no sólo el río que atraviesa la ciudad (o mejor dicho, a cuyas márgenes la ciudad ha crecido), sino sobre todo esas gaviotas que parecen haber perdido la noción de costa y se aventuran tierra adentro en contra de la corriente:





Lo tercero son los colores de una ciudad que no se resigna a ser piedra y nada más. Ésas son las cosas que me asaltan cuando pienso en Santiago.









4 comentarios:

  1. Anónimo6:52 p.m.

    me gustan esas fotos , pero son de puto

    chaum cara de pene

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  2. Anónimo12:18 a.m.

    mein god!!! si te gustan las fotos miralas y callate!!!

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  3. lo de los decoradores de malls: jajaja tal cual!
    y me gustó mucho "que no se resigna a ser piedra y nada más"

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  4. Anónimo3:41 p.m.

    las fotos no son de puto, la mirada que se posa sobre ellas sí.

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