domingo, 20 de septiembre de 2009

Las ballenas de septiembre

Hartos de la insoportable fealdad de Buenos Aires y del aburrimiento que nos provoca una ciudad en la que, cada día, descubrimos la destrucción de una pieza más de lo que creíamos imprescindible para poder sobrevivr en ella, nos lanzamos a quemar neumáticos por las carreteras mojadas.



Ya en el campo, nos detuvimos a contemplar un rato la tormenta y sus efectos, con la precaución de llegar a Mar del Plata (nuestro destino), como para la hora del almuerzo.



Pero cada pormenor del camino nos detenía,



de modo que cuando llegamos a La Feliz (cada vez más hermosa), encontramos que ya era tarde para ir a nuestro restaurante del puerto, La Marina,



y nos detuvimos a picar algo en el Manolo de Playa Chica (no por la calidad de la comida, sino por las vistas, que no nos cansaremos de amar mientras vivamos).

Intentando fotografiar un barco que pasaba lentamente, la cámara registró un movimiento que, luego, se reveló como la cola de una ballena, que hizo la delicia de los escasos concurrentes y los camareros.



No una, sino dos, tres, eran los cetáceos que, en alegre montón, habían venido a alimentarse, tan cerca de la costa que muchos sospecharon que algo malo les pasaba. Por suerte no era así (no hubo, con posterioridad, noticias de ballenas varadas). Después de pasear un poco, decidimos acercarnos al Hotel Provincial (ahora incorporado a la cadena NH), para ver qué habían hecho para recuperarlo del abandono en el que estaba.





El espacio, soberbio, brilla como una alhaja rara. Los quioscos de la rambla, que tanto mal le hacían al edificio de Bustillo, ya han desaparecido. Nos dejamos llevar por el ritmo de las aguas (las del mar, las de la lluvia). Volvimos a extrañar el dos ambientes que tantas primaveras y otoños disfrutamos.



Tanta fue la delicia que la ciudad nos regalaba que preguntamos incluso las tarifas de NH, pero nos pareció desmesurada la tasación del bed and breakfast.
Después, nuestros amigos, que nos esperaban en la Facultad de Humanidades para charlar un poco, nos enviaron el helicóptero en el que transportan a las visitas ilustres.



Llegamos ya de noche, con nuestras sirenas bajo el brazo





Conversamos largamente con los lugareños (profesores y alumnos) antes de irnos a comer a La Bodeguita, donde me hablaron del Museo de Arte Moderno que la ciudad tendrá muy pronto
(en Buenos Aires, sabido es, es una de las tantas cosas que agonizan).



La medianoche se nos vino encima. Era hora de volver. A las 3, afortunadamente, ya estábamos de vuelta en casa.

Acá, más fotos de Sebastián Freire.

11 comentarios:

  1. Qué hermosa secuencia de fotografías (incluidas las de Flickr). I dread to ask about "la destrucción de una pieza más de lo que creíamos imprescindible para poder sobrevivir en ella". Hay algunas de las que se han perpetrado en esta ciudad que yo no superaré jamás.
    Sin embargo, en realidad pasaba para agradecer los cuatro capítulos de Lost in Austen que recién termino de ver gracias a tu posteo El Pliegue del 12 de agosto.
    Amé esta convergencia:
    http://www.youtube.com/watch?v=eWHrh6ofwbM
    http://www.youtube.com/watch?v=KG8zyNz3rhE
    http://www.youtube.com/watch?v=FKCnHWas3HQ

    When you’re alone and life is making you lonely
    You can always go – downtown
    When you’ve got worries, all the noise and the hurry
    Seems to help, I know – downtown
    Just listen to the music of the traffic in the city
    Linger on the sidewalk where the neon signs are pretty
    How can you lose?

    The lights are much brighter there
    You can forget all your troubles, forget all your cares
    So go downtown, things’ll be great when you’re
    Downtown – no finer place, for sure
    Downtown – everything’s waiting for you

    Don’t hang around and let your problems surround you
    There are movie shows – downtown
    Maybe you know some little places to go to
    Where they never close – downtown
    Just listen to the rhythm of a gentle bossa nova
    You’ll be dancing with him too before the night is over
    Happy again

    The lights are much brighter there
    You can forget all your troubles, forget all your cares
    So go downtown, where all the lights are bright
    Downtown – waiting for you tonight
    Downtown – you’re gonna be all right now

    [Instrumental break]

    And you may find somebody kind to help and understand you
    Someone who is just like you and needs a gentle hand to
    Guide them along

    So maybe I’ll see you there
    We can forget all our troubles, forget all our cares
    So go downtown, things’ll be great when you’re
    Downtown – don’t wait a minute for
    Downtown – everything’s waiting for you

    Downtown, downtown, downtown, downtown …

    Qué estés bien, Pupita

    ResponderBorrar
  2. Ö bostezando2:41 a.m.

    Link

    ResponderBorrar
  3. Por si fuiste vos el que preguntó en La Pulpera por el texto de Homenaje a los Malditos de La Zaranda (E. Calonge) te paso estos datos.
    Si no es así, disculpas, y por favor enviá este a la papelera.

    "Homenaje a los malditos / Los que ríen los últimos /
    Futuros difuntos" (3 obras)

    Eusebio Calonge del Teatro La Zaranda

    "Homenaje a los malditos / Los que ríen los últimos / Futuros difuntos", Eusebio Calonge del Teatro La Zaranda
    ISBN: 978-84-96584-28-0

    Para realizar sus pedidos:
    hiru@euskalnet.net
    Envíos contrarreembolso por Correo postal
    o Mrw (sólo Estado español)
    www.hiru-ed.com

    EDITORIAL HIRU
    Apdo 184
    20280 Hondarribia
    Gipuzkoa
    Tel/Fax: 943.64.10.87 (mañanas)

    16 Euros

    Cordialmente
    Fernando Terreno
    fecosol@gmail.com

    ResponderBorrar
  4. Anónimo9:07 a.m.

    Daniel:Es hermoso lo que escribís.
    También las fotos,son hermosas.
    Me das mucho placer.

    ResponderBorrar
  5. ¡Ah ... Mar del Plata ...!
    ¡Mi querida ciudad!
    Y, si todo sale bien, el lugar en donde podré, en poco tiempo más, desarrollar "mis manías" ("Clases. Literatura y disidencia") ...

    "QUE VUELVA EL NIÑO AQUEL" (MASSACRE).

    ResponderBorrar
  6. Viejo Lobo7:47 p.m.

    Estos cordobeses de tanto fernet y pseudo sierra confunden una ballena con cualquier cosa

    ResponderBorrar
  7. Viejo Lobo, momentito: lo que se ve (apens) en la foto era una ballena o un efecto especial de Spielberg muy bien logrado, yo qué se. La cola de la ballena, en todo caso. Y lo de pseudo-sierras, ¡no lo permito! (tirando la silla al suelo, sacando el facón de la liga y arremangándome el poncho)...

    ResponderBorrar
  8. Cachorra10:19 p.m.

    y se armó la podrida entre el gaucho con liga (sic) y el Viejo Lobo que impugna al mediterráneo que otea ballenas. ¡Quién sos Viejo Lobo! ¡Ni que fueras Guillermo Bredeston para hablar de Mar del Plata!

    ResponderBorrar
  9. Hermoso Cicero
    las palabras y el homenaje a una ciudad bella "cuando se han ido los que tapan toda la arena con celofán..."
    Yo, como el ángel empetrolado estoy preparándolo todo para ir a pasar la vida allí como profesorra de literatura o vendedora de chipirones.
    Ah! el salmóm completo de La marina, insuperable!!

    ResponderBorrar
  10. Yo agrandé la foto a 400% (lo máximo que deja mi monitor) y a mí me dio ballena.

    ResponderBorrar