por Daniel Link para Perfil
Había tenido un hijo (dos), había plantado un árbol (varios), había escrito unos libros. Y sin embargo... le parecía poco. Hijos ya no tendría (aunque esperaría los nietos como si fueran vagas repeticiones de lo mismo), árboles seguiría plantando y libros nuevos lo arrastrarían al desasosiego. Decidió hacer una casa.
Además de lo que encargó (la estructura, el techo, las aberturas, la instalación sanitaria y eléctrica), puso todos los tomacorrientes, lámparas y llaves de luz, fabricó tres tejidos mosquiteros, hizo un taparrollos para una persiana de dimensiones fuera de lo corriente, pintó paredes, barnizó muebles, aplicó capas de protección en los ladrillos a la vista, pulió los pisos, instaló una luz de emergencia y un farol en el jardín y se detuvo a contemplar el atardecer acompañado por sus perros, sus gatas y las personas que amaba.
Puso en la casa restos de hogares pretéritos: esto era del departamento de Mar del Plata, aquello era del departamento en La Lucila, ese armario y ese escritorio estaban en el departamento de Humberto Primo. Todo había sido hecho con su trabajo personal: pagó de su salario todo lo que compró y fabricó con sus manos.
Se sintió satisfecho salvo por una inquietud que fue creciendo con los días y los meses. Nadie notaba los progresos realizados (todo parecía "natural"). Se dio cuenta de que el artesanado es la forma más impersonal de la "obra" (mucho más que un árbol, un hijo o un libro): lo bien hecho no se nota, está allí, funciona, no se espera sino eso. Pensó en sus novelas y comprendió el fastidio (¿brechtiano?) que le provocaba lo bien fait. Un libro del que sólo se puede decir que funciona, que es lo que se espera que sea y sólo eso, ¿no es la aniquilación del arte por el artesanado?
Recordó palabras de un escritor admirado: "¡que lo haga otro!". Ese fundamentalismo por lo nuevo (en lugar de lo bueno), ¿no era índice de un aristocratismo demodé?
¿No sería mejor, en lugar de aquellas incandescencias vanguardistas (o meramente narcisistas), hacer libros como cosas y reducir la función del autor a ese nadie que hace todo sin poner su firma nunca?
Muy interesante planteo.
ResponderBorrarNi las leyes de la física (tan funcionales, por cierto) escapan de la autoría.
Ley de Newton, Ley de Faraday, Leyes de Kirchoff, Ecuaciones de Maxwell, principio de incertidumbre de Heisenberg, etc.
Che, y tu pareja no aportó para la construcción de la casa????
ResponderBorrarPorque ese es el tema con el artesanato: no se nota y parece natural, porque en general es un trabajo colectivo, donde muchos ponen su granito de arena para que las cosas finalmente existan y funcionen... Ahora, si sólo hay uno que todo lo hace de la nada con su esfuerzo, su trabajo y su dinero... en fin...
señor daniel link.
ResponderBorraracabo de leer su "teatro de operaciones" en Ñ y tambien este ultimo articulo suyo en su blog.
afortunadamente pude hacerlo porque tomarse vacaciones yendose de viaje no significa nada para mi.
usar los viajes como vacaciones o viceversa no esta en mis habitos, pero... ud si deberia tomarse unos dias porque esta muy loco.
descanse
cassandra
Creo que mi respuesta corta a tu última pregunta sería, no. Y la larga.....será material para elaborar.....De todos modos me gusta, y mucho, la provocación de la pregunta.
ResponderBorrarYo prefiero saber quién lo hizo para seguir la marca de la persona. Todas los muebles de mi cocina los hice yo, algunas puertas están torcidas, pero llevan mi firma. Sé quién me ayudó a hacer una pared y un techo, tiene su firma, sé quién levantó la casa, el abuelo de mi vieja, el mismo que hizo la escalera de granito, sé quién hizo la terminación del frente, mi abuelo cuando tenía catorce años. Me gusta saber quién lo hizo, me gusta ver las huellas de las personas.
ResponderBorrarOtra cosa son las limitaciones al copyright que defendés.
Dos cosas: 1º) o nos quedamos con el anonimato de la obra colectiva, o aceptamos que "el autor" ha muerto definitvamente... lo cual podría ser cierto... 2º) lo que "funciona" es la literatura llamada "¿comercial?", ¿lo bueno en lugar de lo necesario para arte? Tu pregunta "provocadora" es la gran pregunta sobre el arte y la literatura.
ResponderBorrarLink el razonamiento se cae con una simple, tosca y medio pelotuda pregunta: ¿y los artesanos que firman, qué? hay un montón, son los buenos, los que se destacan de la simple funcionalidad, de que la cosa simplemente "funcione". pensá en gaudí, el tipo diseñaba hasta la grifería, los herrajes, todo. después para hacer lo que él había proyectado ¿iba a buscar a un simple herrero? claro que no, iba a buscar a un maestro herrero, y el maestro, por supuesto, firmaba sus propias rejas. no es tan simple la cuestión del autor aunque sigan insistiendo con eso... un tanto arcaico ya...
ResponderBorrarUno puede ser artesano y escapar a las leyes de la autoría o intentar reivindicar un lapsus repentino de inquietud egocéntrica y firmar.No importa: tenemos hijos, plantamos árboles, escribimos libros y padecemos esa enfermedad que oscila entre el sí y el no, entre lo que intentamos hacer y lo que nos impone el sinsentido, la nada. Autores del límite,de la impotencia, del trazo vacío...
ResponderBorrarTe extraño.