Como el que sufre las consecuencias es el alcalde de la ciudad de Buenos Aires, hay quienes se regocijan de la politización del alumnado de las escuelas secundarias, que han tomado diez o veinte casas de estudio (no he llevado la cuenta). Sin embargo, cuando lo mismo sucede en ciertas Facultades que dependen de las Universidades Nacionales, ya la opinión pública ve la mano troska y los Consejos Directivos se rasgan las vestiduras: el calendario académico se descuajeringa, no habrá exámenes, los equipos de investigación no podrán cumplimentar las exorbitantes exigencias burocráticas que se les imponen.
¿Qué reclaman los jóvenes que han tomado las casas de estudio? Condiciones edilicias dignas (aulas, baños limpios, comedores estudiantiles). Ciencias Sociales espera, desde hace años, la terminación de las obras en la ex fábrica Terrabusi que fue adquirida para su funcionamiento y las (pocas) aulas que se construyen en Filosofía y Letras se destinarán (así se denuncia) a las actividades de posgrado (la decisión tiene cierta lógica, aunque sea perversa: esos estudios son arancelados y uno puede refugiarse en un izquierdismo villero si ofrece cursos gratuitos, pero en modo alguno puede hacerlo si está cobrando, y mucho, por cursos que se dictan en aulas totalmente inadecuadas para cualquier forma de pedagogía). Se podría agregar: es inconcebible que la Universidad de Buenos Aires no tenga una Biblioteca Central, ni comedores, o que los institutos de investigación funcionen en edificios ruinosos donde los techos se caen cada dos por tres y los antecitados equipos de investigadores no tienen lugar físico para reunirse.
Supongo que los reclamos de los secundarios esgrimirán argumentos similares. Y, sin embargo, todo funciona a pura pérdida (de pedagogía, de razones, de democracia). En “Casa Tomada”, ese cuento siniestro de Cortázar, el narrador (que no entiende el mundo en el que vive y que asiste a la progresiva invasión de la casa en la que vive con su hermana Irene) termina tirando la llave en una alcantarilla: “No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa hora y con la casa tomada”.
sábado, 18 de septiembre de 2010
Casa tomada
Por Daniel Link para Perfil
Gracias...
ResponderBorrarMe gustó eso de "izquierdismo villero".
ResponderBorrarDejo mi comentario: http://laestupidezmolesta.blogspot.com/2010/09/no-lo-tengo-resuelto.html
Cuántas idioteces juntas. No tenés perdón, Danielito.
ResponderBorrarTodo el clima se pone setentista.
ResponderBorrarSólo faltan los tiros y vamos a seguir en el "horno" o el infierno, versión argentina.
¿A quién le importa la educación?
Uno tiene que opinar desde el anonimato... sólo por las dudas... no vaya a ser que después algunos te escrachen.
¡Cuidense!
Profesor Daniel Link:
ResponderBorrarLo felicito por tener las agallas de publicar esta nota, en tiempos en que sólo se reproduce el discurso oficial y el discurso de la gestión de la facultad.
Supongo que estará suscripto a la lista de distribución de Comunicación III; si no lo está, le sugiero se suscriba al menos durante el tiempo que dure la toma, para seguir todas las discusiones que se están dando.
Como estudiante no agrupada que está participando de este proceso, le ofrezco un acercamiento al diálogo para comentarle desde adentro todo lo que estamos viviendo en las asambleas, y para responderle a las dudas que pueda tener, dado que circulan muchas mentiras infundadas y malintencionadas entre los propios docentes y estudiantes de nuestra facultad.
Muchas gracias por su reflexión.
Cordialmente,
Mara Avila
Estudiante de Ciencias de la Comunicación -
UBA
Estudiante del Traductorado Público - UBA
Estimado Daniel:
ResponderBorrarDisculpe que lo contacte por este medio. Pero estaba muy interesada en cursar el seminario sobre Copi que comenzaba hoy y no encuentro ningún canal oficial para verificar si se dictará o no. Desde ya, disculpas de nuevo y gracias por lo que pueda comentarme,
Gabriela Villalba
gracias Link por publicar esta nota, y sobre todo por haberlo hecho en Perfil
ResponderBorrar