jueves, 30 de diciembre de 2010

Corporaciones

Llegábamos a la siguiente conclusión: la prolongada toma de la Facultad de Filosofía y Letras por parte de los alumnos, en reclamo de mejores condiciones físicas de aprendizaje, atrasó considerablemente la realización del ya imprescindible "Congreso de Puan" (que organiza la carrera de Letras todos los años) lo que, a su vez, paralizó la actividad cultural de Buenos Aires: "Hasta que no sepamos qué se debatirá en ese congreso no podemos establecer las líneas que orientarán nuestras propias prácticas", imaginamos que pensaron los gestores especializados de Buenos Aires. Por eso, este año, la actividad cultural y artística llegó hasta el borde mismo del 31 por la noche (inauguraciones de museos en navidad, vernissages después del día de los inocentes, conferencias magistrales el 30 mismo).
Un graduado de filosofía que asistía a nuestras conclusiones en una vereda de Palermo Infame (estábamos fumando) creyó simpático aclarar: "Por eso nosotros hicimos nuestro congreso en Derecho". Lo miramos atónitos. "Pero a nadie puede interesarle lo que se discuta en un congreso de filosofía*. Haberlo hecho o no, daba exactamente lo mismo".
Como estaba en franca minoría, el filósofo tartamudeó que él consideraba que la realización de ese congreso fue una contribución a "la humanidad". Eso se lo reconocimos: "la humanidad" (esa cosa vieja, tal vez muerta y maloliente) y "la filosofía" (idem, idem, idem) muy probablemente funcionen en el mismo registro gracioso donde una y otra se miran en espejo para confirmar sus naderías. "Nosotros, por el contrario, determinamos qué es legítimo y no en la cultura argentina, qué hay que leer, cómo se lee, qué moda ya pasó y cuál se insinúa en el horizonte". ¿Cómo no iba a paralizarse la cultura de Buenos Aires ante la dilación de tales veredictos? ¿Quién podría haberse atrevido a lanzarse solo, sin timón, sin brújula, ¡sin prácticos y sin pilotos!, a las procelosas aguas del presente?

Dicho esto, nos despedimos deseándonos un feliz 2011 y alegrándonos de que, más bien tarde, el 2010 ya estuviera terminando.
Repitiéndome, les deseo a todos, queridos lectores (es una manera de decir, nada más), un feliz 2011 y me voy a regar, que la seca está fatal y el pasto se me pone amarillo.

*El vínculo reenvia a otro congreso, que no se pretende filosófico, y que por eso, claro, le resultó interesante a Diego B., cuya recomendación transmito ciegamente.


7 comentarios:

  1. Feliz año.
    Estoy leyendo un libro de Patti Smith y Robert Maperalgo.Me acorde del artista del momento.
    Que lindo es regar!
    Digale a Tommy Barban que abandone la ciber militancia por unas horas.
    Soy un animal social. Me reeduque.

    Cariños
    A

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  2. Anónimo2:16 a.m.

    felicidades para ti y para los tuyos desde el tropico insular en el que se les recuerda con cariño. a tirar el agua sucia para la calle pa que se vaya lo malo!!!

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  3. La recomendación de Diego B es buenísima. Ahí sí que hubiera ido de haberlo sabido a tiempo (el de Puán siempre me da un poco de fobia, social por lo multitudinario, además de que nunca leo lo que se DEBE leer). Todas las ponencias de este de la U.de Gral. Sarmiento son tentadoras, de verdad. El sitio además es fantástico ¡tienen los textos de todo lo leído! ¿Y si mudamos Puán a Gral. Sarmiento, yo quiero un poco de pastito afuera de las aulas... ¡Sería tan bucólico! Pero lo arruinaríamos pronto, ¡qué duda cabe, mamá Cora!

    ¡Feliz año!
    Y gracias a Diego B, como tantas veces.

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  4. edgardo1:58 p.m.

    por un 2011 sin congresos, coloquios, ponencias e via dicendo, con bodas de delirio no analizado y método autónomo. ¡Nápoles en el corazón!

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  5. Hernan2:09 a.m.

    Felicidades, Daniel. Tu revista de Fogwill espera su reclamo.

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  6. By the way, los congresos de filosofía son el marcado de tarjeta de esa cosa ridícula que es el filósofo profesional y sólo una versión algo más elitista de esa nadería endogámica y autoafirmatoria que sucede en las academias de humanidades en un mundo donde el 0,25 % de la población lee libros (tres cuartos de esa franjita, porque cree que es un deber hacerlo). :)

    Ah, tengo algo que me dejó una espía del Mossad para ustedes...

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