sábado, 25 de junio de 2011

Primera comunión


por Daniel Link para Perfil

Como son muchas las razones que tengo para desconfiar de la noción de "correo no deseado" o spam, y poco el espacio que tengo para explicarlas, me detendré en un caso que demuestra cabalmente por qué vías imprevistas nos llega la posibilidad de un pensamiento.
Sale a mi encuentro un mensaje que promociona "a national sex party" que se desarrollará en San Francisco (¡cómo no!), Tampa, Ft. Lauderdale y Atlanta. Como mi participación en ese encuentro es imposible, desecho de inmediato el mensaje y luego lo recupero porque alguna señal de alarma queda repiqueteando en mi cabeza.
Lo miro bien y el encuentro se llama CumUnion: la primera mitad del nombre escrito en blanco; la segunda, en negro, sobre un fondo celeste salpicado de manchones blancos.
Se trata, claro, de un pensamiento comunitario (de una forma de vida) que, una vez más, me hace pensar en la fatal fascinación de la cultura norteamericana con eso que nunca comprenderá bien: el catolicismo y sus dogmas
prueba de lo cual son engendros cinematográficos como Constantine (2005) o El código Da Vinci (2006).
En este caso, se trata de la Eucaristía, que se actualiza en cada misa (desde la primera: la Última Cena). El misterio eucarístico de la transubstanciación (el sacrificio sacramental como memorial del sacrificio de Cristo) une la celebración de la distribución del pan con la realidad de la comunidad cristiana, cuya vida y cuya acción se deriva íntegramente de la Eucaristía, desde la caridad social hasta el martirio. "Tomad y comed, éste es mi cuerpo que será entregado por vosotros para el perdón de los pecados. Tomad y bebed, porque ésta es mi sangre, sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por muchos para el perdón de los pecados..." (Mateo, 26: 26-29; Lucas, 22: 19-20).
Como la fiesta CumUnion es una reunión de barebackers
(hombres que practican sexo sin condón) podrían aplicársele las mismas consideraciones sobre lo sagrado (la misma teología, el mismo ritual, los mismos imperativos: coman y beban) que a la Eucaristía. No en vano, la Iglesia de Roma manifiesta igual repugnancia que los barebackers al uso de preservativo.

1 comentario:

  1. Schubert10:23 p.m.

    ¡Recién caigo que llegaste a dos millones de visitas!
    Go, Linkillo, GO!


    PD: Genial entrada...

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