A lo largo de dos horas, el más inteligente de nuestros dramaturgos (el más inteligente artista de su generación) desplegó una cantidad de datos y argumentos que, sin embargo, prefirió resumir en una sentencia que ponía ente paréntesis los festivales trágicos y los sufrimientos de los átridas:
"El problema que ustedes tienen para hacer teatro es el mar.
Con el mar ahí, nadie puede hacer teatro."
Con el mar ahí, nadie puede hacer teatro."
(anterior)
¡Ah, sotreta! Así, arrancado de contexto, paso al bronce por mi peor comentario de aquella tarde carioca.
ResponderBorrarA lo mejor los griegos invfentaron el teatro en ciudades internas de Grecia, que las hay. Todo parece indicar que en Esparta, de anchos mares, no había teatro, sino infanticidios.
Fuere como fuere, la falta de leche de coco es evidentemente lo que puede3 haber favorecido la actividad teatral, mientras que la perjudica en Rio de Janeiro,. siempre abierta al hedonismo.
Rafael Spregelburd