Por Daniel Link para Perfil
“Cinco por uno, no va a quedar
ninguno”, “Paredón, paredón, a todos los milicos que vendieron
la Nación”. Dejemos el consignismo de lado, porque su eficacia se
mide no en el orden de los conceptos sino en el orden de los afectos.
Durante la última multitudinaria marcha opositora se escucharon mil
consignas odiosas y otras que no lo fueron tanto. Pero eso sucede
siempre que hay masa (es decir, siempre que uno se incorpora a una
multiplicidad de masa).
Los analistas del acontecimiento
político más importante de noviembre se inclinaron ya por un
análisis de la expresión (habiendo decidido que no había
“contenido” en los reclamos de los manifestantes, lo que
importaba era analizar quién se expresaba, y cómo) o bien, por un
análisis del contenido (qué reclamaba la multitud, que no es
“abstracta” sino inasignable a una clase, a un territorio o a una
ideología).
El periodismo, no importa qué simpatía
política abrace, está obligado a decir lo que el poder no puede
decir sobre sí mismo o sobre la sociedad civil. Algunas de las
dádivas que irritaban a algunos de los manifestantes del 8 de
noviembre pueden encuadrarse dentro de lo que se llama clientelismo,
pero otras, lamentablemente, son necesarias en relación con personas
que (por una multitud de factores) ya no podrán integrarse nunca en
ningún mercado laboral (entiéndase: en ninguno, nunca). El poder no
puede referirse objetivamente a esos sectores, el periodismo debe
hacerlo. Lo mismo puede decirse de la negativa gubernamental a
encarar una reforma impositiva que saque de los hombros de los
sectores medios y bajos la inverosímil presión de sostener al
Estado (Anses, Impuesto a las Ganancias, IVA, cheque, etc.).
Es decir, para poder decidir que la
multitud no reclamaba nada concreto había que ensordecerse
previamente al significado de la palabra “corrupción”.
Como seguramente no hay un solo
kirchnerista que pueda dormir tranquilo sabiendo que en la línea de
sucesión presidencial se encuentra el Sr. Boudou, convendría que
ese reclamo (que, en algún sentido, lo teñía todo con sus tonos
opacos) fuera atendido más temprano que tarde.
ResponderBorrar"La filosofía lleva a lo absoluto la desterritorialización relativa del capital, (...), lo vuelve contra sí, para apelar a una tierra nueva, a un pueblo nuevo"
¡Y cuánto de esa multitud de factores no altera la producción de la otra!
Cñte, Esloto New Fund.