lunes, 10 de diciembre de 2012

La nave nodriza

Llegamos a Estocolmo en uno de los días más fríos de uno de los inviernos más crudos de los que los suecos tengan memoria. Todo es nieve y noche (incluso, y sobre todo, a la hora de nuestra siesta).

























































Fotos: Sebastián Freire

Por fortuna, la presencia de amigos nos brindan el calor necesario para semejante experiencia de intemperie.
Lo demás es trabajo, y ya será objeto de alguna reflexión, porque a bordo de la nave nodriza, todo es pura actividad y ebullición.

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