Miren, no dije nada porque no valía la pena, pero hoy estoy contento: el especial de navidad de Vicious fue la-men-ta-ble (sobre todo por la altísima expectativa que tenía yo en esa entrega de una serie que tal vez sobrevaloré en su momento) y el especial de navidad de Doctor Who tuvo una única virtud: el final de Matt Smith y, esperemos, la línea argumental con él asociada, que hace años nos tenía podridos. Habrá que ver qué tal el nuevo Doctor, que fue presentado en la BBC con bombos y platillos y que en este episodio tuvo sólo una línea de diálogo. Simpático no es, pero... nada puede ser peor que su predecesor (ni mejor que David Tennant, claro).
¿Hubo otros especiales de navidad? Ah, sí, el de Downton Abbey, cuya historia avanza lentamente hacia el nazismo, que ya se cobró una primera víctima entre los personajes secundarios de ese melodrama de época que miro solo y que no podría defender de la malevolencia de nadie.
Alguien me recomendó, hace unas semanas, AHS Coven. Por supuesto, la vemos desde el principio (ahora está en receso) y algo para decir tengo, pero no hoy, no ahora, sino mañana.
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