Por Daniel Link para Perfil
Tiene razón la Sra. de Kirchner, en
sus twitteos cubanos: “otra vez sopa”. Aunque me gustan las
sopas, soy capaz de darme cuenta de lo que la metáfora gastronómica
implica: otra vez el intríngulis bancario, el dólar impredecible,
la inflación, la merma en las reservas, el regocijo de los países
“desarrollados”, la derecha reclamando que rueden cabezas, los
obsecuentes defendiendo cada uno de los giros de la ruleta rusa que
se juega a diario, el “riesgo país”.
Ya estoy viejo para comer una vez más
(por ¿cuarta? vez) de tales platos así que espero (lo juro por la
luz que me alumbra... No, mejor lo juro por otra cosa: por el amor
que tengo hacia mis hijos) que realmente podamos zafar de ésta. Voto
de confianza a quienes no se la merecen, paños fríos en el pie
derecho (es mi pie en rehabilitación) y en la cabeza, oídos sordos
a la bicicleta financiera. No importa quién tenga razón, no quiero
caer en el desasosiego.
No repetiré los dichos insolentes de
los opinadores opositores al kirchnerismo, porque yo quisiera (aunque
no creo en ese programa de gobierno) que no naufrague, y nosotros con
él. Repito, ya estoy viejo y no sé si sería capaz de recuperarme.
Yo no sé si
puedo soportar una crisis más, pero sobre todo, no sé si puedo
soportar un desengaño más, porque, justo es decirlo: qué me
importan a mí los alemanes y sus hegelianas melancolías, los
ladridos norteamericanos, los mexicanos y su tendencia al crimen
organizado, el Orden y el Progreso, el capitalismo transnacional o el
capitalismo nacionalista que se le opone como un falso bien. El único
bien es la felicidad de todos y cualquiera.
Yo vivo acá
porque acá me siento feliz, porque tengo acá todo lo que necesito y
quiero, porque me gustan nuestro clima y nuestros regímenes
alimentarios, la forma en la que hablamos y el umbral de indefinición
que nos constituye (en el fondo sé que este país terminó hace rato
y sólo se mantiene en pie por un efecto de discurso o una ilusión
óptica que sostenemos entre todos).
Cito, de mi
película de amor favorita, las palabras de William Thacker: "Lo
que ocurre es que contigo estoy en peligro. Parece una situación
perfecta, dejando aparte tu temperamento, pero mi relativamente
inexperto corazón podría no recuperarse. Y si fuera castigado otra
vez, como estoy seguro de que sucedería, hay demasiadas, demasiadas
fotos tuyas, demasiadas películas. Te irías, y yo me quedaría
hecho polvo."
Great movie!
ResponderBorrar¡Cuánta desazón!
ResponderBorrarque linda cita! quedé derretida!
ResponderBorrarYo también estoy vieja para todo eso que Ud describe.
ResponderBorrarLe quiero hacer un pedido que no tiene nadaque ver con la política...aunque como se refiere a una película,podría enlaazarse a mi pedido: "Bajo el volcan", dirigida por John Huston, basada en el libro de Malcolm Lowry.
¿Podría darme el gusto de opinaar y comentar este libro?
Desde ya, muchas gracias
Bajo el Volcán es una de las novelas más intensas que yo haya leído. A Foucault y a Deleuze también les gustaba. Periódicamente, volvemos a "enseñarla".
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