domingo, 6 de abril de 2014

Kafka

por Beatriz Sarlo para Perfil

Kafka representa por medio del detalle. Los gestos son, obviamente, el detalle de lo subjetivo. Así, Benjamin lee en Kafka su propia epistemología: “Seguramente lo más inabarcable para Kafka es el gesto. Cada uno de ellos es un suceso, incluso podría decirse un drama, en sí”.
Con su genio para encontrar y contraponer textos, Benjamin somete esta tesis suya a una fulgurante demostración, que comunica a Scholem en una carta de 1938. La obra de Kafka “es una elipsis cuyos focos, muy alejados entre sí, están determinados por la experiencia mística (que es ante todo la experiencia de la tradición), de un lado; del otro, por la experiencia del hombre moderno de la gran ciudad”. El profetismo moderno es contemporáneo del de la ciencia.


El texto completo, acá.


 

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