La temporada televisiva del norte ya puso en el aire sus primeras apuestas para la segunda mitad del año. Comencemos por algo un poco más viejo y que ya se está viendo a través del cable latinoamericano: Helix. Es una producción de Syfy (para los entendidos, alcanza con decir esto para que se entienda de inmediato que es un disparate mal guionado y producido mayormente dentro de un container). Sigue las peripecias de unos científicos del Centro de Prevención y Control de Enfermedades (un tema muy de moda, como se verá), que viajan a una base privada de investigaciones en el Ártico donde algo malo, muy malo ha sucedido. Sí, sí, es un virus. Pero un virus debidamente planificado para.... (spoiler, spoiler, mejor callar).
El casting es de penoso para abajo y no vale la pena detenerse en quienes ya hicieron fracasar otros proyectos (Billy Campbell, por ejemplo). Hiroyuki Sanada, en el papel del Dr. Hiroshi Hatake, en cambio, merece unas palabras.
Recordábamos al Sr. Sanada por su papel de Dogen en Lost. Un rol de esos que los narratólogos llaman shifter (porque relaciona el plano del enunciado con el de la enunciación). En la práctica, se trata de personajes que saben todo lo que está pasando pero no lo dicen sino cuando ya no les queda más remedio y nadie sabe cómo hacer avanzar la trama. En Helix, cada vez que le preguntan algo, el Dr. Hatake frunce los labios y calla. En el siguiente episodio revelará parte de la verdad, y así sucesiva y aburridamente.
Dudo que Helix sobreviva a sus propios errores, sobre todo porque el Sr. Sanada ya consiguió otro trabajo, donde cumple el mismo rol: en Extant (producción de alguna de las empresas de Spielberg, lo que explica que su nombre aparezca acreditado, y también de los productores de E.R., para CBS) pasan muchas cosas y todas ellas conducen al Sr. Hideki Yasumoto, un multimillonario que financia los proyectos más peregrinos, con cara de "ya vas a ver".Ya veremos (o no). Extant cuenta con un reparto caro (lo que no significa bueno) en el que brillan la cenicienta Halle Berry, en el papel de una astronauta que ha pasado más de un año (¡sola!) en una base científica que orbita alrededor de la Tierra y Goren Visnjic (sí, el médico de E.R.), quien como se aburre de esperarla, se dedica a educar como a un hijo a un niño "Humanich" (¡no es un robot, no es un robot!), con cara de endemoniado que pronto empezará a dar dolores de cabeza a sus "padres".
Es que la astronauta, pobre santa, no ha podido tener hijos (y ya se sabe lo importante que es la reproducción familiar en las sociedades conservadoras) y a su marido le ha parecido una buena idea mezclar su trabajo con sus frustraciones personales.
Por cierto, ella volverá del espacio (lo dice la página oficial) "gruesa" (embarazada no se sabe de quién ni de qué), cosa que pone en éxtasis a las agencias del mal para las cuales la pareja trabaja y, sobre todo, al Sr. Yasumoto, que juega con todos los demás como si fueran peones de ajedrez. Bien: todo parece muy estúpido (con algún eco de Solaris, por cierto) y lo más probable es que lo sea. Pero la producción es muy cuidada, hay naves espaciales, bases en el espacio, juegos de mesa como jengas futuristas, en fin: le damos una chance (pero la serie no tiene mucho encanto y no hay secuencia que no provoque irritación).
Hablando de familias, reproducción familiar y niños imposibles, está The Lottery (producida para Lifetime), que ya hemos borrado de nuestros buscadores. Acá ya nadie puede tener hijos y la humanidad languidece después de que los "últimos seis" (niños) han alcanzado la edad de 6 años (digo yo, para guardar cierta simetría). ¿Qué hacer? Una doctora, desempeñada por una actriz insulsa y completamente en desacuerdo con las líneas que le ponen en la boca (son, ciertamente, insostenibles), consigue fertilizar cien óvulos con el esperma... de no se sabe quiénes salvo uno, el hombre más fértil del mundo, padre de uno de los últimos seis (eso sí, le salió diabético).
Todo deriva en una trama político-militar de una estupidez mayúscula en relación con ese padre a la deriva del mundo (con su hijo diabético, porque quieren sacárselo) que, si te llena la cocina de humo, te hace un hijo, y los huevos cultivados por la doctora boba, que serán implantados en mujeres sanas y buenas madres mediante un proceso de sorteo. Después de Childrens of Men (2006), la película basada en una novela de P.D. James, había que atreverse a retomar el tema. Mejor no lo hubieran hecho.
Dije "control de enfermedades", lo que lleva a The Strain, producción de Guillermo del Toro, pero como esta serie está (por ahora) bien, mejor la dejo para otra entrada.
Probablemente convenga relacionarla con The Leftovers. En ésta, no se sabe si el protagonista, al ponértela, te hace un hijo, pero lo que es seguro es que te deja en silla de ruedas. En ambas, lo viviente (tema de la temporada) está puesto en términos un poco mas delicados que en las anteriores.
(continuará...)
Las series yankies vienen de mal en peor. Record de cancelaciones este año.
ResponderBorrarDecir que Helix es mala es ser compasivo.
En cuanto a Extant, luego de 2 episodios ya la abandoné. No entiendo por qué Spielberg produce algo 2 veces (IA) sumado a conspiraciones bastante ridículas.
Sin embargo, descubrí Deadbeat. Una serie yankie con todo el estilo inglés. Imaginate Ghost Whisperer en tono de comedia protagonizada Torrente.