por Roberto Gargarella para La Nación
Si la investigación de Nisman resultó apresurada, chapucera y enredada o
sucia por la intervención de los servicios de inteligencia, ello
representa el exacto resultado de lo construido por el kirchnerismo en
diez años: un producto más, no de su éxito, sino de su rotundo fracaso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario