por Mario Weinfeld para Página/12
En nuestra patria, el Juicio a las Juntas Militares ordenado por el presidente Raúl Alfonsín fue el primer mojón. Por primera vez las víctimas prestaron testimonio, en un contexto que las legitimaba. Los procesos actuales convalidan ese fenómeno, potenciándolo. La voz de las víctimas cobra un rango notable: son los principales testigos de cargo. En base a sus palabras se dictan los fallos, se construye jurisprudencia sobre terrorismo de Estado, sobre crímenes de lesa humanidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario