por Daniel Link para Soy
Ser
sexual y político En la
Union Sovietica, Eisenstein fue sometido regularmente al chantaje
por sus inclinaciones sexuales (evidentes en los extraordinarios
planos de los torsos y las espaldas de los marineros del Potemkin);
Serge Paradjanov fue condenado por actos homosexuales y encerrado en
un campo de trabajo. Pier Paolo Pasolini fue asesinado el 2 de
noviembre de 1975 en un descampado de Ostia.
Pier
Paolo Pasolini (1922-1975) fue sin duda el primer intelectual capaz
de inscribir su obra en la cultura industrial sin conceder un ápice
de su integridad, de su radicalismo ideológico y sin sacrificar su
propio deseo. Supo explotar la especial popularidad que proporcionan
los periodicos y la television para expresar ante el gran
publico su verdad (la “sinceridad” era para Pasolini una
actitud irrenunciable), que colisionaba contra las ideas corrientes
(de entonces y de ahora). Mientras la cultura de la Italia del
milagro toleraba a Pasolini como un «caso», un «fenomeno», un
«escandalo», intentando simplificar su vocacion subversiva y
reducirla a una «alteridad»
patologica,
Pasolini más se aferraba a su deseo homosexual y su “pederastía”
(Pasolini gustaba sexualmente de ragazzi
menores de 20 años, y así lo declaraba). Ese deseo fue para el un
elemento decisivo en su arte: un tema recurrente, a veces central
(Orgía,
Teorema, Petróleo).
La
homosexualidad no era para él un signo de diferenciacion con
relacion a los demas o una seña de identidad, sino el signo de
una oposicion radical a los otros: «Pasolini siempre prefirió la
Alteridad a la Diferencia» (Benedetti). Por eso, no se detuvo en la
reivindicación de derechos para las personas homosexuales
(consideraba inútiles o vanos esos aspectos del ser sexual y
político) sino que propuso la conciencia homosexual como una forma
previa al pensamiento y a la imaginación y la asimiló a su obsesión
por el Tercer Mundo.
Los
33 procesos
Pasolini fue víctima de la homofobia, y lo fue desde antes mismo de
convertirse en una persona pública.
Entre
1949 y 1977, Pasolini fue sometido a 33 procedimientos judiciales: se
lo acusó sobre todo de delitos de pornografía, obscenidad, ofensa
al pudor, y ofensa a la religion del Estado. Cuando el estreno de
Accatone,
el cine
Barberini fue asaltado al grito de “hinojo” (como se llamaba a
los pederastas por entonces, recordando la práctica medieval de
tirar granos de hinojo a los pies de los condenados a la hoguera,
para disimular el olor a carne quemada). El colmo: en 1961, un joven
ragazzo
encargado de una estación de servicio en San Felice Circeo lo acusó
de intento de robo (Pasolini habría tenido, en ese quimérico
episodio, guantes, sombrero negro y una pistola cargada con balas de
oro). Ante la imposibilidad de probar el robo, la acusacion se
centróen la hipotesis de una agresion sexual: la parte civil
ordenóuna pericia psiquiátrica que describió al inculpado como
«una anomalía sexual, un homofilo en el sentido mas absoluto
de la palabra [...] anomalía tan profunda que el acepta
conscientemente su anomalía mostrándose incapaz de sentirla como
tal. Homosexual exhibicionista y voyeur
[...]
un sujeto con instintos profundamente tarados y que muestra signos
profundos de inseguridad».
Mucho
antes, el 22 de octubre de 1949, el joven Pasolini (maestro de
literatura en una escuela a pocos kilómetros de Casarsa, en el
Friuli) fue denunciado por los carabineros locales por corrupcion
de menores y actos obscenos en un lugar publico. Los dirigentes del
Partido Comunista Italiano, del que Pasolini formaba parte, lo
expulsaron de sus filas.
Este
primer episodio homofobo marcó la existencia de Pasolini, quien
fue asesinado en la noche del 1 al 2 de noviembre de 1975, en un
descampado en las proximidades de la playa de Ostia.
El
sacrificio
El verdugo de Pier Paolo Pasolini fue Pino Pelosi, un joven de
diecisiete anos que despues de golpear salvajemente a su
víctima, pasóvarias veces con su coche sobre su cuerpo. Al ser
detenido, Pelosi se defendiódeclarando que había reaccionado
contra una agresion del escritor que, despues de haberlo recogido
cerca de la estacion central de Roma, le habría exigido una
retribucion sexual.
La
tarde del 2 de noviembre la television italiana describio el
asesinato como un crimen sordido, típico del mundillo homosexual.
Nadie se detuvo en los numerosos indicios encontrados en la escena
del crimen, que permitían suponer la presencia de otras personas y
quizáuna verdadera emboscada (de hecho, Pino Pelosi fue condenado
en 1976 por homicidio voluntario con complices desconocidos, que
luego fueron eliminados de la causa).
La
“actitud Pasolini”, que le permite ser “más moderno que todos
los modernos”, tiene que ver al mismo tiempo con una sexualidad
entendida como inocente (o incluso santa) y una convicción del
propio lugar sacrificial en una cultura que no hace sino disimular
sus fantasías de exterminio en formas culturales cada vez más
asfixiantes y que Pasolini entendía como una “mutación
antropológica” (hoy diríamos una “catástrofe biopolítica”)
cuya dirección lo horrorizaba. En ese contexto, lo que Pasolini
intenta desarrollar es el rechazo a toda posible instrumentalización
de la sexualidad por parte de la cultura: sostenerla en su
negatividad y en su pureza.
En la
“Abjuración de la trilogía de la vida”, Pasolini constató que
la presentación gozosa de los cuerpos que, para él, debía
constituir un gesto de ruptura, había sido asimilado por la sociedad
de consumo. Y por eso que Pasolini abjuró de esas tres películas
declarando que habían perdido toda fuerza crítica.
La
crisis cultural y antropológica de los años ’60, tal y como
Pasolini describe al período, opuso
los cuerpos inocentes con la arcaica violencia vital de sus órganos sexuales (entendidos, estos cuerpos, como el último baluarte de la realidad), a la irrealidad de la subcultura de los medios masivos de comunicación.
La
realidad, esa obsesión pasoliniana, supone una comunión,
en última instancia, imposible porque, como le responde a Jean
Duflot sobre Teorema,
no hay evangelio de la sexualidad (pero tampoco del arte, o de la
vida):
P.
— Yo no propongo absolutamente ninguna solución. Para hacerlo,
sería preciso que yo mismo la hubiese encontrado. No, [los
míos ] son
films libres, en el sentido del experimentalismo al que antes nos
referíamos. No proponen ni salida ni solución. Son, a la manera del
movimiento poético anteriormente evocado, “poemas en forma de
grito de desesperación”.
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