La invención de América latina
(o todas somos Carmen Miranda)
Daniel Link merece realmente ser conocido y es una suerte que la colección "Arcades" haya tomado la iniciativa de publicar este libro, el primero en francés, de este escritor, editor y crítico literario que forma parte de la Universidad de Buenos Aires desde 1990. En esta Autobiografía de un lector argentino, a la vez ensayo y relato, rinde homenaje a todos aquellos -familiares, profesores, colegas que desde su primera juventud, le han guiado por el camino de los libros. Con benevolencia, habla de los "intermediarios" que han sido importantes para él, permitiéndole desarrollar una "conciencia lectora", es decir, un bagaje existencial. El papel político de las prácticas literarias en "una vida dedicada a la lectura" también forma parte importante de esta erudita autobiografía intelectual, a menudo lúdica hasta la autoburla. A lo largo de las páginas brillan los grandes faros de la literatura sudamericana (Borges, Sabato, Cortazar, etc.), así como el corpus europeo, en cuyo primer plano figuran "nombres emblemáticos de la más exquisita tradición francófona", de Mallarmé a Deleuze, pasando por Barthes. Con la colección "Fidelio", seguimos en América Latina. Así se titula, sencillamente, una colección en la que escritores franceses expresan su deuda con la literatura hispanoamericana. En una "borgeserie" de composición propia, Laure Limongi convoca para Borges mientras Olivier Liron interpreta a Marelle con Cortazar. Catherine Bardon evoca su tropismo por Mario Vargas Llosa, mientras que Guillaume Chérel confraterniza con Neruda. Gabriela Mistral, quizás la menos conocida de los cinco autores que figuran en este volumen, a pesar de haber ganado el Premio Nobel de Literatura en 1945, es objeto de un texto de Mélanie Sadler. En cada caso, se dibujan autorretratos, tan cierto es que los libros de los demás nos dan forma. "El texto de la vida, la vida como texto", para citar a Link citando a... Barthes.
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