Un debate sobre el sentido presupone que "la vida", "la historia", "el arte" tienen o pueden tener sentido (es por eso que todo el proyecto sartreano está planteado alrededor de la dialéctica de la esencia y la apariencia, a partir de la cual se definen las temáticas de la autenticidad. Se presupone que el sentido puede ser alcanzado aunque, en este caso en particular, eso suponga operaciones hermenéuticas porque ese sentido permanece oculto).
Pero ¿qué pasa si se parte del presupuesto de que no hay sentido, de que "la vida", "la historia" y "el arte" no tienen sentido? ¿Qué pasa si se parte del presupuesto de que hay algo que se llama "el sinsentido"?
Sentido y ordenamiento se presuponen, en los dos casos significa la aplicación de un aparato de formalización[1]. ¿Cómo afecta esta presuposición al teatro, a un arte basado en el diálogo y con una fuerte tensión a pensar los modos de la conversación social? ¿Y cómo sostener una política del sinsentido?
[1] Que sentido y ordenamiento se presuponen queda claro sobre todo a partir de la cultura industrial, cuya hegemonía no ha hecho sino aplicar culturalmente la hipótesis filosófica de que el sentido es imposible: flota libremente a lo largo de una serie. Campbell, Campbell, Campbell. Cfr. Foucault, Michel. Esto no es una pipa. Ensayo sobre Magritte. México, Siglo XXI, 1978
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cómo sostener una política del sinsentido sin que te tilden de posmo.
ResponderBorrarCómo sostener una política del sinsentido si los lobos aullan de hambre buscando eso, comerse el sentido, fagocitarlo, hacer canibalismo con él, por que el gran sinsentido es qué verola hacés cando lo encontrás.
ResponderBorrarPD. Vi la obra, me reí y lloré, reconocí a mi analista o busqué reconocer a ese individuo de la EOL...de todo, eso , me easó de todo, Felicidades!