La taradez se extiende como la mancha de petróleo producida por un accidente en alta mar: así como ésta afecta a las aves marinas, aquélla (producto de no se sabe bien qué catástrofe cultural) afecta las conciencias lectoras. La diferencia es que, con esfuerzo y detergente, se pueden minimizar los efectos del petróleo, mientras que la taradez es indeleble.
Alguien, que además tal vez se cree vivillo, escribe: "¿Vivi Tellas? Por favor, terminemos con la farsa de los 'intelectuales' mediáticos". Otro, que ve entreabierta la puerta del resentimiento, cuela el suyo y pregunta: "Como jurado del concurso literario del Instituto de Coronel Pringles figura un tal A. Pauls. Como jurado del certámen de poesía aparece Vivi Tellas que, me informan amigos que leen la TV Guía, es la esposa. ¿No es poco serio?"
Lo poco serio es salir a decir estupideces con tanto frío. Primero: no hay tal certamen de poesía, sino "Jornadas Preparatorias" para un certamen de declamación (no de poesía) que se realizará el año que viene. Vivi Tellas colabora en las "Jornadas Preparatorias" con lo que sabe hacer: la puesta.
Segundo: el trabajo de Vivi Tellas y de Alan Pauls (junto y separadamente), tal vez merezca críticas (y esta bien que así sea, porque las críticas enriquecen cualquier trabajo). Que ambos sean padres de la misma hija, hasta donde alcanza mi entendimiento, no puede ser el fundamento de ninguna impugnación más o menos atendible.
Tercero: Aún si ambos fueran jurados de sendos certámenes (pero no es el caso), ¿por qué les quitaría seriedad el hecho de que fueran una pareja?
Cuarto: No hay ningún "Instituto Coronel Pringles" sino una Fundación "Estación Pringles". Si alguien añora el rango militar, no lo encontrará por esta vía.
Quinto: ¿Qué tiene de "mediático" una política cultural como la que reinvindica "Estación Pringles"? Si esto lo que se quiere discutir, háganlo con fundamentos y al menos una neurona viva. Y dejen las observaciones en la página de la Estación Pringles, de la cual soy sólo un amigo fiel. Estamos preparados para contestar observaciones que no estén inspiradas por el rencor, la mala fe o la tontería.
Sexto: La cobardía de impugnar lo que otros hacen (con esfuerzo, y a pura pérdida, porque como cualquiera comprenderá, hay mucho goce en Estación Pringles, pero pocos recursos) desde un anonimato cómodo y cerril, ya cansa un poco. En lo sucesivo, sólo se publicarán comentarios firmados y, en lo posible, inteligentes (pero esto ya sea tal vez mucho pedir). Hay muchas páginas en Internet donde hacerse el tarado queda bien. Eviten ésta.
Respondés, perdés tiempo y le dedicás esfuerzo a un anónimo cobarde que buscaba precisamente eso: tu reacción. En estos casos, permitíme el consejo, la mejor respuesta es el silencio de la muerte.
ResponderBorrarSaludos. Ana.
A esta altura de la cultura, forma parte de la reacción pavloviana pensar dónde está el tongo apenas nos enteramos de un concurso literario con premio en metálico. Claro que algunos se zarpan al ver un concurso de mercado (y su correspondiente tongo) donde no lo hay.
ResponderBorrarTampoco hay que calentarse, que el 13,8% de los males vienen por un bien ulterior. En este caso, difundir un poco más Estación Pringles.
No sé lo que es un comentario inteligente, pero me arriesgo.
ResponderBorrarNo comparto lo que dijo el comentarista anónimo, ni en lo dicho, ni en el tono. Pero me corro un poquito para el costado y digo lo que a mí me pasa. No digo que suceda en este caso en particular, porque no leí nada de Pauls y conozco muy poco el laburo de Tellas (salvo por haber visto algunos de los biodramas).
Pero hay algo que me pasa bastante y es que percibo cierta idea de capilla, de llamar a los amigos, de alinearse en base a simpatías personales y no a otros criterios. Me pasa cuando veo cómo se arman las antologías (especialmente las de la joven guardia, la generación 00 o cómo se le llame). Me parece que se conocen todos y ese es el vínculo central, no la calidad o el riesgo de lo que se escribe.
Esto es una percepción difusa: no me interesa acusar a nadie (y no hablo de este concurso en particular). Pero creo que es una buena idea estar atento a este tipo de inercia, ese impulso de publicar solo lo ya publicado, de llamar primero a los amigos, de premiar a los obviamente premiables.
Xtian: lo que decís puede ser cierto o no pero no tiene nada que ver con lo que acá se discute: nadie está armando una antología ni nada que se le parezca sino convocando a viejas declamadoras para recuperar una tradición que se considera importante.
ResponderBorrarEn cuanto a trabajar con amigos disiento abiertamente (aclaro que yo no soy el que convoca gente en este caso, sino uno de los convocados): prefiero trabajar con amigos, sobre todo cuando el trabajo no supone el enriquecimiento de nadie. Trabajar con los enemigos... suena a campo de concentración.
Soy DDV (no tengo cuenta de gmail). Respecto de lo que dice Xtian, digo: ¿Y cuál es el problema de llamar a los amigos? ¿Y cuál es el problema de armar una capilla de adhesiones, de convergencias de cualquier tipo? ¿Acaso Estación Pringles es el Estado?
ResponderBorrarAsí como hay, según Xtian, una especie de ronroneo más o menos habitual en las antologías y en las premiaciones, los hay también en ese estilo de crítica que para mí es Arista (una especie de pulcritud republicana para todo lo que emprendamos. Y no tengo dudas de que es en virtud de un rencor, como vos señalás, Daniel, en el post, de un afán de pertenencia, de una desesperación por figurar). A mí me toca, en mi trabajo, todo el tiempo armar equipos "culturales" de gente. Y trabajo en la actividad privada. Todo el tiempo llamo a mis amigos o conocidos (a mis amigos y conocidos respetables y confiables). Faltaba más... ponerse a realizar un emprendimiento que concita, las más de las veces, una empatía enorme llamando a extraños y desconocidos... Solo quienes no se divierten trabajando son los que llaman a los desconocidos.
Laburen, genérense oportunidades, pongan la caripela, el cuerpo, estén donde deben estar y ábranse sus espacios.
Aporte ferkista (a pedido de nadie).
ResponderBorrarEl tema del amiguismo... es difícil encontrar términos para pensarlo. Yo lo propongo así, muy naive. En términos culturales ¿Con quién se trabaja, si no con amigos? Para un certamen de declamación o poesía, ¿qué se hace? ¿Se lanza una convocatoria para declamadores / poetas profesionales? ¿Se analizan CVs? ¿Preocupacional, psicotécnico, juegos en grupo y etapas de preselección? Yo lo veo así: si la alternativa es La Corporación, entonces, bienvenido sea el amiguismo.
Ahora, la chupada de medias servil para acceder a determinado lugar o determinados contactos es otra cosa distinta a trabajar con amigos. Quizás es un producto involuntario, pero, con los años, se puede llegar a dejar el idealismo, aprender que es al pedo quejarse con resentimiento y meterse donde no te llaman, sobre todo si es para desvalorizar un proyecto cultural. Es más fácil e interesante desentenderse, en todo caso, de las cofradías imaginadas y concentrarse en el potencial propio, si así lo hubiera.
Eso pienso yo, si te molesta algo, respondés con una alternativa. Y si no ofrecés alternativa, entonces no hay nada que decir.
Como dijo Ana, no habría que responder al reproche que dice que uno trabaja con amigos. Y si fuera necesario responder, sería más simple decir:
¿Y con quién querés que trabaje?
Hm, ya aclaré yo que lo que dije podía o no tener con lo que "acá se discute". Un blog es una digresión y un comentario es una digresión de una digresión, raramente la conexión es lineal entre lo que se postea y el comentario, ¿no? Bah, no sé, digo.
ResponderBorrarPor lo pronto sugiero que uses "agarrame porque lo mato" como etiqueta de posts, 1. porque es buenísima como etiqueta, 2. porque si seguís dejando los comments abiertos y esperando que se comente "inteligente" y lo que "acá se discute" la vas a usar mucho. "Inteligencia", "acá" y "discusión" son tres conceptos marcianos en la internet.
Hola, discrepo un poco.
ResponderBorrar"Y no tengo dudas de que es en virtud de un rencor, como vos señalás, Daniel, en el post, de un afán de pertenencia, de una desesperación por figurar"
Eso no me parece muy felíz. El comentario anónimo no puede tener intensión de figrar, justamente, en virtud de su anonimato.
"quejarse con resentimiento y meterse donde no te llaman, sobre todo si es para desvalorizar un proyecto cultural."
Tampoco me imagino al anónimo escritor fantaseando que su descarga (pues el anónimo siempre es una descarga) genere efectos, desvalorizadores, ni de ningún tipo.
Yo colaboro en uno o dos blogs. Allí también tenemos -creo que son los más- comentarios anónimos absolutamente inútiles. Pero eso sucede solo si queres dialogar con el anónimo.
El anónimo hace a un murmullo que siempre, siempre, siempre tiene algo de verdad. Aun cuando suceda que ese algo no tenga nada que ver con lo que el anónimo dice, sino con lo que el anónimo siente, o cree (ojo con la diferencia).
En todo caso, pasa por la relación que quieras tener con el anónimo. Si querés dialogar, te vas a exasperar: vos tenés todos los flancos del autor, mientras que él es omnisiente y omnipotente. Pero si en ves de eso te limitas a leerlo y a interpretar, pues, me parece una fuente inagotable.
Humilde opinión de alguien que no sabe adaptarse muy bien al formato de discusión del blog (o sea, perdón por el comment largo)
J, la rata que nunca hace comentarios anónimos pero que los defiende.
(perdonen la falta de acentos y enies)
ResponderBorrarPrimero: decir "no esta bueno llamar solo a los amigos" no es equivalente a decir "hay que laburar con enemigos". Teoria de conjuntos gente, diagramas de Venn, hay un grupo de gente que no son ni amigos ni enemigos, son conocidos o gente que se conoce al pasar, y que uno puede sumar a un proyecto, porque le sirven al proyecto.
Esta claro que armar algo "cultural" es una remada contracorriente y claro que uno va a llamar tambien a aliados y no a palos en la rueda, lo mio era simplemente una sugerencia de que se incluya TAMBIEN a gente nueva, a gente que todavia no accedio a determinados espacios, que los que si tienen acceso ayuden a otros que no tienen acceso a entrar. Generosidad, amplitud de criterio, mezclar un poquito las cartas. Eso, nada mas. Esto no es una acusacion de amiguismo, y mucho menos un llamado al enemiguismo.
Creo que detras de esos comentarios impacientes o mala leche hay algo de ese reclamo, que me parece justo. No en este caso en particular, claro, eso ya lo aclare, sino en general. Y lo que digo tiene mas que ver con a quien se le da premios (para mi no tiene mucho sentido atiborrar de premios a gente que ya ha sido perpetuamente premiada) y con a quienes se le da acceso a determinados espacios (antologias, etc), y no con las personas que hacen de jurado o ponen el laburo o la jeta. Me parece que hay que festejar que haya mas concursos y mas espacios y mas oportunidades, y guardarse el derecho a queja para cuando se ve claramente que los premios no premian meritos sino simpatias.
Cuando una convocatoria es abierta, va de suyo que cualquiera puede sumar su talento y su deseo en la medida en que se sienta atraído por sus objetivos. Éste es el caso.
ResponderBorrarTiendo a coincidir con la ADMIRABLE posición de J. La Rata sobre la anonimia, pero sabemos, ay, sabemos que muchas veces se trata de falsos anónimos.
No se discute el modo del anónimo anormal. Pero creo que es precisamente ese modo lo que levanta vientos, altera y apura apuntes. Alguien menciona las capillas. Estoy de acuerdo. Son nocivas. Es como el nepotismo. Rebelan porque son ámbitos en los cuales lo que menos importa es el talento y la calidad. Alguien otro refiere a un presunto afán de pertenencia (¿pertenencia a qué? ¿a American Express?), deseperación por figurar, rencor, &céteras. Creo que los motivos son aquí pormenores. Lo central es que, al parecer, metió el índice en alguna pústula. Nos tiene a todos posteando largo y desparejo. Saludos.
ResponderBorrar¡Ey, DDV! ¿Arista=pulcritud republicana=rencor? No me cierra la ecuación. "Hay que sacar al arista del lugar de pelotudo en que se lo ha colocado" ¿Era así?
ResponderBorrarComo sea: mil disculpas por preguntar acá, estimado Link, pero el blog de Estación Pringles no tienen ni un comentario y sí 35 spams por post. Quizás les puedas hacer llegar la inquietud a la gente del concurso: ¿por qué de 18 a 35 años, el concurso? Nos vamos a perder a un Rimbaud y a un... puta, no se me ocurre ningún grande que haya empezado de viejo, pero alguno habrá.
Eso. La radio está buenísima. Un saludito a mi prima que está acá al lado mío.
Federico: yo te ayudo. Joseph Conrad empezó a escribir a los 36.
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