jueves, 25 de octubre de 2007

Decl ámame más

Todos los viernes a las 21.30 en el teatro Pan y Arte (Boedo 876, casi esquina Carlos Calvo), Fabiana Rey dice, para un puñado de avisados, poemas de Olga Orozco, con puesta de Nora Lezano. No son fáciles de decir los versos de Olga Orozco, que cultivaba el arte mayor y el verso libre al mismo tiempo y además los empedraba de erres, piedras en el camino de cualquier declamadora. Fabiana Rey, muy conocida por su performance en El amor en los tiempos del dengue, sortea todas las dificultades con gran elegancia (cuando yo la escuché, no cometió un solo error de dicción, y con eso ya habría alcanzado para aplaudirla). Además, la despojada puesta de Norita, que hace un uso preciso y sugerente de la iluminación y los pocos elementos de utilería que acompañan a la recitadora-declamadora-actriz descalza, potencian el misterio de los versos de la Orozco, colocándolos y descolocándolos, al mismo tiempo, en relación con un contexto de lectura. La música de Vangelis y la ocasional voz de Irene Papas hacen de contrapunto en un espectáculo hipnótico que alguna vez, propondré a quien corresponda, habrá que llevar a Pringles.

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