sábado, 2 de agosto de 2008

Baby Boom

por Daniel Link para Perfil

En una vernissage reciente fueron contabilizados dos bebés de andar incierto, un bebé de canasto, y tres embarazadas enfáticas. En un país tan poco dado a la reproducción como Argentina (a diferencia de Brasil, por ejemplo, donde los memoriosos saben que, en el curso de una vida no demasiado longeva, la población se cuatriplicó), la coincidencia llamaba poderosamente la atención.
Leo en las páginas de noticias que Nicole Neuman, Sofía Gala, Anita Martínez, Dolores Fonzi, Carola del Bianco, Gianinna Maradona, Wanda Nara y Agustina Cherri atraviesan también la dulce espera. Si se confirmara el rumor a propósito de la última, se estaría gestando el más joven retoño de la familia Pauls (el donante de adn es Gastón, en este caso), ya muy parecida a los Buendía.
El País
de Madrid acaba de anunciar que otra argentina célebre, la princesa Máxima de Holanda, anda ya por su tercer encargo (en este caso la explicación es fácil, porque siendo niñas las dos anteriores, la casa de Orange debe de necesitar un heredero con urgencia).
Según el horóscopo chino, el año de la rata se caracteriza por la multiplicación de pariciones. El animalito, que rige en 2008, garantiza a quien nace valor, determinación, inteligencia y especial aptitud para los negocios, además de laboriosidad y facilidad para el pensamiento estratégico.
Ignoro si las consideraciones zodiacales integran el conjunto de supersticiones que últimamente ha inclinado a tantas argentinas hacia la reproducción (¿habrá estadísticas confiables al respecto, o todo será sólo una impresión?), pero conviene tener esos datos en cuenta, por si acaso.
Hace unos años, me contaban que en Alemania había un baby boom, motivado por la constatación de que en veinte años no habría ya más "alemanes puros" para ocupar los más importantes cargos políticos. Un baby boom algo racista, en ese caso.
¿De qué signo será el nuestro, si es que efectivamente se verifica? En todo caso, una oleada de nacimientos y embarazos podría entenderse como una señal de optimismo sobre los tiempos que vendrán (así fue interpretado el
baby boom posbélico entre 1946 y 1964) o como la reacción (el caso alemán) ante la inminencia de una catástrofe imaginaria.
Confieso que me gustan los bebés y la mapaternidad me conmueve. Aunque las sociedades dominadas por el hormigueo humano me desconciertan y me llenan de preocupación sobre el destino del planeta, Argentina no ha alcanzado el punto de saturación. Miro con simpatía el supuesto fenómeno, para ver qué nos dice sobre el modo en que imaginamos el futuro.


7 comentarios:

  1. Anónimo4:19 p.m.

    "Mirrors and fatherhood are abomibable ... ", sentenció Bioy. Y tenía razón. Además, a juzgar por la identidad de los portadores mencionados nuestro actual Faraón debería emular a Ramsés y ordenar arrojar a los retoños al agua. Pero, seamos optimistas, no hay nada que una buena epidemia no solucione, aunque en el proceso Petrarca pierda a Laura.

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  2. Jaja.
    No me quiero arrogar ningún lugar de elegido, pero recuerdo un momento en la inaguración de Freire en que hablaste del "baby boom", tal vez ya estaba de antes, o tal vez asistí al momento exacto del génesis de una idea.
    Un privilegio, sin duda.

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  3. Anónimo9:38 a.m.

    la fórmula baby boom tiene más de 60 años, pablo. nació en USA para denominar la explosión demográfica post WWII.

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  4. Ok, gracias por el dato.
    Igual me refería al génesis de la idea de la nota, al menos.

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  5. Anónimo7:18 p.m.

    Me gusta que apuestes, que sigas apostando, al futuro como programa vital y estético. Es ensordecedor enterarse de que la población europea es una población de gerontes, que la esterilidad del capitalismo en su fase antirreproductiva se milite desde la independencia "mujeril" y la realización profesional. Hay algún cine, obviamente italiano, que viene hablando de esto. Qué triste un mundo sin niños y sin perros. Aires frescos, en particular para la raza de autosuficientes que pululan por Buenos Aires, que militan, junto con su "A quién le importa lo que yo haga", su autosuficiencia, su egoísmo enfermizo y su narcisismo demodé.
    Un gran abrazo.
    J

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  6. Es como si lo viera ahorita mismo a Alan fundiendo pescaditos (como los de Cabo Polonio, of course),para volverlos a hacer una y otra vez... lo que no se me da imaginar es a Busnelli con una bacinilla de oro...pero no me hagas caso...El crack del 90 me anuló el boom...
    Lo importante es que sea sanito!!!

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  7. Anónimo10:26 p.m.

    Si se confirma el baby boom principesco éste sería el cuarto de lady maxima?

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