por Daniel Link para Perfil
En pocos días más comenzarán (o no) las clases correspondientes al ciclo lectivo 2010. Además de esa incógnita se plantea otra: ¿habrá aulas suficientes?
2009 sera recordado con justicia como el año durante el cual se implementó la Asignación Universal por Hijo para Protección Social (AUH), una herramienta imprescindible para la “profundización del modelo” (más sostenido por actos de discurso que por actos de gobierno).
Dos son los requisitos contemplados para la obtención de ese subsidio: certificados de vacunación y de escolaridad. La XXIII Asamblea del Consejo Federal de Educación (CFE) ya abordó en su momento, entre otros temas, el rol de la escuela en el marco de ese programa, dado que su implementación involucrará, necesariamente, un aumento importante de la matrícula escolar, con las consecuentes necesidades edilicias, el aumento de horas-cátedra y la multiplicación de estrategias para la contención de los miles de niños y jóvenes que estaban fuera del sistema educativo (el beneficio alcanza, hasta ahora, a un total de tres millones cuatrocientos mil niños y jóvenes).
Como cada provincia, desde los malhadados años noventa, opera con autonomía, los problemas que se presenten serán resueltos con la mejor buena voluntad del caso, pero sin que puedan garantizarse las plazas necesarias para la escolarización primaria y secundaria de quienes la demanden.
Durante la XXV Asamblea del CFE, el Ministerio de Educación de La Nación (corresponsable del Comité de Asesoramiento de la AUH, junto con la ANSES, y los ministerios de Salud, Trabajo, Desarrollo Social y del Interior) propuso “propuestas alternativas para ampliar la cobertura del sistema educativo” (son palabras de la oficina de prensa del Ministerio), lo que parece indicar que aulas, maestros y profesores, no habrá para todos. En Chaco, por ejemplo, se prevé la capacitación de “agentes promotores de atención socioeducativa” (sic) para los 35.000 alumnos que no tendrán espacio en los establecimientos escolares.
Sería conveniente que se revisaran las existencias de vacunas o que se dispusieran, en todo caso, “propuestas alternativas” de vacunación para los pobres.
la “profundización del modelo” (más sostenido por actos de discurso que por actos de gobierno) Pues bien, uno de los actos de gobierno son las "paritarias" docentes en las que ya quedó claro que el aumento salarial si puede llamarsele así, será, en el mejor de los casos miserable: la oferta es de $1780 de bolsillo y en dos cuotas durante el año. Sin dinero destinado a educación seguiremos con la misma situación de destrucción del sistema de educación pese a todos los actos de discurso que puedan derrochar los gobiernos nacional y provinciales.
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