por Daniel Link para Perfil
Hace unos días, el azar quiso que me encontrara, en la programación del canal Encuentro, que forma parte de la política formativa del Ministerio de Educación, con José Pablo Feinmann, cuya obra cinematográfica (como guionista) y narrativa (como novelista) tuve la dicha de seguir cuando era joven. Esta vez, como se trataba del programa Filosofía [aquí y ahora], me encontré con un Feinmann para mí desconocido: el profesor de filosofía. Como me habían dicho que los cursos privados que Feinmann dicta llenan auditorios gigantescos, me detuve a escucharlo para tratar de aprovechar sus lecciones que, ese día, versaban sobre Heidegger (filósofo sobre el que sé más bien poco y, en general, a través de fuentes secundarias: Levinas, Foucault, Agamben, esos filósofos que amo hasta la desesperación).
No sé si Feinmann se había propuesto una síntesis de Ser y tiempo (tarea extremadamente compleja), porque sintonicé el programa ya empezado, pero explicaba con gran brío la noción de “autenticidad” que, como se sabe, supone la asunción total y plena del ser como “ser para la muerte” (no otra sería la vía para la emancipación). El tema se me antojó francamente excesivo para la pantalla televisiva y, por otra parte, ya superado por perspectivas posheideggerianas (por ejemplo: Deleuze), pero como me faltaba el contexto de la lección, la seguí, tomando ocasionales notas para cotejar con mis propias lecturas, sobre todo porque algunas de las frases que Feinmann pronunciaba (no tenía papeles en las manos y no parecía estar leyendo) sonaban extrañas a mi pobre conocimiento.
Copié en un buscador de internet algunas de las frases que había anotado apresuradamente y encontré al instante la fuente de lo que Feinmann decía: el capítulo “El pensamiento a-valórico heideggeriano” del Prof. Cristóbal Holzapfel de la Universidad de Chile, que está colgado en la página Heidegger en castellano. Holzapfel (“Manzana de Madera”) traduce Öffentlichkeit como “publicidad” y Feinmann lo sigue en el error. Porque el sentido de esa palabra, si bien se corresponde con la traducción apuntada, se acerca mucho más a “esfera pública” (el mismo desliz cometieron legiones de comentadores de Habermas). No es, por lo tanto, que Heidegger sostenga posiciones suspicaces contra la corporación mediática, a la que Feinmann bastardeaba sin desmayo a partir del ejemplo “se dice”, se piensa” (certezas contra las cuales el individuo debe declararse en estado de alerta y rebeldía porque, como se sabe, “hay complot”), sino que, mucho más radicalmente (como conviene suponer del autor de Ser y tiempo), Heidegger declara su animadversión contra la democracia pluralista (cfr. Rüdiger Safranski, Un maestro de Alemania, pág. 205).
Lo que Heidegger reprocha a la opinión pública en la democracia no es otra cosa que su principio estructural: el pluralismo. Es la opinión pública en democracia lo que constituye el escenario del uno (se) y por eso Heidegger se sitúa por encima de los partidos y mira con desprecio al negocio político. Conocemos algunas de las derivaciones de la política extática que Heidegger (inspirado en el conde Yorc von Wartenburg) patrocinaba, pero no se me ocurre forma alguna de aplicar esas hipótesis a la actual coyuntura argentina, como parecía deducirse del empecinamiento del Prof. Feinmann.
En todo caso, y más allá de los errores de lectura, me pareció valioso su llamamiento a la sospecha, la investigación y el sentido crítico. Yo, televidente que desconoce los vericuetos excesivos de la alta filosofía, llegué a conclusiones no previstas por su propia lección.
Las tres gracias
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Mientras preparo un taller sobre el paso (siguiendo algunos motivos) de los
cuentos tradicionales, desde las lejanas cortes europeas a los libros que
hay...
Hace 3 semanas.
6 comentarios:
Aglo así como otra clase de pelotudo, pero sin bloc digamos.
Si mal no recuerdo, las dos traducciones de Ser y
Tiempo eligen el término "publicidad" para la Öffentlichkeit.
Recién abrí uno de los videos de Feinmann y me llamó la atención ver que, como decís, para explicar el tema empieza a hablar de marketing y publicistas, al igual que Holzapfel.
Pero el problema de traducción no es de ellos, sino que viene de antes. Viene, como siempre, de las traducciones hiperliterales de Gaos que suelen confundir más de lo que pueden llegar a aclarar. Rivera (que realizó la segunda traducción del texto) señala en una nota al pie que "publicidad" alude a lo público antes que a algo así como un anuncio de champú en medio de un programa televisivo. La nota de Rivera, sin embargo, es redundante pues el texto de Heidegger es bastante claro en ese punto y él mismo explica qué es (y qué no es) la dimensión pública del Dasein.
Me pregunto si lo de Feinmann será lisa y llanamente un error, o si será una consecuencia de un intento poco feliz por "bajar a tierra" un texto cuyo problema principal siempre fue la imposibilidad de traducirlo.
acá habría que traducir la palabra "dicha", que me suena muy cristiana, y está más que bien, porque para seguir la obra de Feinmann hay que tener una paz interior enorme, entendiendo que algunas lecturas no son más que un castigo de dios. Y ni hablar de esos guiones cinematográficos filmados por Olivera!!!; cine argento de los 80´s!!! marca indeleble..., ideal para hacer ayuno
Cuanto más empezado agarre uno el programa de Feinmann, mejor.
("Velas a Balzac" suena a palíndromo pero no es un palíndromo; es un falso palíndromo.)
Leí uno de los libros de Feinmann de Filosofía. No el socotroco, sino el otro. Creo que se llama "¿Qué es la filosofía?". Era entrenido y bastante accesible. Y que queda claro que estoy pintado en este tema, lo otro que leí de filosofía es Si todos los hombres, de José Narosky. Pero lo que me "llamaba la atención" del libro es esa obsesión de Feinmann por colarse en todas las fiestas, o mejor dicho, mirar a esos filósofos por el ojo de la cerradura de la realidad argentina, el peronismo, etc. Sonaba artificial, apresurado. Feinmann está demasiado en el medio, todo está demasiado mirado desde su ojo de la cerradura. Así, al final, uno queda, en vez de expandido, un poco paranoico. Su libro da encierro, tiene como olorcito a desodorante de ambientes Poett, fragancia Sartre. No sé cómo explicarlo mejor.
Auffälligkeit para Gaos es "sorpresa" y para Rivera "inempleabilidad"; Aufdringlichkeit para Gaos es "impertinencia" y para Rivera "apremiosidad", Aufssäsigkeit para Gaos es "proximidad", para Rivera "rebeldía"
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