martes, 2 de junio de 2009

Psicosis 10

La noticia me llegó a través de un mailing (muy) académico y tal vez pase a la historia como el primer evento verdadero generado por Facebook. Decía, el angustiado mensaje enviado por una chica argentina y solidaria, que su amiga se había perdido, que nadie sabía de ella, que si podíamos ayudar a localizarla. Daba datos: es "robusta", estudia diseño gráfico, trabaja en la productora de Cris Morena, tiene una cicatriz en la mano derecha (o izquierda, "no me acuerdo"), fue vista por última vez en una esquina de Palermo Hollywood.
Borré de inmediato el mensaje por solidaridad con mis vecinos porque, si era cierto que la productora había sido secuestrada, lo más probable es que estuviera en alguno de los aguantaderos del barrio.
Al día siguiente, por la misma vía, me llegó la noticia de que la joven había sido localizada.
Leído el parte de noticias que se adjuntaba quedé estupefacto: la gorda, según mis ojos entrenados por tanta Agatha Christie, tanto Chandler y tantos episodios de CSI había querido fugarse con los 9.000 dólares de Cris Morena y se topó con su Norman Bates que, lejos de acuchillarla en la ducha (en fin, los tiempos cambian) la obligó a consumir una sobredosis de Tafiroles.
Quise ver la cara capaz de sostener una historia semejante. Por supuesto, como yo no uso Facebook tuve que pedir asistencia y mis pesquisadores asociados me enviaron esto como resultado. Lo más llamativo no era la foto, que más que picardía revelaba debilidad mental (lo que aparentemente no es obstáculo para trabajar en producción televisiva), sino que la anunciada "desaparición" tuviera "6 invitados confirmados" (aunque, como los invitados estaban autorizados a llevar acompañantes al evento, quién sabe). En el mismo trance ("hago lo que sea, pero no te metas con mis gatas"), yo esperaría juntar un poco más de gente.
Siguiendo mis investigaciones (yo sería un buen criminólogo) llegué a la solución del caso (que, de todos modos, el cine clásico había ya resuelto de antemano): Psicosis, pero sin Norman Bates, y una gorda que se quedó a mitad de camino.
Todo es taaaaan raro.

(anterior)

3 comentarios:

inés dijo...

jaja cuando vi esa foto y el mail lo primero que pensé esta mina no es morocha!

emma.funes dijo...

A mi me llegó por esas cosas y pensé que el alcalde no había iluminado lo suficiente las calles como para uno vea al taxista bajar del coche y entrar al palier...
Pero... y qué si el taxista usaba la capa de Harry Potter?

girlontape dijo...

la doble vida de virginia...