martes, 18 de enero de 2011

El lagarto está llorando...

El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.

El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.

Han perdido sin querer
su anillo de desposados.

¡Ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!

Federico García Lorca



No voy a referirme a los misterios de la vida, porque me parece que a partir de cierta edad más conviene correr un tupido velo de pudor sobre las propias incomprensiones. Pero como me considero una persona que
algo sabe de televisión no puedo dejar de meditar sobre las cosas que no entiendo de ese medio, que sigo intermitentemente y no con poco disgusto (¿como "la vida misma"?). La televisión argentina, mal que nos pese, se explica totalmente a partir de nociones metafísicas corrientes: es el mal absoluto (el repositorio de los siete pecados capitales, etc.).
En cambio, nunca entendí esa serie que nunca vi pero que me obligó, ante cada una de las publicidades que pretendían motivar a las audiencias, a gritar mi desesperación: ¡¿a quién pueden interesarle las mocedades de Superman, extenuantemente alargadas para no llegar nunca al momento en que el extraterrestre se calza las calzas y la capa antes de salir a revolotear sobre las cúpulas?! Ya Superman es bastante inaguantable para que encima alguien pretenda que su adolescencia (interpretada por un treintañero soso) pueda ocultar algún encanto.
También me sublevan ciertas persistencias caprichosas: Desperate Housewives, que siempre me pareció una insoportable versión protestante de Almodóvar (con todos los equívocos que eso implica) sigue envenenando la pantalla de Sony. ¿Cuál será la razón de tener que soportar no el programa (porque no lo veo) sino los avances publicitarios de ese engendro soporífero, sólo comparable con Ugly Betty. Todo bien con la "experimentación" (digo: adaptar culturas lejanas), pero mejor es no tensar la cuerda.
Por cierto, yo no tenía previsto que, después del desastre que fue la primera temporada, V (2009) tuviera una segunda chance. Pero he ahí otro enigma. V ha vuelto, subrayando todos sus defectos y entregando, en el segundo capítulo de la segunda temporada (hay cosas a las que ni en mi casa puedo resistirme), la única escena que esperábamos, la de Anna tragándose la rata, como antes su madre (oh sí, ahora lo sabemos: Anna es la hija de Diana, que vuelve de la clínica gerontológica donde la tenían encerrada).
V. Invasión extraterrestre, se recordará, era una suerte de fábula antiestatalista (antifascista). Su sucesora, en cambio, está obsesionada por los dramas familiares, es decir, por la herencia y por la reproducción. Todo parece resolverse en esas formas de proliferación que, tratándose de lagartos extraterrestres, resulta incomprensible y abrumadora: la constante referencia a la humanidad (que por una pirueta conceptual es lo que aparece como viral, como una pandemia, como un contagio) y, ahora, al "alma" como receptáculo de las "emociones" cansa no tanto por lo machacona de la repetición sino por el débil andamiaje simbólico en el que descansa.
Los personajes siguen siendo poco interesantes y los conflictos, ay, ya ni me acuerdo.
Pero V (2009) ha vuelto y ha vuelto de la peor manera: dando manotazos de ahogado hacia su pasado más remoto, cuando todos éramos chicos y nos divertían cosas que hoy nuestros hijos (y pronto nuestros nietos) miran con el más soberano aburrimiento.

5 comentarios:

federico carugo dijo...

¡Eh...un momento payador!¡La Mujer Biónica estaba buena!¡¿Y quién no se ha deleitado con las picardías de los Super Agentes? (A.K.A. tiburón, mojarrita y Delfín...) http://www.cinenacional.com/peliculas/index.php?pelicula=2060

Drodro dijo...

Hablando de remakes. El otro día estuve viendo la remake de Evangelion. No sé si has visto la original; no sé si sos televidente de dibujos animados. La cuestión es que ni la música se salvó. La nueva versión deja de lado todo conflicto y lo suplanta con sermones, monólogos de autoayuda y un personaje nuevo que no encaja en ningún lado. A lo largo de dos horas y media vi la rutina de unos pibes que matan bicharracos un par de veces a la semana, van al colegio y a excursiones... y muchas bombachas. Sí, la remake no escatima en bombachas, el significante maestro del animé actual.

Anónimo dijo...

hoy valen la pena The Big Bang Theory, Two and a Half Men, y Scrubs (mejor serie desde Seinfeld, creo). House a partir de la tercera temporada se desvirtuó.

Anónimo dijo...

Escribí una miniserie o una serie y listo.

Lost demostró que el techo es bien alto, hay aire que ocupar.

Se forma un grupo de trabajo y se labura un año en escribirla.

Si se llega a hacer, genial, y sino se pasó un año con amigos laburando el mate.

Anónimo dijo...

No me gusta Scrubs, al principio me reía mucho, pero después dejé de distinguir un capítulo de otro. Daniel, ¿conocés el sitio tvtropes.org? Si nunca lo visitaste, pegale un vistazo y contanos qué te parece. O no...