sábado, 1 de enero de 2011

Restos de ayer

PREMIO INDIO RICO 2010

Dictamen

En Buenos Aires, a los 28 días del mes de diciembre de 2010, los Jurados del Premio Indio Rico que firman el presente dictamen se reúnen para emitir fallo de acuerdo con las Bases del Premio elaboradas por Estación Pringles para la edición 2010 en el género Diario de viaje imaginario, objeto de la convocatoria.

Luego de haber leído los originales recibidos oportunamente, los jurados deciden declarar ganadora la obra presentada con el seudónimo que se aclara entre paréntesis:

El cangrejero (Lepo)

y que una vez abiertos los sobres corresponde a

Javier Fernández Paupy

El cangrejero se destaca por la ejemplar adopción de la categoría de “imaginario” propuesta en la convocatoria. Ofrece una descripción de la desgracia humana y colectiva, por momentos en clave verista y sociológica, en donde la palabra “imaginario” actúa sobre el relato de modo impreciso, como si el viaje más imaginario fuera a lo más real, pero menos evidente. Es una posición sutil de la obra frente a la consigna del Premio, que se proyecta en el momento de describir literariamente la privación de quienes habitan las calles. Coherente con estos términos, el relato se organiza alrededor de momentos, lugares y personajes sin primacía de unos elementos sobre otros. Es un diario con pocas fechas, con eventos jalonados alrededor de hechos y personajes. Y también es un diario espacial, definiendo recorridos y localizaciones de los protagonistas. El estilo de escritura está también acorde con una mirada que no pretende aleccionar ni impresionar más allá de lo que describe, ni tejer paternalismos ideológicos. Es el estilo de alguien desconcertado en un primer momento e inmediatamente habituado a la presencia ahora ostensible de aquellos que estando todo el tiempo en las calles habitualmente no son vistos. El resultado es una escritura directa, por momentos escueta, que no busca ser condescendiente, celebratoria ni efectista. El Jurado opina, por último, que El cangrejero es un gran relato en el que los términos de ficción o de no ficción, de imaginario o real, de apócrifo o verdadero, se tornan irrelevantes debido al equilibrio con que se desarrolla según sus propios términos, atendiendo a los matices de la sensibilidad de los protagonistas o personajes, y respetando la independencia conceptual de los lectores. Se otorgan menciones especiales a Esteban Emiliano Castromán (seudónimo:Timoteo Santos), por El alud, y a Alberto Rodríguez Maiztegui (seudónimo: A.R.), por su relato Boyando.


Sergio Bizzio, Sergio Chejfec, Daniel Guebel

1 comentario:

Anónimo dijo...

Felicitaciones Javi. Estoy en Chile, cuando vuelva quiero una copia de El cangrejero para ver de lo que es capaz una piedra de la cantera de la BNM, esa cuna de gigantes.
Abrazo,
Martín.