sábado, 31 de julio de 2010

Ejercicio de estilo

Le escribí a Kristen y le dije "así, no". Ella me contestó y se escudó en su representante, la familia, la pacatería norteamericana, no sé qué más.
Ahí me puse firme: "Vas a terminar como Winona choreando soquetes en Europa. O peor, protagonizando la continuación de
Ghost whisperer en cinco años". "What should I do? What should I do?", me preguntó desesperada (porque se ve que se daba cuenta de que la saga de los vampiros era pan para hoy y hambre para mañana). "¡Volvé a los orígenes, nena!", le dije. Ya sé que ella tiene 21 años y que su carrera recién está empezando, ¡pero precisamente por eso!
En fin, la hago corta: la puse en manos de Dakota, que tiene 17 (pero es como si tuviera mil, porque está poseída por Pandora): "Fijate en Dakota, hacé como ella, hablá con ella". Lo dije un poco para sacármela de encima, pero Kristen siempre hace lo que le digo al pie de la letra.
Y ahí está la peli que hicieron juntas (después de haberse conocido en New Moon): The Runaways, dirigida por Floria Sigismondi. No sé si la estrenaron, pero Kristen me mandó un dvd a ver qué me parecía.
Es la historia de una banda (¿la primera?) de rock-punk femenino, fundada por Joan Jett (productora del film, desempeñada por Kristen) y en la que Dakota, en la piel de Cherie Currie (autora del libro en el que está basada la cinta), canta. Sí, Miss. Fanning, que ya había bailado, ahora canta (¿por qué habría de privarse de algún, de cualquier, experimento?*).
Dakota, en fin, es lo de siempre: im-pre-sio-nante. "Andá a hacerle sombra a esa turrita", parece que le dijo a Kristen el nuevo representante que tiene (a instancias mías). En The Runaways, Dakota se muestra en un precario equilibrio entre Madonna (la Madonna de los noventa, y por eso elige cantar "Fever" para la audición de la banda) y Goldie Hawn, hacia lo que (debo decirlo, debo decirlo) irremediablemente tiende. Pero ha hecho bien en aceptar este papel de una chica de 16 años... tarada (white trash, se dice en USA), drogada hasta la indiferencia sexual (es decir, irremediablemente trola), lo que le permite a Kristen desarrollar en relación con ella (me refiero, claro, a los personajes) los instintos tortilleros que había heredado de su madre ficcional, Jodie Foster.
The Runaways no es una gran película (nunca lo son las películas sobre grupos de rock), pero es imposible no verla sin fascinación, porque debe de ser la primera película lesbiana totalmente mainstream (o la primera película mainstream totalmente lesbiana) y, sobre todo, porque se alza sobre las ruinas de Hollywood para proponer nuevos modelos de estrellato (Kristen y Dakota) y nuevas relaciones con el universo laboral que implican formas nuevas de identificación (sino la total supresión de los procesos de identificación primarios propios del antiguo régimen cinematográfico): de hecho, la pregunta por la "identificación" y los "modelos" para las audiencias es constante en la película.
¿Cuál ganará el Oscar, Kristen o Dakota? Kristen no está nada mal en su papel de lesbiana barullenta, pero yo apostaría mis fichas a Dakota. The Runaways es un ejercicio de estilo y esa chica (recuerden que tiene sólo 17 años) tiene, sobre todo, estilo.





*Quiero decir:
canta. No hace playback, como Nicole Kidman (lo que le costó la carrera y la sumió en la locura) en Moulin Rouge!, sino que canta.


Ejercicio de estilo

por Daniel Link para Perfil


En un mundo totalmente desprovisto de estilo (y no como resultado de una ascesis radical, como es el caso de ciertas experiencias de vanguardia, sino por la brutalidad de las relaciones sociales y el triunfo irrestricto del cálculo económico) no es extraño que el cine (la patria, por así decirlo, del gesto y del estilo, es decir: de la política) esté muerto desde hace varias décadas.

De modo que “los ejercicios de estilo” que la pantalla todavía puede regalarnos deben evaluarse como raras joyas, una persistencia fuera de lugar y de tiempo (no otra cosa son el estilo y la política).

Pienso, sobre todo, en las dificultades con las que las estrellas de cine (esas “formas de vida” ya tan arcaicas) deben encontrarse hoy para diseñar una carrera. Y en particular, jóvenes actrices como Kristen Stewart (21) y Dakota Fanning (17), que han estelarizado
The Runaways (2010), dirigida por Floria Sigismondi, cuyo tema no es el rock, ni la sexualidad, ni la cultura industrial sino, precisamente, el estilo en el momento en que comenzaba a desaparecer para siempre junto con las hipótesis revolucionarias (la década del setenta).
Es la historia de una banda (¿la primera?) de rock-punk femenino, fundada por Joan Jett (productora del film, desempeñada por Kristen) y en la que Dakota, en la piel de Cherie Currie (autora del libro en el que está basada la cinta), canta. Sí, Miss. Fanning, que ya había bailado en otros films, ahora canta (¿por qué habría de privarse de algún, de cualquier, experimento?).

Dakota, en fin, es lo de siempre: im-pre-sio-nante. En
The Runaways, se muestra en un precario equilibrio entre Madonna (la Madonna de los noventa, y por eso elige cantar "Fever" para la audición de la banda) y Goldie Hawn, hacia lo que irremediablemente tiende. Ha hecho bien en aceptar este papel de una chica de 16 años tarada (white trash, se dice en USA), drogada hasta la indiferencia sexual (es decir, irremediablemente “reventada”), lo que le permite a Kristen desarrollar en relación con ella (me refiero, claro, a los personajes) los instintos lesbianos que había heredado de su madre ficcional, Jodie Foster, en Panic room.
The Runaways
no es una gran película (nunca lo son las películas sobre grupos de rock), pero es imposible no verla sin fascinación, porque debe de ser la primera película lesbiana totalmente mainstream (o la primera película mainstream totalmente lesbiana) y, sobre todo, porque se alza sobre las ruinas de Hollywood para proponer nuevos modelos de estrellato (Kristen y Dakota) y nuevas relaciones con el universo laboral que implican formas nuevas de identificación (sino la total supresión de los procesos de identificación primarios propios del antiguo régimen cinematográfico): de hecho, la pregunta por la "identificación" y los "modelos" para las audiencias es constante en la película.
¿Cuál ganará el Oscar, Kristen o Dakota? Kristen no está nada mal en su papel de lesbiana barullenta, pero yo apostaría mis fichas a Dakota, que es puro estilo.



4 comentarios:

dasbald dijo...

tu amiga kristen en una película con mi amiga floria? pervertidas por la amiga de nadie dakota? eso lo tengo que ver

Anónimo dijo...

No me importa si la peli es buena o mala, solo la quiero ver a la diosa Kristen!!! Desde que se abrio de gambas (que feo suena jaja) en 'Into the wild' con solo 16 añitos me enamore para siempre...

Xtian dijo...

Sí hay grandes películas sobre grupos de rock. Por ejemplo, Stop making sense. Los Talking Heads, dirige Jonathan Demme, fotografía Jordan Cronenweth y todo es una reverenda maravilla.

Sí, soy pochoclero, pero yo quiero ver The kids are allright con Annete Benning y Juliane Moore haciendo de madres lesbianas con Mark Ruffalo de donante de esperama motoquero. Its gonna be raining Oscars (and sperm?)?

Xtian dijo...

Ayer, gracias a este post, estuve HORAS en youtube mirándola a Fanning, desde que tenía, yo que sé... 9 años, en Talk shows. Y lo que hacía de pendeja frente a las cámaras es increíble. Absoluta naturalidad, a tal punto, que produce un efecto medio freak. Se cuelga a hablar de sus perritos. Y de pronto se empieza a reír convulsivamente. Después, durante años, contó en cámara cómo le sacaron uno a uno los dientes, los llevaba a los programas de televisión y los mostraba, etc. Otra freakeada. Después en el college, mostrando su fotito de porrista revoleada en el aire. Y sin embargo lejos está del pochoclo o el white trash. Es pura intensidad. Hay incluso un video insólito, en el que ella es re nenita, le faltan todos los dientes y la entrevistan 3 pibes japoneses que casi no hablan inglés, y uno de ellos cada vez que le hace una pregunta tiene un ataque casi convulsivo. Ella se caga de risa, y se banca toda la entrevista y al final va y le da un beso al ponja loco. Lo recomiendo.

Por qué hablo de freak? Porque estuvo muchas veces con Ellen, que es la reina del talk show. Ellen también es muy "natural" en cámara, y sin embargo, cuando entrevista a Fanning se la ve incómoda, como si la pendeja le pasara el trapo en eso del repentismo y la naturalidad y la energía. En fin, mirar a Dakota en estos clips (es imperdible el clip con Orlando Bloom que la mantiene alzada en una entrega de premios porque no llega al micrófono, y ella se despacha saludando a todos, mientras el otro se va a acalambrando). En fin, we love Fanning. Y ahora encima está la hermanita Elle también.