sábado, 25 de febrero de 2017

La carta robada


Por Daniel Link para Perfil



Ciertos acontecimientos últimos de la política argentina lo llevan a revisar sus lecturas de infancia. Así las piensa él, pero en verdad fueron sus lecturas de los veinte años, el primer tercio de su vida.

Al tercer intento encuentra lo que buscaba. En 1957, el año de su nacimiento, Jacques Lacan había dicho que “el emisor recibe del receptor su propio mensaje bajo una forma invertida. Así, lo que quiere decir «la carta robada» es que una carta llega siempre a su destino”. Si una carta “puede sufrir una desviación, es que tiene un trayecto que le es propio”. ¿Qué hay de propio y de impropio en el Correo Argentino, empresa del Estado, no importa quien la maneje, porque sin correo no hay Estado?

Piensa que su amiga, con la que juega al tenis cada quince días, se equivoca: Trump y Macri no se parecen tanto. El primero es un empresario desbocado, el segundo es algo peor: un contratista del Estado que, cansado de lidiar con el interés común, decide llevarse al hombro lo que le sirvieron en bandeja. Al ideal (horrendo, pero ideal al fin) del primero se oponen las estrategias de zorrito del segundo.

Las historias heredadas siempre ponen al sujeto en un punto de inflexión. Parece que éste ha llegado a un momento trágico en el que se juega no tanto la suerte del país (a eso estamos ya muy acostumbrados) sino, como corresponde en una tragedia, el de una familia soberana. Macri ha recibido su propio mensaje, “No saquearás”, de forma invertida. Habrá que ver qué hace con ese sobre envenenado.


miércoles, 22 de febrero de 2017

Why do you don't answer my damn questions?





El amor verdadero


Cambrian explosion ~ Development: Houdini FEM & Arnold HtoA from Simon Christoph Krenn on Vimeo.

Si les falta tema de charla, yo les paso

En España se habla desde hace semanas del inminente duelo de estilos que supondrá el encuentro entre dos de las mujeres más elegantes del mundo, la reina Letizia, trendsetter de la monarquía europea, y Juliana Awada que ya protagonizó portadas de moda internacional y fue catalogada por Vogue como la "Jackie Kennedy moderna". 

Entrada libre hasta agotar la capacidad de la sala




sábado, 18 de febrero de 2017

Hay guerra


por Daniel Link para Perfil

En estos días se estrenó en la Berlinale Cuatreros, el último pensamiento visual de Albertina Carri. Que se trata de un pensamiento y no de un regodeo visual queda claro por los títulos que el proyecto tuvo a lo largo del tiempo: Operación fracaso y el sonido recobrado, Investigación sobre el cuatrerismo, El punto impropio... Antes de alcanzar esta versión, que tiene una potencia definitiva, el asunto parecía coagular en la forma “instalación” y así fue recorriendo museos y salas de teatro.
Los que siguieron la errancia del proyecto en los últimos años se sorprenderán por los saltos cualitativos que Cuatreros presenta. Los que están acostumbrados a la inteligencia fulgurante de Albertina Carri, no tanto.
Cuatreros puede verse en Buenos Aires desde hace un mes y sería deseable que por muchos otros, porque constituye una pieza esencial del pensamiento político contemporáneo.
En lo que al tema se refiere, Albertina parte del libro de Roberto Carri, su padre desaparecido, Isidro Velázquez. Formas pre-revolucionarias de la violencia y de la película Los Velázquez, también desaparecida, que filmaron Pablo Szir y Lita Stantic entre 1971 y 1972. Por otro lado se cita un material en crudo que constituye el archivo del hijo de Lilita Carrió para un proyecto semejante que nunca llegó a realizarse, es decir: restos de un pasado que todavía interpela el presente porque en ellos se cifra el misterio de la guerra capitalista que ocupa esta época.
En lo que a la forma se refiere, Carri parte del cine allí donde Godard lo dejó: Histoire(s) du cinema: restos del cine que, en la perspectiva de la autora, están disponibles para su manipulación.
Cuatreros cuenta el proceso por el cual un(os) texto(s) se convierte(n) en película y, para hacerlo, renuncia a producir una sola imagen (salvo una secuencia muy personal, que ocupa el final del film) y a trabajar con indicios que estaban ya filmados: noticieros de época, instrucciones para armar una bomba casera, una ficción en la que dos personajes estrambóticos miman los diálogos entre Carri y Stantic, fragmentos del cine argentino cuatrereados de sus contextos originales y proyectados en cinco pantallas que juegan a veces simultáneamente y a veces alternadamente.
En las últimas décadas, el cine se ha convertido en un espacio ultra-conservador en sus temas y, sobre todo, en sus propiedades gramaticales y semánticas. Un mero distribuidor de los discursos conservadores que dominan la pesadilla del presente. Romper el lenguaje para interpelar a un espectador cada vez más acostumbrado a relatos maniqueos y lenguajes edulcorados “requiere de mucha concentración, entusiasmo e insistencia”, declaró Carri. “Encuentro en la idea de insistencia una fuerza política y en la de entusiasmo una energía necesaria para expandir la pantalla a multiplicidad de lecturas. Es decir que la multiplicidad de pantallas no se vuelva un recurso estético sino más bien ético donde conviven diferentes discursos y diferentes posibles caminos para formar una historia”.
Cinco pantallas van armando esos posibles caminos, donde se alternan las imágenes cuatrereadas que no ilustran el extraordinario texto que lee en off Carri sino que lo completan y lo disparan en diferentes direcciones. Cada avenida de sentido está dominada por una única obsesión, dice Carri: “la batalla por el lenguaje”.
Es que hay guerra, y la hay desde hace tanto tiempo que se ha perdido conciencia de su carácter perpetuo e insidioso. A diferencia de lo que sucedía en Los rubios, donde la interrogación subrayaba la perplejidad ante la derrota (en todos los frentes), Cuatreros afirma la necesidad de seguir luchando (con concentración, entusiasmo e insistencia) contra los mismos enemigos de siempre (los contratistas del Estado convertidos en gobierno, los que desforestan y desertifican, los que reclaman mano dura de las fuerzas de seguridad, los corruptos del cine, pero también contra los que alucinan mundos grises y opacos como futuros sin lugar para la alegría y la diversión).
Nada sería más triste que hacer oídos sordos al llamamiento (originalísimo, y muy riguroso) de Cuatreros.


jueves, 16 de febrero de 2017

Dicen que...

Qué significa enseñar literatura

por Daniel Gigena para La Nación

Igual que Santos y que yo, De Vincenzo aprendió con grandes profesores, a los que quería imitar cuando fuera docente. (En mis clases, cuando la inspiración se hundía, yo los imaginaba como salvavidas.) "Uno es Daniel Link, tal vez el mejor profesor que haya conocido en mi vida -confiesa-. El otro fue Norberto Silva, que me enseñó latín cuando él tenía veintiocho años y que se murió a los treinta y uno, como Schubert. La otra es Isabel Vassallo: misterio y fuga, exquisitez y poesía. Y Martina López Casanova: la clase total." Isabel Vassallo es poeta, autora de Memoria de la hierba. Ella había sido alumna de Enrique Pezzoni y nos hablaba de él como los que fuimos sus alumnos hablamos ahora de ella: con amor y reconocimiento.

(¡Gracias, Diegos!)


sábado, 11 de febrero de 2017

Tiempo al tiempo


Por Daniel Link para Perfil

Después de un viaje un poco mediocre al invierno inclemente vuelve a Buenos Aires. Lo sorprende, como siempre, que ese galpón mal acondicionado en medio de la niebla funcione como un aeropuerto internacional pero, más todavía, el cachetazo de un aire helado y gotas de lluvia que parecen mimetizar las condiciones meteorológicas de las que creía haber huido. No le gusta el invierno, pero mucho menos el frío fuera de lugar, las vertiginosas corrientes de aire antártico que arruinan lo poco que le queda de verano.
Ya en su casa, lo espera una irritación mayor todavía: pagar cuentas (es comienzo de mes), intercambiar furiosos correos con su contadora en relación con temas impositivos perentorios porque se han modificado las escalas, las deducciones, la mar en coche (y afuera llueve en la ciudad).
Pasa un fin de semana armando montoncitos de plata y decidiendo si le conviene pagar el impuesto inmobiliario anualizado y con descuento o confiar en la depreciación de los montos mensuales que la inflación permite prever. Todo funciona en formatos digitales, pero se imagina armando pilas de monedas y la imagen lo deprime.
Muchos deben sentir lo mismo porque los diarios siguen insistiendo en la depresión del consumo: nadie compra nada, y sólo se pagan las cosas esenciales.
Depresión, depreciación (del salario), desprecio (de los administradores): le gustaría jugar con esas palabras porque siempre encuentra algo de felicidad en las aperturas del lenguaje, pero no tiene tiempo. “Ni tiempo, tengo”, suspira. Y se da cuenta de que la más grande injusticia del sistema económico que habita es precisamente haber enajenado a todos de su propio tiempo.
Buscar recibos de sueldo, completar una planilla, acumular comprobantes de gastos para rendir, organizar el trabajo del año, separar la plata en montoncitos. Trata de hacer todo a la mayor velocidad, para encontrar algún resto de tiempo con el que jugar un poco. 


martes, 7 de febrero de 2017

Ideología y corrupción



Cuando el gobierno de Cambiemos estaba recién despuntando, a comienzos de 2016, un asado reunió a varios integrantes de crisis para debatir con Beatriz Sarlo sobre el presente que nos tocaba en suerte. Ese día la escritora propuso un reto singular: “la revista tiene que hablar sobre la corrupción del kirchnerismo”. La sugerencia de Sarlo tuvo algo de anticlímax. Un reflejo elemental nos indicaba que si en la agenda de los medios televisivos y los grandes diarios esta cuestión ocupaba el trending topic absoluto, hasta convertirse en el principal argumento de impugnación de lo realizado durante el largo ciclo de gobiernos populistas en América Latina, era preciso ir mas allá y sospechar de la ola moralizadora. Sin embargo, en cierto momento el desafío se tornó impostergable. La eficacia demoledora de la maquinaria oficialista para avanzar con sus estrategias de desmonte y reorganización nacional, se debió en gran medida al declive de quienes estaban llamados a ejercer el rol de principal oposición. Entre las causas del desmembramiento y la pérdida de autoridad padecidas por el otrora omnipotente movimiento kirchnerista, hay que apuntar la relación entre negocios y democracia, dinero y política, el vil metal y la retórica progresista.
Varios meses después de aquella primera charla le propusimos a Sarlo una nueva cena para encarar juntos el entuerto. Hay que señalar que es una intelectual de las que ya no quedan: maneja los hilos del debate sin renunciar a una escucha interesada, lo que equivale a decir que le interesa la conversación y no el monólogo; es a la vez híper rigurosa cuando se trata de descular un problema, y lo suficientemente canchera como para ampliar el universo de preocupaciones o admitir multiplicidad de perspectivas; conserva algunos rasgos de cierto leninismo incisivo que encara la polémica sin concesiones, al tiempo que hace gala de una rara fe en el sistema político derivada de su conversión al dogma republicano. A pesar de la admiración que nos merece ese crisol de aptitudes, o precisamente por ello, el intercambio no fue soplar y hacer botella. Promediando la tertulia, hubo un instante en el que el tono de la discusión escaló y la velada casi se interrumpe. Como debe ser, cuando se piensa con pasión y riesgo.



Carta abierta

CARTA A LOS TRABAJADORES Y LA CGT
-Asambleas en los lugares de trabajo
-Por un paro nacional con movilización YA
-Por el triunfo de AGR y todas las luchas.
Contra los despidos, en defensa de los convenios, por paritarias libres.

Desde la planta de Pompeya en la que nos encontramos defendiendo nuestra fuente de trabajo desde el 14 de enero, los trabajadores de AGR-Clarín escribimos esta carta, a los trabajadores, las centrales obreras, los sindicatos y la opinión pública.
En medio del “acuerdo” para no despedir por tres meses hasta marzo establecido entre el gobierno, la UIA y la CGT, el Grupo Clarín despidió ilegalmente 380 trabajadores en Artes Gráficas Rioplatense, la totalidad de la fábrica. El cierre de AGR no es una medida de crisis, es un acto de fuerza de la empresa, un lockout contra los derechos colectivos de los trabajadores, el convenio y el salario.
Clarín no pretende discontinuar sus ediciones ni abandonar el negocio de impresión. Estamos frente a un cierre fraudulento, que tiene por objetivo retomar esta producción con personal precarizado.
Los trabajadores de AGR hemos respondido con la fuerza de nuestra unidad y organización. Primero evitando el vaciamiento con una vigilia previa a los despidos en puerta de fábrica para evitar el traslado de máquinas y luego ocupando nuestros puestos de trabajo. Llamamos a evitar los vaciamientos y ocupar toda fabrica que cierre o despida.
La arbitrariedad descarnada con la que Clarín y el gobierno pretenden atropellarnos, y la determinación de lucha con la que hemos enfrentado esta situación junto con nuestras familias, han provocado un enorme apoyo popular, que no alcanzan las palabras para agradecer. Este apoyo refleja una tendencia profunda en el pueblo trabajador a enfrentar el ajuste, y ha instalado la necesidad de terminar con la tregua que deja pasar despidos, paritarias a la baja, tarifazos y el ataque a los convenios colectivos, y plantea la necesidad de convocar un paro general.
No nos cabe duda que la convocatoria a una movilización de los obreros industriales para el 7 de marzo, así como la convocatoria a un paro general (sin fecha) anunciados tras la reunión del consejo directivo de la CGT, han sido puestos en la agenda como resultado de la acción de trabajadores que, como nosotros en AGR; venimos peleando contra el ajuste.
Pero contradictoriamente, esta resolución con tanta ambigüedad y demora, y sin mediar medidas de apoyo concretas, le da un tiempo precioso a la patronal de Clarín -que tras fracasar el intento represivo- apuesta al desgaste. También le da tiempo a los bancos, el gobierno nacional y los gobernadores que atacan el salario y las paritarias bancarias y docentes, y a todas las empresas en las que los trabajadores luchan ahora contra despidos o atrasos salariales. Peor aún, implica un pase libre a los despidos hasta marzo, mes en el que justamente vence… el acuerdo “antidespidos”, que de no mediar reacción previa, habrá resultado una cobertura para que estos se produzcan. Una mentirosa conciliación obligatoria nacional, en la que las centrales no toman medidas, pero que las empresas violan despidiendo como les viene en gana.
La CGT tampoco ha integrado a su agenda el reclamo por los derechos de las mujeres que viene conmocionando al país y que tendrá una fecha clave: el 8 de marzo en el que se está impulsando un paro internacional por sus derechos, tal como han discutido nuestras mujeres y la comisión de familiares en el último encuentro del #NiUnaMenos.
Agradecemos la solidaridad de los sindicatos que se han movilizado por o con nosotros, como el SUTNA, Aceiteros, Camioneros, Peaje, Sitraic, Ctera, ATE, Sipreba, la AJB, AGD-UBA, Cicop, la Union Ferroviaria de Haedo, los Sutebas combativos, Ademys y muchos más. Y reclamamos a nuestro sindicato que inicialmente convocó un paro general a que convoque el plenario de delegados, tome nuevas medidas y garantice que se deje de hacer impunemente nuestros trabajos en el gremio como sucede al día de hoy.
Convocamos a reforzar y organizar en todo el país la deliberación que esta situación viene generando en los sindicatos, cuerpos de delegados y fundamentalmente en los propios lugares de trabajo. Llamamos a realizar asambleas para impulsar y votar mandatos por un inmediato paro con movilización, y por medidas de apoyo para AGR-Clarín y todas las fábricas en lucha. Llamamos a sumar pronunciamientos en este sentido a los sindicatos, cuerpos de delegados, y centrales obreras provinciales, como ya lo han hecho las CGTs de Cordoba, Chaco y Mendoza. Reclamamos la inmediata convocatoria al confederal de la CGT para que vote la convocatoria a un paro general con movilización ahora. Proponemos recabar cientos de mandatos y pronunciamientos dirigidos a la CGT y la CTA con este objetivo.
Con este programa, llamamos a acompañar la próxima jornada nacional de lucha que hemos convocado el jueves 9, para exigir que el ministro Triacca nos reciba y se retrotraigan los ilegales despidos de Clarín.
Pongamos todo el movimiento obrero en movimiento, para que triunfen AGR-Clarín y todas las luchas en curso.
Abajo el ajuste y la represión.